sábado, 19 de junio de 2010

Si perdemos las voces de la ironía...De aquellas reseñas que sería mejor nunca tener que hacer

Pero, que son ineludibles porque, más allá de lo noticioso, que puede ser fácilmente superado por la Prensa Asociada y la gran cantidad de blogs especializados en crónica literaria, la muerte de un grande de la literatura universal nos deja un vacío que no podrán llenar otros escribidores, por brillantes y novedosos que puedan llegar a parecernos. Y, cuando, como si no fuese suficiente, la Huesuda se nos lleva dos de nuestros más críticos y respetables intelectuales iberoamericanos... Este viernes 18 de junio, a sus 88 años, el escritor, novelista, poeta, periodista y dramaturgo portugués José de Sousa Saramago ha emprendido "El viaje del elefante" hacia "La Caverna", para ser testigo directo de "Las intermitencias de la muerte" en una digresión definitiva. Don José Saramago (Azinhaga, Santarém, Portugal, 16 de noviembre de 1922 - Tías,Las Palmas, España, 18 de junio de 2010), quien en 1998 recibiera de La Academia Sueca el Premio Nobel de Literatura, por su capacidad para «volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía» nos deja el recuerdo de una venerable persona cuya reciedumbre moral y madurez intelectual le permitían plantear con su mordacidad característica su crítica a las organizaciones religiosas, su desprecio por el actual Primer Ministro italiano, a quien se refiere en uno de los textos como la Cosa Berlusconi y su pasión por los autores ibéricos. ¿Qué otro temperamento podría esperarse del hijo de José de Sousa y Maria da Piedade, una pareja de campesinos sin tierra, a quien un funcionario del registro civil decidió encabalgarle en el registro el apodo de la familia paterna (Saramago, en español "Jaramago", nombre de una planta herbácea silvestre de la familia de las crucíferas) ? De su prolífica obra novelística y poética he tomado estos versos para decirle Muito obrigado!


ATÉ AO SABUGO
Dirão outros, em verso, outras razões,
Quem sabe se mais úteis, mais urgentes.
Deste, cá, não mudou a natureza,
Suspensa entre duas negações.
Agora, inventar arte e maneira
De juntar o acaso e a certeza,
Leve nisso, ou não leve, a vida inteira.
Assim como quem rói as unhas rentes.

HASTA LA CARNE
Otros dirán en verso otras razones,
Quién sabe si más útiles, más urgentes.
Éste no cambió su naturaleza,
Suspendida entre dos negaciones.
Ahora, inventar arte y manera
De juntar el azar y la certeza,
Se lleve en eso, o no, la vida entera.
Como quien se muerde las uñas cercenadas.

Hoy, 19 de junio Don Carlos Monsiváis Aceves (Ciudad de México, 4 de mayo de 1938 - Ciudad de México, 19 de junio de 2010) decidió acompañar al nobel lusitano. Monsiváis, uno de los escritores más importantes del México contemporáneo, fue además una imagen pública fácilmente identificable y estimada. Sus posturas políticas y su actividad crítica lo llevaron desde el inicio de su carrera periodística a estar al tanto de todos aquellos fenómenos literarios, sociales y culturales que implicaran un desacato al conservadurismo, al autoritarismo y al orden establecido. La ironía, inclusa en su sátira política como crítica mordaz frente a la realidad intolerable, es un elemento constitutivo, sino el esencial, de sus textos. Un ejemplo de ello es su columna "Por mi madre bohemios" (que lleva décadas editándose en diversas publicaciones del país) en la cual expone la demagogia de las clases que gobiernan el país mediante una compilación de declaraciones de políticos, empresarios, representantes de la iglesia y otros personajes de la vida pública, para mofarse de su ignorancia o su visión limitada del mundo. Su temática recorre desde los ídolos populares (El Santo, Cantinflas) hasta personajes o acontecimientos que, como el movimiento estudiantil de 1968, el movimiento feminista y las figuras contestatarias de izquierda, implicaban un rechazo a toda posición intolerante y retrógrada. A pesar de tener más de cincuenta libros publicados, gran parte de su obra se ha difundido en periódicos, revistas, suplementos, semanarios y todo tipo de fuentes hemerográficas. De entre sus innumerables libros destacan Días de guardar (1971), Amor perdido (1977), Nuevo catecismo para indios remisos (1982), Escenas de pudor y liviandad (1988), Los rituales del caos(1995), Salvador Novo. Lo marginal en el centro (2000) y Aires de familia. Cultura y sociedad en América Latina (2000), entre otros. ¡Abur, abur, Maestro! Que desde ese Paraíso etéreo de la Conciencia Colectiva su escepticismo redomado siga siendo el faro que guíe los acales recién botados al mar literario iberoamericano.

miércoles, 16 de junio de 2010

¿Qué más se puede esperar?

Mucho...En los docientos años de intentos fallidos de auto-constituirse como nación soberana, Colombia ha protagonizado una historia ininterrumpida de odio, sangre, explotación y engaños. Pendiendo siempre de los hilos del control económico, unos cuantos clanes originalmente terratenientes, luego industriales, posteriormente comerciantes y finalmente mafiosos, hicieron del aparato Estatal el más eficaz de los instrumentos de poder político. Sólo requirieron para coronar sus objetivos la complicidad de un sistema educativo estupidizante, la solidaridad de una estructura eclesial alienante y el acompañamiento de una fuerza militar coercitiva. La escuela nos enseñó la "importancia" cívica del sometimiento ritual a las falacias políticas disfrazadas de elecciones "democráticas"; la iglesia nos alejó de cualquier pensamiento "rebelde" que nos llevara a cuestionar las decisiones de los gobernantes y las "fuerzas del orden" nos hicieron "saber" a lo que nos exponemos cuando no encajamos en el engranaje. Es un recuento simplificado y un poco caricaturesco, si se quiere, de nuestra historia latinoamericana; sin embargo, puede resultar sugerente si se quiere tratar de entender las sinrazones que llevan a los ciudadanos de una nación atrofiada a creer que con su votación pueden torcerle el cuello al monstruo bicéfalo de la in-equidad social y la ilegalidad justiciera.
Un principio elemental de la economía política, es el aprovechamiento de todo papayazo que nos brinde el oponente: En vísperas de elecciones para Cuerpos Colegiados sustenté mi negación rotunda a votar, porque, argumentaba, era la oportunidad para enviarle a los politiqueros un mensaje que los llevara a replantear sus estrategias. La respuesta generalizada fue una de esas joyas "argumentativas" del lugar común y el pensamiento esclavo: el que no vota no tiene derecho a exigir. Dicho esto por personas del común, vaya y venga; pero, planteado por militantes de lo que alguna vez fuera un "partido de izquierda", era una clara y contundente advertencia de lo que se estaba cociendo en la marmita burocrática. Enceguecidos y torpes, no vislumbraban la influencia determinante del número electo de senadores por bancada para las elecciones presidenciales. Ahora, cuando servida la sopa, se hacen evidentes los adobos del recetario, se están dando cuenta de la ocasión dilapidada y están convocando a la abstención. ¡Ya para qué! Por el contrario: El voto en blanco, o nulo o por Antanas puede ser un buen recurso para explotar sus contradicciones y poner en evidencia el extremismo de que son capaces. Porque, y no nosdigamos mentiras, el greench ya está elegido desde el instante mismo en que el salgareño vio hundirse su referendo reeleccionista, lo de la "votación popular" no es más que una pantomima que les sirve para que sus calanchines muevan sus peones y aireen  sus billetes.

jueves, 10 de junio de 2010

Episodios de nuestra América que es mejor nunca olvidar

Ahora, cuando el salgareño atropella a la Justicia colombiana con su parlache de culebrero enfurecido por la valiente y esperanzadora condena al coronel plazas vega, asesino despiadado del Palacio de Justicia hace 25 años, vale la pena rescatar del olvido histórico el Juicio sumario oral por traición “al pueblo y a la nación” que el grupo guerrillero Montoneros le aplicó el 31 de mayo de 1970 al ex presidente de facto Pedro Eugenio Aramburu en Timote, a 150 kilómetros de Buenos Aires, Argentina, conmoviendo a una sociedad que, en aquel entonces, se hallaba polarizada entre adeptos y disidentes del régimen dictatorial de Alejandro Lanusse. Aún restallaban los ecos de la tarde del 16 de junio de 1955, cuando varios helicópteros y cientos de miembros de las Fuerzas Armadas dispararon indiscriminadamente contra una multitud peronista que se manifestaba a favor de su caudillo en la Plaza de Mayo. Hubo más de 300 muertos y miles de heridos. Aún no cerraban las heridas ni se apagaban los rencores por el recuerdo de la tarde en que Susana, la hija del General Juan José Valle, acudió junto con su madre a la casa presidencial de Olivos para implorarle clemencia al jefe de Estado, invocando la amistad que su padre y Aramburu habían compartido. Aramburu les mandó a decir que dormía la siesta.
Entre los muchos crímenes imputados, Aramburu soportaba el haber hecho parte del plan que con el pomposo sobrenombre de "Revolución libertadora" derrocó al populista Juan Domingo Perón para posesionarse como presidente de facto en noviembre de 1955, haber ordenado el fusilamientos del General Juan José Valle y 26 civiles, acusados de conspirar contra su régimen  en el alzamiento de 1956 y, el más imperdonable de todos, haberse ensañado contra la memoria de Eva Duarte de Perón, desapareciendo su cadáver, “el único testimonio material que nos quedaba de la compañera Evita”, ordenando decapitar todos sus bustos, rebautizando las ciudades y estaciones del metro cuyos nombres hiciesen alguna referencia a los nombres de Perón o Evita y llegando, incluso, a prohibir so pena de cárcel, que se pronunciara sus nombres. Como si todo ello fuese poco, durante los casi tres años que duró en el poder, clausuró los espacios de participación al Partido Peronista y, en plena Guerra Fría, alineó a Argentina con Washington y auspició el ingreso del país al Fondo Monetario Internacional. El segundo día del juicio, cuando surgió el tema de la “compañera Evita”, como la llamaban los Montoneros, Aramburu pidió a sus jueces que apagaran la grabadora, “Sobre este tema no puedo hablar por un problema de honor. Lo único que les puedo asegurar es que ella tiene cristiana sepultura”, dijo. Luego les prometió que haría aparecer el cadáver y pidió lápiz y papel. A la mañana siguiente confesó que Eva Perón estaba sepultada en Roma, con  un nombre falso y bajo custodia del Vaticano, y que la documentación del robo de su cadáver se encontraba en una caja de seguridad del Banco Central a nombre de un coronel Cabanillas. 
El escueto comunicado emitido por los Montoneros,  fechado el 1º de junio, bajo el encabezado “Al Pueblo de la Nación”, rezaba: “La conducción de Montoneros  comunica que hoy a las 7.00 horas fue ejecutado Pedro Eugenio Aramburu. 
Que Dios Nuestro Señor se apiade de su alma. Perón o Muerte, Viva la Patria”.

lunes, 7 de junio de 2010

Hasta la vista Omar Rayo QPD

El universo de las Plásticas es un mundo sui generis en el cual el artista debe ser un espectador de la guerra a muerte entre la "calidad" estética reclamada por la obra y la intensidad vital de los acontecimientos cotidianos que constituyen su anecdotario personal. Algunos se parcializan hacia los escándalos de droga y sexo, otros tienen que dedicar cada minuto de su existencia a amurallar la fortaleza que resguardará su obra para una imposible posteridad, otros se aprovisionan de un costoso curator... Hoy, siete de junio de 2010 se nos va el maestro Omar Rayo. Yo me declaro impedido para emitir un juicio objetivo e interesante sobre sus intaglios; pero encontré una excelente solución en un perfil que Fernando Gómez le hizo para su blog Museo Rayo en el 2003:
Perfil De Omar Rayo
EL PINTOR ERRANTE

Por Fernando Gómez
La biografía de Omar Rayo es tan entretenida como un libro de aventuras, hay viajes al corazón de la selva amazónica y paradas en los andes bolivianos. La escuela de Rayo fueron los viajes y los grandes maestros latinoamericanos; se graduó con honores, pero su carrera, además de premios y reconocimientos, también ha estado marcado por odios y las polémicas. 
La carrera artística de Omar Rayo empezó a consolidarse con un anuncio de periódico:''Curso de dibujo por correspondencia, Academia Zaer, Bueno Aires-Argentina''. Rayo que ya había iniciado su camino como dibujante amateur a la increíble edad de tres años, al pintar con carbón la sombra de un perro en la pared de su casa, no dudó en recortar el anuncio. Les escribió a los argentinos y a vuelta de correo recibió un sobre que le hizo temblar las manos: era su primer aproximación ''académica'' al arte. Tenia 16 años y sus oportunidades de convertirse en artista en un pueblo colombiano llamado Roldanillo eran bastantes remotas. En esa época, 1944, las escuelas de arte quedaban demasiado lejos para un muchacho de provincia. Pero Rayo era terco. Se defendió como pudo con las condiciones que le imponía un curso que le llegaba de la Patagonia. Realizaba sus planchas con juicio espartano y las enviaba de vuelta a la espera de un nuevo reto. Cumplió con todo y se graduó con honores. Cuando terminó el curso se dio cuenta de que apenas estaba empezando, ¿Se iba a convertir en caricaturista del pueblo? Agarró el diploma que le enviaron de Zaer y tomó rumbo a la ciudad más grande que conocía: Santiago de Cali.
En Cali se ganó la vida haciendo caricaturas para consultorios de médicos y despachos de abogados. Tuvo un paso fugaz por la naciente Escuela de Bellas Artes donde le dijeron que ya no tenía nada que aprender. No pudo ser estudiante y su trabajo como caricaturista no tenía mucho futuro: sus dibujos ya habían colmado todos los espacios que podían colmar, ''después de haber alcanzado cierta fama local conocí a alguien que me dijo que mi destino se hallaba en Bogotá. Y me dio un empujón definitivo. Vio mi trabajo y me regaló un pasaje de avión''. Ese hombre era el escritor colombiano Álvaro Mutis que, en ese momento, trabajaba en el departamento de publicidad de una aerolínea. Mutis, como todo el mundo sabe, como ya se ha escrito miles de veces, llegó a perder la libertad por ese tipo de actos filantrópicos con artistas y escritores. Pero con Rayo no se equivocó. Esta vez el joven aprendiz de artista no fue en busca de compradores de caricaturas. Fue al encuentro de la elite intelectual del país. En esos días, el cuartel general de los poetas era el café Automático. Rayo, según los recuerdos de José Font Castro, entró al café como todos los recién llegados:''pisando bajito, como escondiéndose detrás de ellos mismos, con la inevitable carpeta de papeles bajo el brazo —sus poemas o sus dibujos— a observar desde otras mesas a aquellas estatuas vivientes y a la expectativa de poder abordarlas. Así apareció la primera vez en el Automático un adolescente que llamaba la atención por su buen físico y especialmente por una estatura que traicionaba su íntimo deseo de pasar desapercibido''. Ese adolescente, sentado en el último rincón del café, los conquistó con sus travesuras con el lápiz, finalmente le dieron la bienvenida al grupo de elegidos y se ganó su admiración el día que los sorprendió con su primer intento pictórico: ''el maderismo''. Eran veinte retratos de los personajes más reconocidos del café dibujados con trozos de madera. Ese fue su primer paso a la fama. Los cuadros nunca se vendieron, pasaron a ser parte de la decoración del café y con ellos pudo pagar sus viejas deudas de aguardiente...
—¿Un Whisky? Desde hace años tengo este ritual: whisky a las cinco de la tarde.
Rayo interrumpe sus recuerdos por un rato. Se para de la silla de cuero que preside la sala de su casa en Roldanillo y toma rumbo a un mini-bar que se encuentra custodiado por una foto suya junto al poeta Pablo Neruda. Mientras sirve el trago de una botella de Chivas Regal señala un cuadro que está justo detrás de la silla y confiesa que, no hace mucho, tres o cuatro años, un político quiso llevárselo a cambio de ayuda estatal para el museo, ''lo mandé al carajo''.
Rayo tiene poco más de setenta años, vive entre Nueva York y Roldanillo, y a pesar de la edad todavía se mantiene fuerte y conserva su sonrisa tipo Omar Shariff. En el Pueblo no guarda ninguna clase de etiqueta ni posee ningún tipo de pose de ''hombre de mundo''. Normalmente se viste de paisano, zapatos sin medias, guayabera y pantalón blanco. Algunos de los habitantes más viejos del pueblo lo llaman por su nombre y a su paso le gritan algún ''Adiós, Omar''. Los niños, que son las personas del pueblo que más han disfrutado el museo, se le acercan con un respetuoso ''maestro''. Luego lo tratan como a un abuelo e, incluso, se dan licencias para alguna travesura. ''Hace años —dice Rayo—, estaba preparando una exposición en Hamburgo. Antes de empacar las obras decidí presentarlas en Roldanillo y, en uno de mis paseos por las salas, justo dos días antes del viaje, escuché el grito de una mujer, de la directora de un curso de colegio que iba de tour por el museo. Uno de sus alumnos quería clavarle una aguja a un cuadro. Era mi serie de esquinas abultadas y ese pequeño, dueño de una curiosidad incontrolable, tenia la intención de desinflar en cuadro''.
En la época de la del café Automático esos efectos de sus obras no habían hecho su aparición. Tampoco era ''maestro''. Era sólo un muchacho talentoso abriéndose camino. Nueva York apenas se le aparecía en sueños. Pero ya era conocido. Fue contratado por el diario El Siglo para realizar los rostros de los invitados a la Conferencia Interamericana de 1948 y por la revista Semana para hacer sus portadas. Inventó una corriente más, marcada por surrealismo, llamada el bejuquismo, en la que reemplazaba los trozos de madera de sus retratos por bejucos. Cuando todo apuntaba a que Rayo se convirtiera en el gran ilustrador y caricaturista colombiano, en un buen artista local, nuevamente le picó el bicho de partir. El embajador de España le ofreció una beca para viajar a Madrid a una escuela de bellas artes, pero él tenía otros planes. Ya había delineado un particular plan de estudios. Había ahorrado unos pesos y se los gastó en un viejo sedan amarillo con el que iba a recorrer América Latina. El auto lo dejó botado en Guayaquil y tuvo que continuar su periplo en buses, a dedo, en tren, en avión y en planchones por el río Amazonas. Llevó acabo el mismo método que había seguido en Bogotá: buscaba las principales figuras intelectuales de cada país y aprendía directamente de ellas. Consiguió que Guayasamín inaugurara una de sus muestras en Quito, conoció a escritores como Jorge Amado y Pablo Neruda, pero su principal descubrimiento fueron los indígenas en el trapecio amazónico. Llego hasta allá, al centro de la selva, gracias a un comerciante de tapetes indígenas que, a cambio de unos dibujos, lo llevó en su hidroavión. Con ellos aprendió técnicas de grabado y empezó a estudiar con detenimiento su geometría, y mientras aprendía, también encontraba el placer de comer carne de mico y a saborear con gusto una que otra delicia de las tribus amazónicas. Así transcurrieron cinco años de 1953 a 1958. Cinco años de viajes y experimentos. Pasó hambre en Montevideo, dibujó indígenas en Bolivia y Perú, en Buenos Aires pintó gatos y en Santiago de Chile estuvo a punto de quedarse en la calle y morir de frió durante el invierno. La dueña de la pensión en la que se hospedaba, luego de varios meses de no pago, le pidió que se fuera. No tenía una sola moneda en el bolsillo y, sentado en la Avenida O'Higgins, ocurrió el milagro. Un hombre pasó gritando que compraba ropa usada. Rayo tenía seis trajes Everfit que había traído de Colombia. Con la venta pagó lo que debía y compró un tiquete en un barco llamado Marco Polo que iba de Valparaíso al principal puerto de Colombia en el océano Pacifico: Buenaventura. Estuvo poco tiempo. Sé reabasteció de dinero y siguió su camino a Centroamérica y México. Y en México logró consolidarse como artista.
Rayo, hoy en día, divide su trabajo en los dos lugares en que vive. En Nueva York realiza sus bocetos. Deja que las ideas le ronden la cabeza un buen rato. Luego va en busca de un papel cuadriculado y elabora sus primeros dibujos. Los hace a lápiz, los repite con marcador. Les aplica color, los pega en una hoja en blanco, los titula y los guarda. Repite el proceso varias veces: en su apartamento, en la silla de un avión, en el sofá. En Nueva York se abastece de materiales, compra pinceles, lino blanco, bastidores de pino. Más tarde, en Roldanillo, antes de entrar en el estudio, se entretiene caminando por el pueblo. Ruega para que los días sean luminosos: se siente incapaz de pintar con lluvia. Finalmente se encierra en el taller y no permite que nadie lo interrumpa. No contesta el teléfono y el único ruido que soporta es el de sus discos compactos de flamenco y música japonesa. Esa rutina de artista consagrado no era posible en esos años de México. Rayo entró a trabajar al taller de grabado de la Esmeralda, en el D.F., donde se encontró con otros aprendices, José Luis Cuevas y un indiecito de Oaxaca, que en esa época poca hablaba poco español: Francisco Toledo. Rayo, para tener algo de privacidad, se ofreció a realizar la limpieza del taller en las noches. Ahí llevaba a cabo sus experimentos. Uno de ellos, que nació de un descuido, sería definitivo. ''Olvidé limpiar las planchas y, en el papel, quedó atrapado un trozo de cabuya''. Ese fue el inicio de la técnica que lo hizo famoso: los intaglios. Viajó a Nueva York y un galerista se entusiasmó con esos objetos cotidianos que salían del relieve de una hoja en blanco. Rayo les imprimía humor: eran tijeras o lápices doblados como si fueran trozos de cartulina, había frutas, mujeres desnudas. Su galerista no fue el único emocionado con el nuevo descubrimiento: sus obras fueron a parar a la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Sus días en un piso frió y sin baño estaban a punto de terminar. Su obra explotó. Se empezó a hablar de él en Nueva York, ganó la bienal de Puerto Rico, el eco de su éxito llegó a Colombia. Y, paradójicamente, su éxito desató una guerra. Entre 1970 y 1971, sus mejores años desde que inició su largo peregrinaje, logró convertirse en un personaje odiado. Rayo todavía no entiende qué pasó. En 1970, luego de haber participado varias veces en el Salón Nacional de Artistas, recibió el primer premio. En ese momento, Juan Calzadilla, crítico venezolano que hizo parte del jurado, pudo describir la incomodidad que representaba Rayo para muchos de sus colegas al final de un artículo: ''¿Cuál iba a ser la reacción ante aquel primer premio a un pintor cuya 'mediocridad es conocido por todo el pueblo colombiano', según me pudo decir textualmente un artista que, al mismo tiempo que me lo decía, me fulminaba con una mirada que quería ser un rayo?''. Merino, el caricaturista de El Tiempo, el diario más influyente de Colombia, publicó una caricatura en la que resumía el (re)sentimiento de sus enemigos, un pintor le decía a otro: ''Tómalo con calma. Nos partió como un Rayo...". Al año siguiente, para confirmar su momento de estrellato, el Museo de Arte Moderno de Bogotá realizó su primera retrospectiva. Esta fue la presentación de la muestra:"Indudablemente el nombre de Rayo es muy conocido en Colombia. Sin embargo su obra —exhibida generalmente en el exterior— no ha tenido oportunidad de mostrarse ampliamente al público colombiano. Por ello resulta de especial interés contrastar ahora un vasto conjunto de su creación —y no solamente una muestra parcial— con el ambiente artístico del país, y enfrentarnos a Rayo con la seriedad y profundidad a que su obra tiene derecho''.
Las palabras que escribió la directora del museo, Gloria Zea, tienen tanta pertinencia como hace treinta años. Rayo ha sido el ''pintor maldito'' de Colombia. Hace poco más de 15 años que no tiene una exposición de grandes dimensiones en Bogotá. Lo conocen, lo respetan y, prácticamente, todo el mundo tiene conciencia de su obra. Pero fuera de Roldanillo, al menos en Colombia no existe. No es un artista demasiado ''expuesto''. Cuando viene a Bogotá se siente extraño. No sabe si ir o no a la inauguración de una muestra. Todavía no sabe si es un marginado o no. En la calle no pasa igual. No es raro que un estudiante lo reconozca y le pida un autógrafo. Algunas mujeres de edad se le acercan, lo besan y le dicen que todavía ''está muy buen mozo". Él se ríe, pero su coraza sigue impenetrable. Los golpes de hace treinta años no le sentaron bien. En el mismo año de su retrospectiva, en 1971, fue invitado a uno de los eventos más importantes en el mundo del arte: la Bienal de Sao Paulo. Ganó. Y la reacción de sus colegas no fue de alegría, sino de envidia. El diario El Tiempo, a través de cartas firmadas supuestamente por otros artistas, se lleno de mensajes desobligantes contra él. Esta es una de las mejores joyas': 'Mientras Tiziano es robado en Italia, en Sao Paulo, un bienal militar boicoteada por todos los artistas libres de América Latina, otorga unos dólares al decorador Omar Rayo. ¡Vivan los ladrones de Tizianos! ¡Viva la verdad! ¡Abajo el clan de azafatas internacionales! Sus nenedocs. ¡El gorilato suramericano y la prostitución del arte!''. La carta estaba firmada por el artista Pedro Alcántara que al igual que Leonel Góngora y Carlos Rojas, envió una carta de su puño y letra para que se corrigiera la información: ellos no habían escrito los panfletos contra Rayo. Pero el daño ya estaba hecho. La polémica siguió su rumbo. Escribieron que el premio no era un primer premio, sino un cuarto lugar. Merino de nuevo afiló su lápiz. Su caricatura presentaba a un grupo de pintores que veían como un rayo caía sobre la ciudad de Sao Paulo. El texto era otro juego de palabras: ''¡Caray! Nos están tirando RAYO...''.
El desenlace de la pelea tuvo un final que, para sus detractores, resultó ser una patada: su museo, en muchos círculos, fue visto como ''un monumento al ego''. Rayo regresó a Colombia, recibió varias condecoraciones, el Presidente de la República le hizo un homenaje y, en su pueblo, en una especie de desagravio, el alcalde de Roldanillo le regaló un terreno, la antigua plaza de mercado, para que hiciera una casa de la cultura o una de recreo. Rayo no sabía qué hacer con ese pedazo de tierra. Fue a México y allí, un viejo amigo suyo, el arquitecto Leopoldo Gout, le propuso construir un museo que, a la postre, logró imponer a Roldanillo en el mapa no sólo de Colombia, sino en el resto del planeta: Ahí se han exhibido litografías de Goya, obra gráfica de artistas como Vicente Rojo y su viejo amigo José Luis Cuevas, ¿artistas colombianos? Pocos. Rayo, sin embargo, prosiguió su vida por fuera, expone en todas partes, España, Japón, Alemania, China, lugares tan inhóspitos como Nueva Zelanda. Su obra continuá su propio rumbo. Rayo se concentrá en su principal descubrimiento plástico: la tridimensionalidad en espacios planos. Ha hecho miles de variaciones sobre el mismo tema. Se encerró a buscar la perfección como lo han hecho todos los maestros: Botero y sus figuras gordas, Manzur y los San Sebastianes, Obregón y sus barracudas y cóndores, Edgar Negret y Ramírez Villamizar con la escultura abstracta, Ana Mercedes Hoyos y el pueblo de Palenque. Rayo, a diferencia de los otros, sigue siendo el artista maldito. Un artista que, sin embargo a dado una lección de coraje. Rayo es un capítulo vivo de la historia del arte Colombiano. Es único. Hoy en día nadie tiene la perspectiva de una búsqueda personal tan intensa. Las carreras de todos los artistas alcanzan a tener cierto parecido. Todos van cinco años a la universidad, cuando quieren viajar, buscan una beca para seguir estudiando en el exterior, a encerrarse en otra universidad. Rayo no lo hizo y se convirtió en maestro. Es un ejemplo de terquedad y talento. Ya es hora de reconocerlo. A él y su obra.

viernes, 4 de junio de 2010

El rostro amable del doctor Jekyll

Quizá sea porque nos hemos acostumbrado a la sobresaturación de noticias crueles; o porque, sin saberlo, ya nos hemos alineado del lado de los opresores, o porque estamos más preocupados por nuestra diaria supervivencia... El caso es que cada vez somos más insensibles al dolor ajeno, más tolerantes con la estupidez de los otros (la nuestra, nunca la reconoceremos) y más olvidadizos con el salvajismo de los de siempre. El ataque aleve de los militares israelies a un barco de la Flotilla de la Libertad fue una acción que demandaba una reacción masiva, seria y creible de parte de quienes no compartimos tales métodos. No hubo tal. Aparte de unas pocas escaramuzas de jóvenes árabes y alguno que otro primiparo universitario, las "reacciones" se fueron delegando hacia las instancias superiores del poder gringo (albacea de la banca judía), donde, finalmente se engavetarán para dormir el sueño del olvido. De nuestra parte, nos conformamos con alinearnos en uno de los dos grupos que toman partido en defensa o en oposición al estado israelí y, desde cualquiera de ellos, construimos la mitología personal de nuestra gesta "heroica". Por todo ello, es que me parece tan bello, heroico y valiente el compendio de manifestaciones de Voces judías por la paz, que la periodista Beatriz Tostado publicó hoy 4 de junio en la sección Opinión de El Periódico (Extremadura) con el títular ¿Qué has hecho, Israel?:
"Hoy me callo y que hablen los judíos que gritan alto y rotundo "No en mi nombre" ante los crímenes que comete el Estado de Israel..."
"Jewish Voice for Peace (voces judías por la paz) condena el ataque israelí a la Flotilla Libertad.... Distinguimos entre el verdadero antisemitismo y la manipulación cínica de este término para blindar a Israel de la crítica legítima... Poner fin a la ocupación de Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este es el principio, y no el final, de la paz entre israelíes y palestinos... Los israelíes deberían reconocer el cumplimiento de la legalidad internacional y el derecho al retorno, a la compensación y a la repatriación de los palestinos". (Jewish Voice for Peace, activistas inspirados en la tradición judía que trabajan por la paz, la justicia social y los derechos humanos ).
"Para que haya paz y justicia Israel debe parar la ocupación, retirarse completamente de los territorios palestinos y encontrar una solución para los refugiados en el marco de las leyes internacionales" (Jews Peace News í Servicio de información sobre Palestina e Israel de mano de un grupo de judíos ).
"Nuestro silencio es un acto de traición a los valores que decimos defender... Como rabinos, creemos que todos los seres humanos son nuestros hermanos. No podemos tolerar el sufrimiento infligido a la población de Gaza. Alzamos nuestras voces y reclamamos ´Romped las cadenas de la opresión´, desatad las sogas del yugo y abrid las puertas". (Ta´anit Tzedek Grupo de rabinos por la paz y que realizan ayunos por Gaza periódicamente ).
X"HAY QUE RECLAMARx una inmediata investigación internacional de lo sucedido, levantar de una vez por todas el bloqueo inmoral e ilegal contra el millón y medio de habitantes de la franja de Gaza y realizar un intercambio de prisioneros. Se ha causado un gran daño. Hemos de repararlo" (Gush Shalom , fundada entre otros por Uri Avnery , escritor, activista y defensor del boicot a los productos de los asentamientos).
"Me niego a alistarme en el ejército de Israel por motivos de conciencia. No deseo formar parte de un ejército de ocupación, que se ha convertido en el invasor de tierra extranjera durante décadas, que perpetúa el régimen racista de robo de esas tierras, tiraniza a civiles y hace la vida dura y difícil a millones de personas bajo el falso pretexto de la seguridad". Tamar Katz, Shministism , Objetora de conciencia israelí encarcelada durante varias semanas en 2008, http://december18th.org/).
"Los palestinos han sido tan deshumanizados por los judíos israelíes --ya se trate de políticos, militares o ciudadanos comunes-- que matarlos se ha convertido en algo natural, al igual que expulsarlos en 1948, o encarcelarlos en los Territorios Ocupados" (Ilan Pappé , historiador israelí, prólogo de Seguimos siendo humanos , Vittorio Arrigoni ).
"Es crucial que los israelíes sepan lo que sucedió en 1948 (la Nakba) para reconocer el sufrimiento de los palestinos... Por ejemplo Tel-Aviv... prácticamente está levantada sobre las ruinas de una aldea llamada Sumail" (Eytan Bronstein , investigador de la Universidad de Belén y presidente de Zochrot. Trabaja por la recuperación de la memoria y defiende el retorno de los refugiados palestinos a sus tierras y la creación de un estado único para palestinos y judíos -- Tomado de una entrevista de JIIgartúa en la revista Alandar ).
"La Unión Europea exporta armas a Israel --que mantiene desde hace más de cuarenta años una ocupación ilegal--, importa productos de colonias ubicadas en territorios ocupados e ignora violaciones de los derechos humanos.... (que) los países europeos impongan las sanciones necesarias a su socio, Israel, mediante medidas diplomáticas, comerciales y culturales con el objetivo de poner fin a la impunidad de la que se beneficia desde hace décadas... Ha llegado la hora de que Europa frene a Israel, de que la sociedad civil frene a Israel" (Nurit Peled , judía israelí, defensora de los derechos humanos de los palestinos, profesora de Educación en la Universidad de Tel Aviv, miembro del Comité de apoyo del Tribunal Russell para Palestina. Premio Sajarov de la Unión Europea -- Tomado de una entrevista de Olga Rodríguez en periodismohumano.org )..
 

lunes, 31 de mayo de 2010

Votus Pockus Mockus

Que, en general, los colombianos seamos analfabetas políticos, es un derecho inalienable del que nos han provisto el sistema educativo y la estrategia desinformativa de la prensa escrita y los medios radiales y televisivos. Como rasgo cultural que define nuestra identidad colombiana, no hay nada qué hacer al respecto: tras quinientos años de deprivación conceptual, sometimiento cultural y manipulación ideológica, hemos introducido en nuestra programación genética el miedo a emberracarnos por las ofensas, la incapacidad de indignarnos ante la mentira y el engaño  y la falta de carácter para negar nuestra complicidad con la bellaquería cotidiana. Con nuestra moral de esclavos aprendimos a lamer la bota que nos patea... Lo que NO es admisible desde ningún argumento serio, es que un par de académicos con formación en teorías filosófico-sociales (tienen más cartones que un tugurio, más títulos que un periódico, más doctorados que un hospital) se dejen enredar en el juego atrapabobos de la campaña presidencial colombiana, precisamente en el momento coyuntural en que la ausencia de candidatos creibles Y RESPETABLES amenazaba con poner en punto de quiebre la circunstanflautica pantomima electorera y dejar en evidencia la crísis heredada de la satrapía uribera. Por supuesto, Juan Manuel Santos es el único y natural sucesor del salgareño, porque es quien tiene el cuero más duro (decirle "descarado" es obvio, sólo basta verle la pinta) para consolidar el proceso de entrega del territorio patrio a los marines gringos y los "inversores" extranjeros, impunizar los crímenes de la parapolítica y petrificar los juicios de la Corte Penal Internacional, que aprovecharía la primera oportunidad que se le brindase para intentar restituir la dignidad a la justicia colombiana. No había tutía, una vez caído el referendo reelectorero, el greench era el reemplazo innegociable. Y, para conservar las apariencias (y el orden de sus repartos), debía ser "competido" por Noemí, Vargas Lleras y Pardo. Pero, Petro y Mockus & cía (¡!). Francamente, los supuestos sociales del Círculo de Viena y la Escuela de Francfurt se les quedaron grabados en sus cabecitas como un predicamento retórico que se puede exponer ante un auditorio boquiabierto que se conmueve por la inestabilidad emotiva  y se embeleza con el sonsonete glosolálico del showteacher que los arenga. Por estos días previos al siete de agosto veremos al greench aparecer en todos los medios tratando de parecerse a un mandatario honesto, generoso, imparcial y justo; pero, como en el maquillaje femenino, es conveniente recordar que más de una vez lo hemos pillado "recién levantado".

sábado, 29 de mayo de 2010

Un burro hablando de orejas...

Dado que nunca será suficiente para su ambición de dinero, decidieron extender sus dominios hasta los territorios del Deme una migaja y llévese lo que guste. Conocedores de que toda invasión debe iniciarse con una "familiarización" nominal, bautizaron su estrategia con el irónico nombre de Tratado de Libre Comercio y se dedicaron al saqueo y al pillaje  de las riquezas del subsuelo y los recursos de la biodiversidad ajenos. Obviamente, los criollos que les vendieron su patente les encimaron una pátina de "respetabilidad" certificada con el miserable apodo de inversión "extranjera" y hasta llegaron a darles cruces, llaves y toda esa clase de bisutería que suelen otorgar los derrotados. En sus nuevas colonias todo les marchaba viento en popa... hasta cuando descubrieron que los desesperados se les estaban metiendo en su guarida y entonces decidieron pelar el cobre: promulgaron leyes antiemigrantes, reforzaron fronteras y azuzaron su jauría. Las imágenes que anexo son tomadas de un correo que me llegó, vale la pena difundirlas y tratar de apoyar la propuesta de saboteo a sus  mercancías.
 


miércoles, 26 de mayo de 2010

No hay por quien

En medio de tanta respuesta "politicamente correcta", tanta encuestitis estratégica y tanta obviedad en los análisis, por fin aparece un comentario desde una perspectiva refrescante y enriquecedora, que, por lo menos, exige un mínimo de capacidad lectora y un toque de autoanálisis. No es lo mejor que le he leído a esta periodista (de hecho, ella misma insinúa el reconocimiento de sus falencias), pero sí es de lo más novedoso y propositivo que se ha publicado en Colombia sobre el análisis del comportamiento social ante la pantomima electorera. Por supuesto que, para quienes conocen algunos textos de crítica psicoanalítica o de la Escuela de Fráncfort, el texto puede parecerles algo "trasnochado", pero, para este aciago momento de la inteligencia colombiana, no me negarán el derecho a maravillarse. Una vez más, como ya lo he hecho otras muchas, copio de El Espectador, el único diario colombiano que se permite el lujo de tener un selecto cartel de intelectuales columnistas. De Carolina Sanín, recomiendo todos sus escritos. Consulténlos y sabrán por qué.

Los pretendientes

Por: Carolina Sanín

A veces me intriga que en Colombia la publicidad política negativa no se meta con la vida sexual de los aspirantes a presidente, a diferencia de lo que sucede entre los estadounidenses Me pregunto si nuestro desinterés indica que nuestro catolicismo es menos hipócrita que el puritanismo del norte, o si indica lo contrario, y si en nuestro recato influye el hecho de que diariamente vivamos escándalos más vitales que la vida privada, patrimonio del Primer Mundo. Por un lado, supongo que los candidatos se protegen unos a otros porque todos tienen “rabo de paja” —excusando la turbiedad de esa expresión cuando es sexual su referente— y por otro, me parece que lo que nos disuade de escudriñar la libido de nuestros aspirantes atañe a la manera como manejamos nuestros celos. Allí donde los electores estadounidenses asumen con vigilancia su posición de cortejados, nosotros la asumimos con la vista gorda. Para asegurar la exclusividad de la espléndida cópula democrática con nuestro candidato —de esa esperada noche de los escrutinios electorales— no cuidamos la castidad del pretendiente, sino que optamos por presumirla: por ver al novio como alguien que no desea nada distinto de nuestros votos. Pero no es de esta teoría —que ve cualquier voto como un voto matrimonial e interpreta la campaña presidencial como el cortejo entre unos pretendientes individuales y masculinos, o masculinizados, y una masa política amorfa y feminizada— que quisiera hablar (pues está pobremente formulada y no me la creo del todo), sino de cómo cada cuatro años, durante la campaña presidencial, los nacionales nos unimos para comerciar en grande con el deseo. El candidato a presidente está determinado por la aspiración desvergonzada de prevalecer sobre sus iguales. Si este deseo es satisfecho, entonces su nombre se inscribe en una especie de lista genealógica que sirve como índice de la historia nacional. Para ello no importa lo que él efectivamente haga una vez haya obtenido el poder de ejecutar; sólo importa que ha sido elegido: que ha sido el más amado. El deseo del candidato es, pues, el de ser amado para entrar en la historia y no ser olvidado como nosotros los amantes, sus electores, que aseguramos con nuestro voto su pervivencia. A diferencia de lo que sucede con el príncipe, que ha nacido para ser rey y cuya coronación connota el sometimiento al tiempo pasado y a un principio sobrehumano, la figura del candidato presidencial es la del ansioso. Para despertar el deseo capaz de hacer que el suyo sea satisfecho, el candidato promete; se convierte él mismo en promesa. Es fraudulento, pues obra un engaño que hace pasar por poder real el simple anhelo de poder, y se inviste de un poder inexistente: el de controlar el tiempo futuro. En cuanto pueden hacer que la pretensión del pretendiente se realice, la masa electoral y la opinión pública entablan con él una relación erótica. Despliegan entonces la rutina de la seducción: las pruebas, los cuestionamientos, las reticencias, los mensajes dobles de las encuestas y finalmente el voto, que, por definición, es otra promesa: otra extralimitación. A mí me indispone el ímpetu conquistador de los candidatos; ese deseo afanoso que sienten por usted y por mí. Y me descorazona presentir que el elegido será el que enarbole el deseo más aplastante. Pero puesta a satisfacer con mi promesa a alguno, elegiría al candidato Pardo, seducida por la parquedad —por la pardez— de su ambición. Rechazaría de plano al candidato Santos —de tan casto apellido— quien, confundiendo su deseo con un derecho y pasando por príncipe en una democracia, es tirano aun antes de poder serlo.
Carolina Sanín, 22 Mayo 2010 - 11:59 pm

jueves, 20 de mayo de 2010

La pared y la muralla son el lienzo del artista

Mis excusas previas por la pauta comercial que no pude omitir por ser un video robado. Si tiene alguna dificultad para verlo, es que está clicando sobre la imagen. Vuelva a clicar (que verbito tan sugerente) pero en la flecha de la linea inferior del recuadro.

martes, 18 de mayo de 2010

Parecía imitar a los demonios, pero sólo los dioses cantan así

Ronnie James Dio, el poderoso vocalista de los grupos Rainbow y Black Sabbath, cuyo nombre de pila era Ronald James Padavona, nacido en Portsmouth, New Hampshire 1943, falleció en Los Angeles, California el pasado 16 de mayo a las 7:45 am. A mediados de los '70, Ritchie Blackmore, el guitarrista de la banda inglesa Deeep Purple, lo contrató para cantar en Rainbow, su nueva banda, en la cual permaneció hasta 1979 cuando reemplazó al conflictivo Ozzy Osborne en Black Sabbath. Dentro de los clásicos fundamentales de su discografía figuran, de su etapa en Rainbow: Ritchie Blackmore's Rainbow (1975), Rising (1976) y Long Live Rock & Roll (1978) ; con Black Sabbath Heaven and Hell (1980), Mob Rules (1981) y Dehumanizer (1992); y con su propia banda DIO Holy Diver (1983) y The Last in Line (1984). Dio era conocido por sus agudos y su pose de hombre oscuro, así como por popularizar el gesto del "cuerno del diablo", sin embargo era un amigo leal y un esposo amoroso, respetado por sus compañeros, admirado por sus fans, amado por su esposa y muy apreciado por sus amigos. Démosle un hastaluego con las sentidas palabras de su compañero de banda, el guitarrista Tony Iommi.
"Ayer 16 de mayo, mi queridísimo amigo Ronnie James Dio falleció a las 7.45 AM en Los Angeles. He estado en shock desde entonces; no puedo creerme que haya muerto. Ronnie fue una de las personas más amables que puedas conocer. Pasamos momentos fantásticos juntos. A Ronnie le encantaba lo que hacía, hacer música y tocar en el escenario. Quería tanto a sus fans. Era la clase de hombre que ayudaba a los otros. Sinceramente digo que ha sido un honor tocar a su lado durante todos estos años. Su música vivirá siempre. Nuestros pensamientos están con Wendy Dio (la esposa de Dio) que estuvo con Ronnie hasta el final. Lo amó muchísimo. El hombre con la voz mágica es una estrella entre estrellas, un verdadero profesional.
Te echo tanto de menos, mi querido amigo".
Chao, viejo men, ya escucharemos tus cantos desde la Valhalla acompañado por Thor el heavy metal mayor.

martes, 11 de mayo de 2010

Co-incidencias afortunadas

Más que pretender elaborar un documento o material informativo que pudiese aportar alguna hipótesis sobre los temas de la teoría del caos, la física kantiana, la fenomenología de Merleau Ponty; o hacer acotaciones a la tradición rimadora colombiana, quiero aprovechar esta oportunidad para alimentar mi ego con la satisfacción que me dio el coincidencial reportaje de La W radio el jueves 6 de mayo, al día siguiente de mi entrada de homenaje a Raúl Gómez Jattín en la cual aludía a la proverbial capacidad verseadora de los colombianos. El acontecimiento en cuestión fue la solicitud de traslado que Wilfrido Rodelo de Oro (nombre auténtico que ya de por sí suscita reminiscencias medioevales), profesor del colegio Diógenes (¡!) Arrieta, elevó ante la Secretaría de Educación de Bolívar y la respuesta de aceptación que por ésta le hizo llegar Nerlides (¡!) Hernández, jefa del cargo. Si bien la métrica de la segunda no tiene la redondez de las décimas del profesor Wilfrido, esta correspondencia merece ser utilizada por algún profesor de español que quiera introducir a sus alumnos en una aventura creativa más exigente que las letras del reguetón o del merengue, destacando el “milagro” de encontrar, en pleno siglo 21, a un soñador que se expresa en redondillas y una empleada oficial con la suficiente inteligencia y sensibilidad para respetarlo y cumplirle.
Carta de Wilfrido Rodelo de Oro
Doctora Vilma Vergara
cordial saludo reciba
le redacto esta misiva
con mi décima bien clara.
Hoy mi musa le declara
algo de mi situación:
trabajo en la Institución
del gran Diógenes Arrieta
soy secretario y poeta,
para más información.
II
Yo tengo veintitrés años
de estar trabajando en ella
de mí no tienen querella
porque a nadie le he hecho daño.
No he recibido un regaño
de parte del superior,
él destaca mi labor
y he ganado su confianza,
pero mi mente se lanza
a pedirle un gran favor.
III
Existe una Institución
sin planta administrativa,
es algo que me motiva
a pedir reubicación.
Es la misma población
y el transporte no me cuesta,
hago esta humilde propuesta
pues la razón me lo pide
y si usted bien lo decide
trabajaré en La Floresta.
IV
Una certificación
del rector de esa entidad,
dice la necesidad
que tiene la Institución.
Aprovecho la ocasión
de anexarla a la presente,
deduzco que es conveniente
el respectivo traslado,
pues donde estoy ubicado,
hay personal suficiente.
Necesito un nuevo ambiente,
buscar un nuevo escenario,
considero necesario
trabajar con otra gente.
Así, respetuosamente,
recurro a su dependencia,
porque es de su competencia,
reubicar al personal,
para que en lo laboral,
haya mejor eficiencia.
VI
Considere mi propuesta,
estoy a su disposición
y confío en su decisión
de mandarme a La Floresta.
Esperaré su respuesta
con un fervoroso anhelo
desde mi glorioso suelo
me despido amablemente.
De usted, muy atentamente,
firma Wilfrido Rodelo.

Respuesta a la solicitud

Peticiones en poesía
no llegan aquí a menudo.
Reciba un cordial saludo
de nuestra Secretaría.
Han pasado varios días
desde su presentación
y por su radicación
Quizás estuvo secreta
en espera de un poeta
que diera contestación.
Por donde quiera que ande
la Secretaría le aclara
que ya no es Vilma Vergara
sino Nerlides Hernández.
Pendiente a lo que demande
el servicio educativo
por eso veo positivo
para bien de La Floresta,
si con personal no cuenta,
tenga un administrativo.

Si está la plaza dispuesta,
el traslado se concreta,
de la Diógenes Arrieta
pasarás a La Floresta.
Con esta se da respuesta,
de manera comedida
a la cuestión referida
mediante el presente oficio
y en razón del buen servicio,
justifico la medida.

Peticiones inusuales
como la que se responde,
decidirla corresponde
en estrofas decimales
Y siendo discrecionales
las cuestiones de traslado,
con un acto motivado
del señor Gobernador,
se responde a su favor
eso que ha solicitado.

Atendiendo lo diverso
de su escrito con talento
se abordó el conocimiento
de su petición en verso.
Considerando el anexo,
mi respuesta estaba en mora
pero ahora, ya, sin demora,
se puede ir a La Floresta,
en virtud de la respuesta
de esta humilde servidora.

jueves, 6 de mayo de 2010

Blanco es, gallina lo pone...

¡Es impactante! ¡Suena terrible! Si hasta parece que, ciertamente, el editorilista estuviese "indignado". Pero, veamos: Juan Gossain, director de noticias de RCN radio, es un periodista con más de treinta años de ejercicio profesional; desde hace unos 8 años, RCN junto con Caracol detentan el monopolio de la información y la redirigen hacia la defensa de las politicas de Estado desde los frentes de la propaganda institucional y el posicionamiento social de las campañas militares. ¿Cómo es posible que lo que aqui denuncia le parezca "asombroso", "sorprendente" o "increible", cuando desde sus comienzos ha sido conocido y denunciado a gritos por el pueblo raso? En fin... este audio puede ser un indicio de lo que le espera al salgareño.