lunes, 30 de noviembre de 2009

¡Agúzate! Que te están timando


Daniel Samper Pizano no necesita presentación. Es un señor periodista, que a pesar de sus abolengos y sus nexos con el periódico El Tiempo, expone en éste sus críticas claras, veraces, sabias y documentadas. El siguiente texto es tomado de su columna dominical (29-11-09) No lo voy a contaminar con comentarios innecesarios que puedan condicionar su lectura:

Banqueros bailan la danza del lucro

Daniel Samper Pizano

Le soltaron la rienda a su codicia, engañaron a la gente, quebraron el sistema económico, se quedaron con los ahorros de millones de personas, empobrecieron al mundo, provocaron incalculables despidos, frenaron el avance de decenas de países, hundieron al planeta en una recesión de la que tardará en salir... Y ahora resulta que están ganando más plata que antes, que pagan jugosos bonos a sus ejecutivos y que reciben condecoraciones como empresarios ejemplares.
Banqueros y financistas deben de estar muertos de la risa de todos nosotros, los pendejazos que seguimos pagando altas comisiones por gestiones burocráticas y elevados intereses por préstamos que agradecemos con besamanos y pagamos con sangre. He aquí el atroz contraste que ofrece Colombia: desde que nos afectó la crisis, el producto interno decrece o está congelado; la producción industrial cae al 7,3 por ciento negativo; los precios suben el 4,5 por ciento en el 2009 y el desempleo supera el 12 por ciento. Miles de familias sienten la crisis en carne propia y tienen que recortar gastos, pese a que Colombia sufre menos que otros países. Las entidades financieras, mientras tanto, bailan la danza del lucro. En los primeros ocho meses del año, según la Superintendencia Financiera, ganaron 5,9 billones de pesos, lo que representa un aumento del 37 por ciento frente al mismo periodo del 2008. Todos los del club se enriquecieron. Pero los más beneficiados fueron las comisionistas de bolsa y los fondos de pensiones, que incrementaron sus utilidades en un 51 por ciento. (En cambio, los afiliados a los fondos de pensiones obligatorias habían perdido, hace un año, 60.000 millones de pesos). ¿No eran ellos los malos del paseo, los culpables del derrumbe? Pues no les ha ido mal en la catástrofe. Tampoco a muchos ejecutivos que timoneaban la nave cuando chocó contra el témpano de hielo. Si un cajero se equivoca en 50.000 pesos, lo echan alegando causa justificada.
Pero directivos que arruinaron a millares de personas se retiran con jubilaciones y cesantías bochornosas. Fred Goodwin -"mal banquero y tipo deshonesto", según The Economist- se fue del Royal Bank of Scotland con una pensión de 980.000 dólares anuales; Stan O'Neill, de Merrill Lynch, quebró a la empresa y le dieron 159 millones de dólares por retirarse; Charles Prince, de Citigroup, se llevó 105 millones. El español José Ignacio Goirigolzarri, del BBVA, cobrará casi 5 millones de dólares al año. Cuando se retire, Alfredo Sáenz le costará al Banco de Santander cerca de 130 millones. Una parte de ellos saldrá de bolsillos colombianos, pues entre los dos bancos tienen más de 250 oficinas en nuestro país. Lo más insólito es que, por ricos que sean, los conglomerados nunca están contentos. El Grupo Aval, de Luis Carlos Sarmiento, ganó 444.000 millones de pesos en el segundo semestre del 2008, y el Estado, además, lo premió con créditos subvencionados de Agro Ingreso Seguro por 6.064 millones. A su turno, el Grupo Nule, beneficiado con costosas adjudicaciones públicas, recibió la prebenda de un préstamo por 13.600 millones procedentes -ojo al exabrupto- de la Dirección Nacional de Estupefacientes. La obligación venció hace años y aún no ha sido cancelada. En Inglaterra empieza a darse una discusión sobre la moralidad y la legalidad de semejantes abusos e injusticias.
Los banqueros no se arrepienten. "Hay que tolerar la desigualdad para lograr la prosperidad", proclama con cinismo un directivo de Goldman Sachs. "No es diabólico lucrarse", afirma otro del Barclay's. Todo esto resulta obsceno. Antes de que vuelvan a quebrarnos y de colgarles medallas conviene promover el debate: ¿es moral, es decente, es aceptable que los autores del desastre se llenen de dinero mientras los demás padecen los efectos de su avaricia? 
(Subrayados y negrillas del Blog) 
“Si la tierra está hecha para procurar a cada uno los medios de subsistencia y los instrumentos de su progreso, todo hombre tiene el derecho de encontrar en ella lo que necesita. Todos los demás derechos, sean los que sean, incluso el de propiedad, están subordinados a ello. [La propiedad] no constituye para nadie un derecho incondicional y absoluto..." (Pablo VI)