Me la eché con el titulito. Tres terminachos rimbombantes en una sola frase para exponer una diletancia fundamentada en su petitio principii (otro más descrestador aún). El primero de ellos, Especulación es (en la acepción que aquí nos interesa) el acto de reflexión dialéctica mediante el cual el sujeto pensante resuelve las contradicciones o antinomias aparentemente insalvables del objeto con que se relaciona (en cristiano: trata de explicar el cómo, el por qué y el para qué de las cosas de su alrededor). El segundo, Patafísica, es una contracción de epí ta metá ta physiká ἐπὶ τὰ μετὰ τὰ φυσικά (aquello que se encuentra «alrededor» de lo que está «después» de la física [el rebusque en griego es por posar, no le pare bolas]). Jocosamente ambiguo, el "método" patafísico se dedica «al estudio de las soluciones imaginarias y las leyes que regulan las excepciones» con base en el principio de la unidad de los opuestos (Coincidentia oppositorum). Como dijo Giordano Bruno, "el universo comprende todas las contradicciones inherentes a su ser en unidad y conveniencia". Y el tercero, el Punto de quiebre, es la metáfora de la que quiero echar mano utilizando la analogía de la línea platónica (Rep.VI) para tratar de sugerir algún paralelismo oculto entre las dos "regiones de la realidad" (mundo sensible y mundo inteligible) o, lo que es su equivalente, buscarle la comba a la posibilidad de una reunificación de los tipos de conocimiento (el sensible u opinión o doxa (δόξα) y el inteligible). Para ello cometo la introducción arbitraria de un Punto, si se quiere, Paradojal en el discurso de la razón a partir del cual las relaciones del sujeto con su modo de conocer le modifican y condicionan los desarrollos posteriores de su campo de realidad (¡Uf...! descubrí que el agua moja). Todo ese galimatías de Perogrullo para reclamar a lo que queda en el mundo de Investigación sobre lo social y Pensamiento Crítico, la necesidad de construir los insumos estéticos, epistémicos y vivenciales para una "revisión" de las formas, causas y efectos de nuestro hacer como especie en el mundo; entendida esta revisión no como un volver-a-mirar-en-busca-de- (opción que no se debe descartar), sino como un otear en todas direcciones hasta encontrar la mónada crítica (de crisis), el momento opcional, el segmento de disjunción en la historia del desarrollo social humano en el cual se optó por la opción materialista o tecnológica.

Son sólo preguntas. No tengo respuestas. Pero, al echarlas al aire, creo dar origen a una cadena de especuladores que se inquieten por aportar nuevas búsquedas y preparo el ambiente para mis próximos blogs referentes al "cambio de paradigmas".Agradeceré inmensamente todo aporte, comentario, contrapunteo, etc.