sábado, 21 de mayo de 2011

El fin del mundo. De los fines necesarios y los comienzos inconvenientes

Desde el momento mismo en que comenzamos a existir se da inicio en nuestra bitácora personal a una lucha "a muerte" entre esa breve interrupción del no ser  que es la vida y esa fuerza avasallante, continente y definitiva que es La Nada. Es una condición inapelable: sólo podemos ser en la medida de nuestra constante tendencia al no ser. El presentimiento de tan inexorable ley es fuente y origen de variados  y, algunas veces, prodigiosos documentos filosóficos, artísticos y científicos, los cuales, al final de cuentas, acaban aceptando el final como corolario de un proceso siempre perfectible: Los mundos (conjunto de cosas y fenómenos pertenecientes a un universo) sólo se constituyen como agentes continentes de especies, clases, grupos y sujetos en la medida en que sus contenidos establecen una dinámica de crecimiento cuántico, conservación de estado y agotamiento de su naturaleza.  Olvidémonos del galimatías pseudofilosófico y veamoslo en un ejemplo didáctico: Del universo de los útiles escolares, tomemos el mundo de los lápices. Es ése un mundo variado en tamaño, forma, color y calidad que está desde el momento mismo de su fabricación "encaminándose" a su "muerte" por consumo; caso contrario, que alguien adquiera un lápiz para otro uso que no sea el escolar, resulta obvio el "cambio de universo" del objeto en cuestión y, por tanto, su expulsión "catastrófica" del universo de los útiles escolares.
La vida, pues, no es otra cosa que la fugaz y fracasada lucha de los individuos por conservar su precaria unidad encapsulados en el capullo de una ilusoria totalidad que vaga a la deriva en la caótica marea de la nada... Pero fuimos enseñados a aferrarnos a ella y a temerle a la muerte con un temor que a veces se trueca en estupidez, locura u obsesión. Una estupidez que nos hace ver la amenaza del fin en cualquier acontecimiento casuístico, una locura que nos lleva a matricularnos en grupos o sectas que nos vendan la ilusión de algún seguro, una obsesión que nos hace perder la vergûenza y nos pone a perorar sobre epifanías rabiosas y apocalípsis revanchistas.
¿Ejemplos? Jim Jones en Guyana el 8 de noviembre de 1978, el Movimiento para la restauración de los diez mandamientos, en Uganda, la secta japonesa Verdad Suprema en el metro de Tokio,1995 (lease este informe al respecto) Ahora aparece un par de loquitos desgañitándose con el cuento de que AHORA SI; esta noche sin final del 21 de mayo de 2011 a las 02 de la madrugada SE ACABARÁ EL MUNDO. Robert Fitzpatrick, un ex-empleado y jubilado de 60 años oriundo de Staten Island, está tan convencido de que el fin del mundo se acerca, que ha gastado 140.000 dólares de sus ahorros en una campaña para advertir a todos que el mundo terminará esta noche.
Le gastó $ 90.000 a un millar de carteles fijados en los vagones del metro y 50.000 a vallas instaladas en paradas de autobús. "El Terremoto Mundial Más Grande: el Día del Juicio Final, el 21 de mayo" pregona una de las vallas financiadas por este optimista inverso. "Estoy tratando de advertir a la gente acerca de lo que viene",  "Las personas que tienen un conocimiento (del fin de los tiempos) tienen la obligación de advertir a todos", se empecina en decir Fitzpatrick. 
La manía de Fitzpatrick, comenzó después de su retiro laboral en el 2006 cuando comenzó a escuchar al evangelista Harold Camping, un líder religioso de 89 años de edad, quien por más de medio siglo ha dirigido un ministerio cristiano a través de Family Radio un emporio que desde Oakland, California se extiende a más de 100 estaciones de radio en Estados Unidos. 
Utilizando las matemáticas bíblicas, Camping ha podido identificar el dia en que fue creada la tierra  (11.083 aC),  así como el momento preciso en que fue circuncidado Abraham (2068 aC. y, jugando con los cálculos numerológicos, ha podido determinar que el mundo terminará a las 6 p.m. Pacífico, hoy sábado 21 de mayo, año de la gran tribulación de 2011. Pero, esto no es novedoso, ya el 6 de septiembre de 1994 Camping había "predicho" el fin del mundo... cuando, el 7 de septiembre, tuvo que ver salir el sol radiante y ajeno a la catástrofe, el reverendo admitió que "podría haber fallado en los cálculos". 

¿Cómo es que ahora sí llegó a la fecha verdadera? Simple: Camping calculó la fecha de la siguiente manera:
1- Según el Génesis, este 21 de mayo se cumplen "exactamente" 7 mil años del Gran Diluvio de Noé.
(El año 4990 (antes de Cristo, contando desde el año del Gran Diluvio) + 2011 (después de Cristo) – 1 = 7,000 años).
2- Camping recomienda sustraer un año al pasar del Antiguo Testamento al Nuevo Testamento.
3- Según Camping, algunas de las señales que indicarían que el fin de los tiempos está cerca son:
a- La completa degradación de la Iglesia cristiana.
b- El movimiento de orgullo gay por el cual seremos castigados como Sodoma y Gomorra.
c- El establecimiento de la nación de Israel en 1948 (Ayayayayyy...si se mete con el armagedón si se está exponiendo a que, de verdadcita, se le acabe SU mundo).
¿Se acabará por completo la Tierra éste 21 de mayo?: No, tendremos algunos meses de sufrimiento y caos hasta que Dios destruya por completo la Tierra el 21 de octubre del 2011, cuando el mundo, definitivamente, llegará a su fin. ¿Cuántas personas subirán al cielo?: De acuerdo con los cálculos de  Camping, unos 200 millones de personas están en la lista de afortunados. El resto de los mortales enfrentará un tenebroso panorama de cataclismos, enfermedades y padecimientos.
¿En dónde comenzarían los cataclismos?: El día comenzaría como cualquier otro. Pero, de acuerdo con Camping, a las 6 p.m. de su tiempo local, (11 p.m. del viernes tiempo Pacífico en Estados Unidos), los residentes de Nueva Zelanda serían los primeros ganadores. A la costa pacífica de los EEUU llegaría el fin a las 6 p.m. del sábado y a los países suramericanos hacia las dos de la madrugada del domingo.
¿Qué pasa si el 21 de mayo no se acaba el mundo?: Según Camping, la evidencia es tan abrumadora y específica que es imposible que no ocurra. De todas maneras, y por si las moscas, si hoy es domingo, o lunes, o cualquier otro día después de aquel fatídico sábado 21 de mayo de 2011 y Usted está leyendo esta auténtica revelación hecha por Dios a un hombre justo, pálpese sus homóplatos para cerciorarse de si le están saliendo plumas, o corra a un espejo y trate de vislumbrar un circulillo blanquiazulado flotando encima de su coronilla... quien quita que haya pasado el Juicio y Usted sea uno de entre los 200 millones de "escogidos" en el valle de Josafat. Pero, si en vez de plumas y aureola, Usted nota una acumulación aterradora de cuentas por pagar, escucha en la radio y ve en la tele unas vocecitas y unos individuos que le prometen todo tipo de pendejadas a cambio de su voto, no lo dude más: Usted no estaba entre los 200 millones de felices predestinados a la gloria eterna y... sí... su mundo se acabó hace ya un ratico. Pero, tranquilidad: Como dice la canción popular, "nadie es eterno en el mundo" y, digo yo, ningún mundo es eterno.