miércoles, 30 de junio de 2010

Alberto Duque López (1936-2010) QPD

Alberto Duque López (barranquillero a pesar de sus apellidos cachacos), se anticipó este 27 de junio a su cita con los replicantes en la Caja Caleidoscópica de la eternidad, para descubrir si es cierto que "los androides sueñan con ovejas eléctricas". Era corriente encontrárselo a la entrada o a la salida de las salas de cine, extendiendo su cordial ¡Hola, tigre!, que era como su código de cofraternidad con esa parvada de quirópteros que, como en un ritual religioso, nos le atravesábamos en la Cinemateca Distrital de Bogotá o el Auditorio León de Greiff de la Universidad Nacional; o en el Teatro Heredia de Cartagena, o en el TEC de Calí, o en el Pablo Tobón Uribe de Medellín, o en Los Fundadores de Manizales... Aunque le incomodaba la etiqueta de "crítico", reseñó a manera de amenas entrevistas, agudos reportajes y muy fundamentados comentarios el acontecer cinematográfico nacional, latinoamericano y planetario. Miraba el proceso evolutivo del cine latinoamericano con cierto tinte nostálgico (que más parecía un rasgo de su carácter bonachón y soñador) y se regodeaba en el recuerdo de lo que fue el Nuevo Cine Latinoamericano de los años setenta y los ochenta. Afirmaba que el "nuevo nuevo cine latinoamericano" soporta una etiqueta local que le rompe los nexos identitarios con las parcelas culturales de la región, y daba como ejemplo el énfasis temático de la actual cinematografía colombiana (el narcotráfico) y la realizada en Argentina (problemas sociales y familiares), por dar dos ejemplos. “Las condiciones políticas, sociales, culturales y económicas son muy diferentes. Lo que se llamó Nuevo Cine Latinoamericano fue el resultado de una serie de circunstancias que provocó el surgimiento de un grupo de realizadores, Littin, Sanjinés, Marta Rodríguez, Leonardo Favio, Torre Nilson, Gutiérrez Alea y Solás, (Ripstein, en su primera etapa con Cazals y Alcoriza, entre otros) que trabajaba con pocos recursos, apoyado por grandes escritores y actores que comenzaban sus carreras, de todo lo cual salían películas frescas, agresivas, llenas de humor y rabia que sirvieron para que los espectadores entendieran mejor lo que ocurría en sus respectivos países". La influencia literaria de los bohemios del Grupo de Barranquilla, particularmente de Alvaro Cepeda Samudio, de quien fue su amigo, se nota en la insuperable belleza poética de los títulos de sus novelas: Nueva historia de Mateo el Flautista: según la versión de su hermano Juan Sebastián y las memorias de Ana Magdalena. (Premio Esso de Novela en 1968) Bogotá: Ediciones Lerner, 1968., Mi revólver es mas largo que el tuyo. Bogotá: Colcultura, 1977. El pez en el espejo. Bogotá: Planeta Colombiana Editorial, 1984., Alejandra. Bogotá: Planeta Colombiana Editorial, 1988, Muriel, mi amor. Bogotá: Intermedio Editores, 1995 y Marlon Brando: escándalo y mito (Ensayo). Bogotá: Editorial Panamericana, 2004. El maestro Alberto alcanzó a recibir el Premio de Periodismo Simón Bolívar y varios India Catalina del Festival de Cine de Cartagena por cortometrajes de los que fue realizador. 
El periodista Ricardo Rondón Ch. publica en el periódico El Espacio (Bogotá, junio 29) la siguiente entrevista: 
-Te la has pasado casi toda la vida metido en las salas de cine: ¿no te da pena, Alberto?
-"Al contrario, me hizo falta más tiempo".
-Dicen que en una época te llevaban la comida al teatro. ¿Eso es cierto?
-"Todavía lo siguen haciendo".
-¿Y se hace buena digestión?
-"No, por eso siempre tengo pesadillas terroríficas".
-¿Por qué esa pasión enfermiza por el cine?
-"Porque es en la oscuridad es donde vivo mi verdadera realidad".
-Te imagino impúber, en el cine ‘Astral’, de Barranquilla, de pantalón corto, bien sentado, y lelo en las imágenes de ‘Lo que el viento se llevó.
-"Y también con las imágenes de las películas de vaqueros, con John Wayne".
-¿Te pasaste por mayor de edad para profanar el terreno de las películas prohibidas?
-"Sí, en un salón llamado ‘Rex’, que ya no existe, donde iba muy a menudo a ver películas francesas y suecas de alto calibre, que acababa sin entender".
-¿Cuál era el actor que más te emocionaba?
-"Humphrey Bogart en ‘El halcón maltés’ y ‘Casablanca’. No he podido olvidar su sombrero y su eterno cigarrillo".
-¿Y de ellas, de esos amores ilusos que le quedan a uno de por vida?
-"La cabellera de Ingrid Bergman y los senos de Sofía Loren".
-¿Y qué me dices de Rita Hayworth?
-"La cachetada que le dio Gleen Ford, todavía me está doliendo".
-¿Quién te enseñó a interpretar el cine?
-"Tuve el mejor maestro: Álvaro Cepeda Samudio, director del Diario del Caribe, donde yo trabajaba".
-¿Cómo te hiciste periodista?
-"Por pura intuición, haciendo turnos hasta las cuatro de la mañana. Era la época del ‘plomo’, es decir, del linotipo".
-¿Qué se hicieron tus amores cinematográficos?
-"Todas se casaron y muy bien casadas".
-¿No será que se aburrieron de tanto ir a cine?
-"Puede ser...".
-¿Cómo definir ese silencio casi sepulcral previo a una película?
-"Es como si uno estuviera en el infierno, si es que de todos modos le va a tocar".
-¿Y ese ruido como de vapor de los viejos proyectores?
-"Es inolvidable, forma parte de ese ritual nostálgico que nada lo puede reemplazar".
-¿Cuál es la salita de cine más triste que conoces?
-"Había una en Barranquilla donde una novia y yo nos metíamos para ver cualquier cosa y salir después absolutamente agotados...".
-¿Qué te ha dejado el cine?-"Si el cine no existiera, yo no estaría vivo".
-¿Por qué evitas el calificativo de crítico de cine?
-"Porque nunca lo he sido, ni lo seré. Apenas soy un fanático que trata de ver todas las películas que puede, pero sin autoridad para indicarle a los demás lo que pueden ver o no ver".
-¿Cómo es que te has acostumbrado a tanta oscuridad?
-"Es que cuando estoy en la vida cotidiana es como si fuera un pez fuera del agua".
-Pasemos a tu piscina literaria: ¿cuál es la más querida de todas tus novelas?
-"‘Alejandra’, porque es la mejor escrita y la que trabajé por única vez en mi vida en circunstancias seguras. Es decir, con un cheque al portador de una beca que me gané en la universidad de Iowa, en 1985".
-¿Cuál es la clave de tu titulación?
-"La elección del título es todo un ritual: jamás comienzo a leer un libro sin saber cómo se llamará".
-¿El título te da la historia?
-"Efectivamente, y en el solo título puedo invertir hasta cinco años".
-¿Sigues amando a ‘La Maga’ de ‘Rayuela’?
-"Claro, ese es un amor más allá de la muerte".
-¿Cuál es ese autor que por más devoción no has podido acabar de comprender y mucho menos de leer?
-"Ernest Hemnigway, es una interminable pelea casada con sus historias".
 -¿Y la película más bella que has visto?
 -"Una película francesa: ‘El samurai’, con Alain Delon".
-Tú que los has tenido de cerca: ¿cuál es el más encantador (a) de las luminarias del cine?
-"Pedro Almodóvar, por su sentido del humor, por su paciencia, y también porque pertenece a esa estirpe de hombres que nunca se dan por vencidos".
-¿Y el más crudo, el más parco?
-"Brian de Palma, el director: es un témpano, inaccesible y distante"
-¿Cómo te pareció Jodie Foster?
-"Muy próxima y cálida: como si la hubiera conocido de antes".
-¿Y Schwarzenegger?-"Muy humorístico".
-¿Te enamoraste de Julia Roberts?
-"Absolutamente"
-¿Por qué nunca te tomas un trago?
-"Porque me entran atravesados. Tolero los amigos que beben y puedo departir una noche con ellos sin beber una sola copa".
-¿El cine engorda?
-"Yo soy una prueba viviente".
-¿Cómo son tus sueños?
-"Casi siempre sobre el día que acaba de pasar".
-¿Tu gran pesadilla?
-"Llegar tarde a una película que estoy ansioso de ver y que me nieguen la entrada".
-¿Qué acostumbras dejar en los teatros?
-"A veces se me queda el paraguas, y treinta años atrás, recuerdos muy húmedos".
 -¿En dónde acostumbras ubicarte?
-"Atrás, al lado derecho".
-¿Te han puesto los pies en la nuca?
-"No, pero una vez una bella chica recostó su trasero: no recuerdo en qué película fue".
-¿No temes que de repente te sorprenda la parca en la oscuridad?
-"Al contrario, lo deseo".
-Sería una bella muerte en tecnicolor...
-"Yo preferiría una película de Bogart, en blanco y negro".
Réquiem por un hombre que, a su decir, fue una película en blanco y negro, tocada de emoción y de nostalgia

jueves, 24 de junio de 2010

Edith Shain- El inapreciable valor de ser besados

Ayer, 23 de junio de este año, que no es de gracia, la enfermera Edith Shain sucumbió al peso de sus 91 años, pese a que fue una mujer afortunada que supo lucir con gracia e inteligencia su generosidad de cuerpo, espíritu y mente, en una época en la que, al parecer, el falso moralismo y la hipocresía estaban menos exacerbados que en nuestro engañosamente "moderno" siglo 21. Edith fue la enfermera a quien un marinero anonimo propinó el beso que registró en su cámara el fotográfo Alfred Eisenstaedt el 14 de agosto de 1945 en Times Square (N.Y.). Treinta años después, Edith le escribió a Eisenstaedt para informarle  que aquella mujer de su retrato, publicada en la Revista Life, era ella que por ese entoncestrabajaba en el Doctor Hospital de Nueva York. La identidad del marinero aún hoy es desconocida. Para su fortuna, aquel beso la convirtió en invitada a numerosos eventos de homenaje a las Fuerzas Armadas y a los soldados caídos en combate. A su memoria, un fragmento de Piedra de Sol de Don Octavio Paz.
  ...el mundo nace cuando dos se besan,
gota de luz de entrañas transparentes
el cuarto como un fruto se entreabre
o estalla como un astro taciturno
y las leyes comidas de ratones,
las rejas de los bancos y las cárceles,
las rejas de papel, las alambradas,
los timbres y las púas y los pinchos,
el sermón monocorde de las armas,
el escorpión meloso y con bonete,
el tigre con chistera, presidente
del Club Vegetariano y la Cruz Roja,
el burro pedagogo,el cocodrilo
metido a redentor, padre de pueblos,
el Jefe, el tiburón,el arquitecto
del porvenir, el cerdo uniformado,
el hijo predilecto de la iglesia
que se lava la negra dentadura
con el agua bendita y toma clases
de inglés y democracia, las paredes
invisibles, las máscaras podridas
que dividen al hombre de los hombres,
al hombre de sí mismo,
se derrumban
por un instante inmenso y vislumbramos
nuestra unidad perdida, el desamparo
que es ser hombres, la gloria que es ser hombres
y compartir el pan, el sol, la muerte,
el olvidado asombro de estar vivos;
amar es combatir, si dos se besan
el mundo cambia, encarnan los deseos,
el pensamiento encarna, brotan alas
en las espaldas del esclavo, el mundo
es real y tangible, el vino es vino,
el pan vuelve a saber, el agua es agua,
amar es combatir, es abrir puertas,
dejar de ser fantasma con un número
a perpetua cadena condenado
por un amor sin rostro;
el mundo cambia
si dos se miran y se reconocen...

miércoles, 23 de junio de 2010

CULO Asociese y ayude a promoverlo

Aunque a veces le propinen sus pitonazos; grande o pequeño; plano o redondo; silencioso o estridente; individual o masivo, el C.U.L.O. (Club Universal de Libre Opinión) es hoy por hoy el más mirado y deseado de los órganos de expresión para los medios alternativos de información y comunicación que  necesiten y quieran liberarse de los controles hipócritas o mojigatos de la prensa escrita y algunos sitios oficiales. Promover el C.U.L.O. es reivindicar el derecho a la impertinencia, la rebeldía y la iconoclastia.

sábado, 19 de junio de 2010

Si perdemos las voces de la ironía...De aquellas reseñas que sería mejor nunca tener que hacer

Pero, que son ineludibles porque, más allá de lo noticioso, que puede ser fácilmente superado por la Prensa Asociada y la gran cantidad de blogs especializados en crónica literaria, la muerte de un grande de la literatura universal nos deja un vacío que no podrán llenar otros escribidores, por brillantes y novedosos que puedan llegar a parecernos. Y, cuando, como si no fuese suficiente, la Huesuda se nos lleva dos de nuestros más críticos y respetables intelectuales iberoamericanos... Este viernes 18 de junio, a sus 88 años, el escritor, novelista, poeta, periodista y dramaturgo portugués José de Sousa Saramago ha emprendido "El viaje del elefante" hacia "La Caverna", para ser testigo directo de "Las intermitencias de la muerte" en una digresión definitiva. Don José Saramago (Azinhaga, Santarém, Portugal, 16 de noviembre de 1922 - Tías,Las Palmas, España, 18 de junio de 2010), quien en 1998 recibiera de La Academia Sueca el Premio Nobel de Literatura, por su capacidad para «volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía» nos deja el recuerdo de una venerable persona cuya reciedumbre moral y madurez intelectual le permitían plantear con su mordacidad característica su crítica a las organizaciones religiosas, su desprecio por el actual Primer Ministro italiano, a quien se refiere en uno de los textos como la Cosa Berlusconi y su pasión por los autores ibéricos. ¿Qué otro temperamento podría esperarse del hijo de José de Sousa y Maria da Piedade, una pareja de campesinos sin tierra, a quien un funcionario del registro civil decidió encabalgarle en el registro el apodo de la familia paterna (Saramago, en español "Jaramago", nombre de una planta herbácea silvestre de la familia de las crucíferas) ? De su prolífica obra novelística y poética he tomado estos versos para decirle Muito obrigado!


ATÉ AO SABUGO
Dirão outros, em verso, outras razões,
Quem sabe se mais úteis, mais urgentes.
Deste, cá, não mudou a natureza,
Suspensa entre duas negações.
Agora, inventar arte e maneira
De juntar o acaso e a certeza,
Leve nisso, ou não leve, a vida inteira.
Assim como quem rói as unhas rentes.

HASTA LA CARNE
Otros dirán en verso otras razones,
Quién sabe si más útiles, más urgentes.
Éste no cambió su naturaleza,
Suspendida entre dos negaciones.
Ahora, inventar arte y manera
De juntar el azar y la certeza,
Se lleve en eso, o no, la vida entera.
Como quien se muerde las uñas cercenadas.

Hoy, 19 de junio Don Carlos Monsiváis Aceves (Ciudad de México, 4 de mayo de 1938 - Ciudad de México, 19 de junio de 2010) decidió acompañar al nobel lusitano. Monsiváis, uno de los escritores más importantes del México contemporáneo, fue además una imagen pública fácilmente identificable y estimada. Sus posturas políticas y su actividad crítica lo llevaron desde el inicio de su carrera periodística a estar al tanto de todos aquellos fenómenos literarios, sociales y culturales que implicaran un desacato al conservadurismo, al autoritarismo y al orden establecido. La ironía, inclusa en su sátira política como crítica mordaz frente a la realidad intolerable, es un elemento constitutivo, sino el esencial, de sus textos. Un ejemplo de ello es su columna "Por mi madre bohemios" (que lleva décadas editándose en diversas publicaciones del país) en la cual expone la demagogia de las clases que gobiernan el país mediante una compilación de declaraciones de políticos, empresarios, representantes de la iglesia y otros personajes de la vida pública, para mofarse de su ignorancia o su visión limitada del mundo. Su temática recorre desde los ídolos populares (El Santo, Cantinflas) hasta personajes o acontecimientos que, como el movimiento estudiantil de 1968, el movimiento feminista y las figuras contestatarias de izquierda, implicaban un rechazo a toda posición intolerante y retrógrada. A pesar de tener más de cincuenta libros publicados, gran parte de su obra se ha difundido en periódicos, revistas, suplementos, semanarios y todo tipo de fuentes hemerográficas. De entre sus innumerables libros destacan Días de guardar (1971), Amor perdido (1977), Nuevo catecismo para indios remisos (1982), Escenas de pudor y liviandad (1988), Los rituales del caos(1995), Salvador Novo. Lo marginal en el centro (2000) y Aires de familia. Cultura y sociedad en América Latina (2000), entre otros. ¡Abur, abur, Maestro! Que desde ese Paraíso etéreo de la Conciencia Colectiva su escepticismo redomado siga siendo el faro que guíe los acales recién botados al mar literario iberoamericano.

miércoles, 16 de junio de 2010

¿Qué más se puede esperar?

Mucho...En los docientos años de intentos fallidos de auto-constituirse como nación soberana, Colombia ha protagonizado una historia ininterrumpida de odio, sangre, explotación y engaños. Pendiendo siempre de los hilos del control económico, unos cuantos clanes originalmente terratenientes, luego industriales, posteriormente comerciantes y finalmente mafiosos, hicieron del aparato Estatal el más eficaz de los instrumentos de poder político. Sólo requirieron para coronar sus objetivos la complicidad de un sistema educativo estupidizante, la solidaridad de una estructura eclesial alienante y el acompañamiento de una fuerza militar coercitiva. La escuela nos enseñó la "importancia" cívica del sometimiento ritual a las falacias políticas disfrazadas de elecciones "democráticas"; la iglesia nos alejó de cualquier pensamiento "rebelde" que nos llevara a cuestionar las decisiones de los gobernantes y las "fuerzas del orden" nos hicieron "saber" a lo que nos exponemos cuando no encajamos en el engranaje. Es un recuento simplificado y un poco caricaturesco, si se quiere, de nuestra historia latinoamericana; sin embargo, puede resultar sugerente si se quiere tratar de entender las sinrazones que llevan a los ciudadanos de una nación atrofiada a creer que con su votación pueden torcerle el cuello al monstruo bicéfalo de la in-equidad social y la ilegalidad justiciera.
Un principio elemental de la economía política, es el aprovechamiento de todo papayazo que nos brinde el oponente: En vísperas de elecciones para Cuerpos Colegiados sustenté mi negación rotunda a votar, porque, argumentaba, era la oportunidad para enviarle a los politiqueros un mensaje que los llevara a replantear sus estrategias. La respuesta generalizada fue una de esas joyas "argumentativas" del lugar común y el pensamiento esclavo: el que no vota no tiene derecho a exigir. Dicho esto por personas del común, vaya y venga; pero, planteado por militantes de lo que alguna vez fuera un "partido de izquierda", era una clara y contundente advertencia de lo que se estaba cociendo en la marmita burocrática. Enceguecidos y torpes, no vislumbraban la influencia determinante del número electo de senadores por bancada para las elecciones presidenciales. Ahora, cuando servida la sopa, se hacen evidentes los adobos del recetario, se están dando cuenta de la ocasión dilapidada y están convocando a la abstención. ¡Ya para qué! Por el contrario: El voto en blanco, o nulo o por Antanas puede ser un buen recurso para explotar sus contradicciones y poner en evidencia el extremismo de que son capaces. Porque, y no nosdigamos mentiras, el greench ya está elegido desde el instante mismo en que el salgareño vio hundirse su referendo reeleccionista, lo de la "votación popular" no es más que una pantomima que les sirve para que sus calanchines muevan sus peones y aireen  sus billetes.

jueves, 10 de junio de 2010

Episodios de nuestra América que es mejor nunca olvidar

Ahora, cuando el salgareño atropella a la Justicia colombiana con su parlache de culebrero enfurecido por la valiente y esperanzadora condena al coronel plazas vega, asesino despiadado del Palacio de Justicia hace 25 años, vale la pena rescatar del olvido histórico el Juicio sumario oral por traición “al pueblo y a la nación” que el grupo guerrillero Montoneros le aplicó el 31 de mayo de 1970 al ex presidente de facto Pedro Eugenio Aramburu en Timote, a 150 kilómetros de Buenos Aires, Argentina, conmoviendo a una sociedad que, en aquel entonces, se hallaba polarizada entre adeptos y disidentes del régimen dictatorial de Alejandro Lanusse. Aún restallaban los ecos de la tarde del 16 de junio de 1955, cuando varios helicópteros y cientos de miembros de las Fuerzas Armadas dispararon indiscriminadamente contra una multitud peronista que se manifestaba a favor de su caudillo en la Plaza de Mayo. Hubo más de 300 muertos y miles de heridos. Aún no cerraban las heridas ni se apagaban los rencores por el recuerdo de la tarde en que Susana, la hija del General Juan José Valle, acudió junto con su madre a la casa presidencial de Olivos para implorarle clemencia al jefe de Estado, invocando la amistad que su padre y Aramburu habían compartido. Aramburu les mandó a decir que dormía la siesta.
Entre los muchos crímenes imputados, Aramburu soportaba el haber hecho parte del plan que con el pomposo sobrenombre de "Revolución libertadora" derrocó al populista Juan Domingo Perón para posesionarse como presidente de facto en noviembre de 1955, haber ordenado el fusilamientos del General Juan José Valle y 26 civiles, acusados de conspirar contra su régimen  en el alzamiento de 1956 y, el más imperdonable de todos, haberse ensañado contra la memoria de Eva Duarte de Perón, desapareciendo su cadáver, “el único testimonio material que nos quedaba de la compañera Evita”, ordenando decapitar todos sus bustos, rebautizando las ciudades y estaciones del metro cuyos nombres hiciesen alguna referencia a los nombres de Perón o Evita y llegando, incluso, a prohibir so pena de cárcel, que se pronunciara sus nombres. Como si todo ello fuese poco, durante los casi tres años que duró en el poder, clausuró los espacios de participación al Partido Peronista y, en plena Guerra Fría, alineó a Argentina con Washington y auspició el ingreso del país al Fondo Monetario Internacional. El segundo día del juicio, cuando surgió el tema de la “compañera Evita”, como la llamaban los Montoneros, Aramburu pidió a sus jueces que apagaran la grabadora, “Sobre este tema no puedo hablar por un problema de honor. Lo único que les puedo asegurar es que ella tiene cristiana sepultura”, dijo. Luego les prometió que haría aparecer el cadáver y pidió lápiz y papel. A la mañana siguiente confesó que Eva Perón estaba sepultada en Roma, con  un nombre falso y bajo custodia del Vaticano, y que la documentación del robo de su cadáver se encontraba en una caja de seguridad del Banco Central a nombre de un coronel Cabanillas. 
El escueto comunicado emitido por los Montoneros,  fechado el 1º de junio, bajo el encabezado “Al Pueblo de la Nación”, rezaba: “La conducción de Montoneros  comunica que hoy a las 7.00 horas fue ejecutado Pedro Eugenio Aramburu. 
Que Dios Nuestro Señor se apiade de su alma. Perón o Muerte, Viva la Patria”.

lunes, 7 de junio de 2010

Hasta la vista Omar Rayo QPD

El universo de las Plásticas es un mundo sui generis en el cual el artista debe ser un espectador de la guerra a muerte entre la "calidad" estética reclamada por la obra y la intensidad vital de los acontecimientos cotidianos que constituyen su anecdotario personal. Algunos se parcializan hacia los escándalos de droga y sexo, otros tienen que dedicar cada minuto de su existencia a amurallar la fortaleza que resguardará su obra para una imposible posteridad, otros se aprovisionan de un costoso curator... Hoy, siete de junio de 2010 se nos va el maestro Omar Rayo. Yo me declaro impedido para emitir un juicio objetivo e interesante sobre sus intaglios; pero encontré una excelente solución en un perfil que Fernando Gómez le hizo para su blog Museo Rayo en el 2003:
Perfil De Omar Rayo
EL PINTOR ERRANTE

Por Fernando Gómez
La biografía de Omar Rayo es tan entretenida como un libro de aventuras, hay viajes al corazón de la selva amazónica y paradas en los andes bolivianos. La escuela de Rayo fueron los viajes y los grandes maestros latinoamericanos; se graduó con honores, pero su carrera, además de premios y reconocimientos, también ha estado marcado por odios y las polémicas. 
La carrera artística de Omar Rayo empezó a consolidarse con un anuncio de periódico:''Curso de dibujo por correspondencia, Academia Zaer, Bueno Aires-Argentina''. Rayo que ya había iniciado su camino como dibujante amateur a la increíble edad de tres años, al pintar con carbón la sombra de un perro en la pared de su casa, no dudó en recortar el anuncio. Les escribió a los argentinos y a vuelta de correo recibió un sobre que le hizo temblar las manos: era su primer aproximación ''académica'' al arte. Tenia 16 años y sus oportunidades de convertirse en artista en un pueblo colombiano llamado Roldanillo eran bastantes remotas. En esa época, 1944, las escuelas de arte quedaban demasiado lejos para un muchacho de provincia. Pero Rayo era terco. Se defendió como pudo con las condiciones que le imponía un curso que le llegaba de la Patagonia. Realizaba sus planchas con juicio espartano y las enviaba de vuelta a la espera de un nuevo reto. Cumplió con todo y se graduó con honores. Cuando terminó el curso se dio cuenta de que apenas estaba empezando, ¿Se iba a convertir en caricaturista del pueblo? Agarró el diploma que le enviaron de Zaer y tomó rumbo a la ciudad más grande que conocía: Santiago de Cali.
En Cali se ganó la vida haciendo caricaturas para consultorios de médicos y despachos de abogados. Tuvo un paso fugaz por la naciente Escuela de Bellas Artes donde le dijeron que ya no tenía nada que aprender. No pudo ser estudiante y su trabajo como caricaturista no tenía mucho futuro: sus dibujos ya habían colmado todos los espacios que podían colmar, ''después de haber alcanzado cierta fama local conocí a alguien que me dijo que mi destino se hallaba en Bogotá. Y me dio un empujón definitivo. Vio mi trabajo y me regaló un pasaje de avión''. Ese hombre era el escritor colombiano Álvaro Mutis que, en ese momento, trabajaba en el departamento de publicidad de una aerolínea. Mutis, como todo el mundo sabe, como ya se ha escrito miles de veces, llegó a perder la libertad por ese tipo de actos filantrópicos con artistas y escritores. Pero con Rayo no se equivocó. Esta vez el joven aprendiz de artista no fue en busca de compradores de caricaturas. Fue al encuentro de la elite intelectual del país. En esos días, el cuartel general de los poetas era el café Automático. Rayo, según los recuerdos de José Font Castro, entró al café como todos los recién llegados:''pisando bajito, como escondiéndose detrás de ellos mismos, con la inevitable carpeta de papeles bajo el brazo —sus poemas o sus dibujos— a observar desde otras mesas a aquellas estatuas vivientes y a la expectativa de poder abordarlas. Así apareció la primera vez en el Automático un adolescente que llamaba la atención por su buen físico y especialmente por una estatura que traicionaba su íntimo deseo de pasar desapercibido''. Ese adolescente, sentado en el último rincón del café, los conquistó con sus travesuras con el lápiz, finalmente le dieron la bienvenida al grupo de elegidos y se ganó su admiración el día que los sorprendió con su primer intento pictórico: ''el maderismo''. Eran veinte retratos de los personajes más reconocidos del café dibujados con trozos de madera. Ese fue su primer paso a la fama. Los cuadros nunca se vendieron, pasaron a ser parte de la decoración del café y con ellos pudo pagar sus viejas deudas de aguardiente...
—¿Un Whisky? Desde hace años tengo este ritual: whisky a las cinco de la tarde.
Rayo interrumpe sus recuerdos por un rato. Se para de la silla de cuero que preside la sala de su casa en Roldanillo y toma rumbo a un mini-bar que se encuentra custodiado por una foto suya junto al poeta Pablo Neruda. Mientras sirve el trago de una botella de Chivas Regal señala un cuadro que está justo detrás de la silla y confiesa que, no hace mucho, tres o cuatro años, un político quiso llevárselo a cambio de ayuda estatal para el museo, ''lo mandé al carajo''.
Rayo tiene poco más de setenta años, vive entre Nueva York y Roldanillo, y a pesar de la edad todavía se mantiene fuerte y conserva su sonrisa tipo Omar Shariff. En el Pueblo no guarda ninguna clase de etiqueta ni posee ningún tipo de pose de ''hombre de mundo''. Normalmente se viste de paisano, zapatos sin medias, guayabera y pantalón blanco. Algunos de los habitantes más viejos del pueblo lo llaman por su nombre y a su paso le gritan algún ''Adiós, Omar''. Los niños, que son las personas del pueblo que más han disfrutado el museo, se le acercan con un respetuoso ''maestro''. Luego lo tratan como a un abuelo e, incluso, se dan licencias para alguna travesura. ''Hace años —dice Rayo—, estaba preparando una exposición en Hamburgo. Antes de empacar las obras decidí presentarlas en Roldanillo y, en uno de mis paseos por las salas, justo dos días antes del viaje, escuché el grito de una mujer, de la directora de un curso de colegio que iba de tour por el museo. Uno de sus alumnos quería clavarle una aguja a un cuadro. Era mi serie de esquinas abultadas y ese pequeño, dueño de una curiosidad incontrolable, tenia la intención de desinflar en cuadro''.
En la época de la del café Automático esos efectos de sus obras no habían hecho su aparición. Tampoco era ''maestro''. Era sólo un muchacho talentoso abriéndose camino. Nueva York apenas se le aparecía en sueños. Pero ya era conocido. Fue contratado por el diario El Siglo para realizar los rostros de los invitados a la Conferencia Interamericana de 1948 y por la revista Semana para hacer sus portadas. Inventó una corriente más, marcada por surrealismo, llamada el bejuquismo, en la que reemplazaba los trozos de madera de sus retratos por bejucos. Cuando todo apuntaba a que Rayo se convirtiera en el gran ilustrador y caricaturista colombiano, en un buen artista local, nuevamente le picó el bicho de partir. El embajador de España le ofreció una beca para viajar a Madrid a una escuela de bellas artes, pero él tenía otros planes. Ya había delineado un particular plan de estudios. Había ahorrado unos pesos y se los gastó en un viejo sedan amarillo con el que iba a recorrer América Latina. El auto lo dejó botado en Guayaquil y tuvo que continuar su periplo en buses, a dedo, en tren, en avión y en planchones por el río Amazonas. Llevó acabo el mismo método que había seguido en Bogotá: buscaba las principales figuras intelectuales de cada país y aprendía directamente de ellas. Consiguió que Guayasamín inaugurara una de sus muestras en Quito, conoció a escritores como Jorge Amado y Pablo Neruda, pero su principal descubrimiento fueron los indígenas en el trapecio amazónico. Llego hasta allá, al centro de la selva, gracias a un comerciante de tapetes indígenas que, a cambio de unos dibujos, lo llevó en su hidroavión. Con ellos aprendió técnicas de grabado y empezó a estudiar con detenimiento su geometría, y mientras aprendía, también encontraba el placer de comer carne de mico y a saborear con gusto una que otra delicia de las tribus amazónicas. Así transcurrieron cinco años de 1953 a 1958. Cinco años de viajes y experimentos. Pasó hambre en Montevideo, dibujó indígenas en Bolivia y Perú, en Buenos Aires pintó gatos y en Santiago de Chile estuvo a punto de quedarse en la calle y morir de frió durante el invierno. La dueña de la pensión en la que se hospedaba, luego de varios meses de no pago, le pidió que se fuera. No tenía una sola moneda en el bolsillo y, sentado en la Avenida O'Higgins, ocurrió el milagro. Un hombre pasó gritando que compraba ropa usada. Rayo tenía seis trajes Everfit que había traído de Colombia. Con la venta pagó lo que debía y compró un tiquete en un barco llamado Marco Polo que iba de Valparaíso al principal puerto de Colombia en el océano Pacifico: Buenaventura. Estuvo poco tiempo. Sé reabasteció de dinero y siguió su camino a Centroamérica y México. Y en México logró consolidarse como artista.
Rayo, hoy en día, divide su trabajo en los dos lugares en que vive. En Nueva York realiza sus bocetos. Deja que las ideas le ronden la cabeza un buen rato. Luego va en busca de un papel cuadriculado y elabora sus primeros dibujos. Los hace a lápiz, los repite con marcador. Les aplica color, los pega en una hoja en blanco, los titula y los guarda. Repite el proceso varias veces: en su apartamento, en la silla de un avión, en el sofá. En Nueva York se abastece de materiales, compra pinceles, lino blanco, bastidores de pino. Más tarde, en Roldanillo, antes de entrar en el estudio, se entretiene caminando por el pueblo. Ruega para que los días sean luminosos: se siente incapaz de pintar con lluvia. Finalmente se encierra en el taller y no permite que nadie lo interrumpa. No contesta el teléfono y el único ruido que soporta es el de sus discos compactos de flamenco y música japonesa. Esa rutina de artista consagrado no era posible en esos años de México. Rayo entró a trabajar al taller de grabado de la Esmeralda, en el D.F., donde se encontró con otros aprendices, José Luis Cuevas y un indiecito de Oaxaca, que en esa época poca hablaba poco español: Francisco Toledo. Rayo, para tener algo de privacidad, se ofreció a realizar la limpieza del taller en las noches. Ahí llevaba a cabo sus experimentos. Uno de ellos, que nació de un descuido, sería definitivo. ''Olvidé limpiar las planchas y, en el papel, quedó atrapado un trozo de cabuya''. Ese fue el inicio de la técnica que lo hizo famoso: los intaglios. Viajó a Nueva York y un galerista se entusiasmó con esos objetos cotidianos que salían del relieve de una hoja en blanco. Rayo les imprimía humor: eran tijeras o lápices doblados como si fueran trozos de cartulina, había frutas, mujeres desnudas. Su galerista no fue el único emocionado con el nuevo descubrimiento: sus obras fueron a parar a la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Sus días en un piso frió y sin baño estaban a punto de terminar. Su obra explotó. Se empezó a hablar de él en Nueva York, ganó la bienal de Puerto Rico, el eco de su éxito llegó a Colombia. Y, paradójicamente, su éxito desató una guerra. Entre 1970 y 1971, sus mejores años desde que inició su largo peregrinaje, logró convertirse en un personaje odiado. Rayo todavía no entiende qué pasó. En 1970, luego de haber participado varias veces en el Salón Nacional de Artistas, recibió el primer premio. En ese momento, Juan Calzadilla, crítico venezolano que hizo parte del jurado, pudo describir la incomodidad que representaba Rayo para muchos de sus colegas al final de un artículo: ''¿Cuál iba a ser la reacción ante aquel primer premio a un pintor cuya 'mediocridad es conocido por todo el pueblo colombiano', según me pudo decir textualmente un artista que, al mismo tiempo que me lo decía, me fulminaba con una mirada que quería ser un rayo?''. Merino, el caricaturista de El Tiempo, el diario más influyente de Colombia, publicó una caricatura en la que resumía el (re)sentimiento de sus enemigos, un pintor le decía a otro: ''Tómalo con calma. Nos partió como un Rayo...". Al año siguiente, para confirmar su momento de estrellato, el Museo de Arte Moderno de Bogotá realizó su primera retrospectiva. Esta fue la presentación de la muestra:"Indudablemente el nombre de Rayo es muy conocido en Colombia. Sin embargo su obra —exhibida generalmente en el exterior— no ha tenido oportunidad de mostrarse ampliamente al público colombiano. Por ello resulta de especial interés contrastar ahora un vasto conjunto de su creación —y no solamente una muestra parcial— con el ambiente artístico del país, y enfrentarnos a Rayo con la seriedad y profundidad a que su obra tiene derecho''.
Las palabras que escribió la directora del museo, Gloria Zea, tienen tanta pertinencia como hace treinta años. Rayo ha sido el ''pintor maldito'' de Colombia. Hace poco más de 15 años que no tiene una exposición de grandes dimensiones en Bogotá. Lo conocen, lo respetan y, prácticamente, todo el mundo tiene conciencia de su obra. Pero fuera de Roldanillo, al menos en Colombia no existe. No es un artista demasiado ''expuesto''. Cuando viene a Bogotá se siente extraño. No sabe si ir o no a la inauguración de una muestra. Todavía no sabe si es un marginado o no. En la calle no pasa igual. No es raro que un estudiante lo reconozca y le pida un autógrafo. Algunas mujeres de edad se le acercan, lo besan y le dicen que todavía ''está muy buen mozo". Él se ríe, pero su coraza sigue impenetrable. Los golpes de hace treinta años no le sentaron bien. En el mismo año de su retrospectiva, en 1971, fue invitado a uno de los eventos más importantes en el mundo del arte: la Bienal de Sao Paulo. Ganó. Y la reacción de sus colegas no fue de alegría, sino de envidia. El diario El Tiempo, a través de cartas firmadas supuestamente por otros artistas, se lleno de mensajes desobligantes contra él. Esta es una de las mejores joyas': 'Mientras Tiziano es robado en Italia, en Sao Paulo, un bienal militar boicoteada por todos los artistas libres de América Latina, otorga unos dólares al decorador Omar Rayo. ¡Vivan los ladrones de Tizianos! ¡Viva la verdad! ¡Abajo el clan de azafatas internacionales! Sus nenedocs. ¡El gorilato suramericano y la prostitución del arte!''. La carta estaba firmada por el artista Pedro Alcántara que al igual que Leonel Góngora y Carlos Rojas, envió una carta de su puño y letra para que se corrigiera la información: ellos no habían escrito los panfletos contra Rayo. Pero el daño ya estaba hecho. La polémica siguió su rumbo. Escribieron que el premio no era un primer premio, sino un cuarto lugar. Merino de nuevo afiló su lápiz. Su caricatura presentaba a un grupo de pintores que veían como un rayo caía sobre la ciudad de Sao Paulo. El texto era otro juego de palabras: ''¡Caray! Nos están tirando RAYO...''.
El desenlace de la pelea tuvo un final que, para sus detractores, resultó ser una patada: su museo, en muchos círculos, fue visto como ''un monumento al ego''. Rayo regresó a Colombia, recibió varias condecoraciones, el Presidente de la República le hizo un homenaje y, en su pueblo, en una especie de desagravio, el alcalde de Roldanillo le regaló un terreno, la antigua plaza de mercado, para que hiciera una casa de la cultura o una de recreo. Rayo no sabía qué hacer con ese pedazo de tierra. Fue a México y allí, un viejo amigo suyo, el arquitecto Leopoldo Gout, le propuso construir un museo que, a la postre, logró imponer a Roldanillo en el mapa no sólo de Colombia, sino en el resto del planeta: Ahí se han exhibido litografías de Goya, obra gráfica de artistas como Vicente Rojo y su viejo amigo José Luis Cuevas, ¿artistas colombianos? Pocos. Rayo, sin embargo, prosiguió su vida por fuera, expone en todas partes, España, Japón, Alemania, China, lugares tan inhóspitos como Nueva Zelanda. Su obra continuá su propio rumbo. Rayo se concentrá en su principal descubrimiento plástico: la tridimensionalidad en espacios planos. Ha hecho miles de variaciones sobre el mismo tema. Se encerró a buscar la perfección como lo han hecho todos los maestros: Botero y sus figuras gordas, Manzur y los San Sebastianes, Obregón y sus barracudas y cóndores, Edgar Negret y Ramírez Villamizar con la escultura abstracta, Ana Mercedes Hoyos y el pueblo de Palenque. Rayo, a diferencia de los otros, sigue siendo el artista maldito. Un artista que, sin embargo a dado una lección de coraje. Rayo es un capítulo vivo de la historia del arte Colombiano. Es único. Hoy en día nadie tiene la perspectiva de una búsqueda personal tan intensa. Las carreras de todos los artistas alcanzan a tener cierto parecido. Todos van cinco años a la universidad, cuando quieren viajar, buscan una beca para seguir estudiando en el exterior, a encerrarse en otra universidad. Rayo no lo hizo y se convirtió en maestro. Es un ejemplo de terquedad y talento. Ya es hora de reconocerlo. A él y su obra.

viernes, 4 de junio de 2010

El rostro amable del doctor Jekyll

Quizá sea porque nos hemos acostumbrado a la sobresaturación de noticias crueles; o porque, sin saberlo, ya nos hemos alineado del lado de los opresores, o porque estamos más preocupados por nuestra diaria supervivencia... El caso es que cada vez somos más insensibles al dolor ajeno, más tolerantes con la estupidez de los otros (la nuestra, nunca la reconoceremos) y más olvidadizos con el salvajismo de los de siempre. El ataque aleve de los militares israelies a un barco de la Flotilla de la Libertad fue una acción que demandaba una reacción masiva, seria y creible de parte de quienes no compartimos tales métodos. No hubo tal. Aparte de unas pocas escaramuzas de jóvenes árabes y alguno que otro primiparo universitario, las "reacciones" se fueron delegando hacia las instancias superiores del poder gringo (albacea de la banca judía), donde, finalmente se engavetarán para dormir el sueño del olvido. De nuestra parte, nos conformamos con alinearnos en uno de los dos grupos que toman partido en defensa o en oposición al estado israelí y, desde cualquiera de ellos, construimos la mitología personal de nuestra gesta "heroica". Por todo ello, es que me parece tan bello, heroico y valiente el compendio de manifestaciones de Voces judías por la paz, que la periodista Beatriz Tostado publicó hoy 4 de junio en la sección Opinión de El Periódico (Extremadura) con el títular ¿Qué has hecho, Israel?:
"Hoy me callo y que hablen los judíos que gritan alto y rotundo "No en mi nombre" ante los crímenes que comete el Estado de Israel..."
"Jewish Voice for Peace (voces judías por la paz) condena el ataque israelí a la Flotilla Libertad.... Distinguimos entre el verdadero antisemitismo y la manipulación cínica de este término para blindar a Israel de la crítica legítima... Poner fin a la ocupación de Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este es el principio, y no el final, de la paz entre israelíes y palestinos... Los israelíes deberían reconocer el cumplimiento de la legalidad internacional y el derecho al retorno, a la compensación y a la repatriación de los palestinos". (Jewish Voice for Peace, activistas inspirados en la tradición judía que trabajan por la paz, la justicia social y los derechos humanos ).
"Para que haya paz y justicia Israel debe parar la ocupación, retirarse completamente de los territorios palestinos y encontrar una solución para los refugiados en el marco de las leyes internacionales" (Jews Peace News í Servicio de información sobre Palestina e Israel de mano de un grupo de judíos ).
"Nuestro silencio es un acto de traición a los valores que decimos defender... Como rabinos, creemos que todos los seres humanos son nuestros hermanos. No podemos tolerar el sufrimiento infligido a la población de Gaza. Alzamos nuestras voces y reclamamos ´Romped las cadenas de la opresión´, desatad las sogas del yugo y abrid las puertas". (Ta´anit Tzedek Grupo de rabinos por la paz y que realizan ayunos por Gaza periódicamente ).
X"HAY QUE RECLAMARx una inmediata investigación internacional de lo sucedido, levantar de una vez por todas el bloqueo inmoral e ilegal contra el millón y medio de habitantes de la franja de Gaza y realizar un intercambio de prisioneros. Se ha causado un gran daño. Hemos de repararlo" (Gush Shalom , fundada entre otros por Uri Avnery , escritor, activista y defensor del boicot a los productos de los asentamientos).
"Me niego a alistarme en el ejército de Israel por motivos de conciencia. No deseo formar parte de un ejército de ocupación, que se ha convertido en el invasor de tierra extranjera durante décadas, que perpetúa el régimen racista de robo de esas tierras, tiraniza a civiles y hace la vida dura y difícil a millones de personas bajo el falso pretexto de la seguridad". Tamar Katz, Shministism , Objetora de conciencia israelí encarcelada durante varias semanas en 2008, http://december18th.org/).
"Los palestinos han sido tan deshumanizados por los judíos israelíes --ya se trate de políticos, militares o ciudadanos comunes-- que matarlos se ha convertido en algo natural, al igual que expulsarlos en 1948, o encarcelarlos en los Territorios Ocupados" (Ilan Pappé , historiador israelí, prólogo de Seguimos siendo humanos , Vittorio Arrigoni ).
"Es crucial que los israelíes sepan lo que sucedió en 1948 (la Nakba) para reconocer el sufrimiento de los palestinos... Por ejemplo Tel-Aviv... prácticamente está levantada sobre las ruinas de una aldea llamada Sumail" (Eytan Bronstein , investigador de la Universidad de Belén y presidente de Zochrot. Trabaja por la recuperación de la memoria y defiende el retorno de los refugiados palestinos a sus tierras y la creación de un estado único para palestinos y judíos -- Tomado de una entrevista de JIIgartúa en la revista Alandar ).
"La Unión Europea exporta armas a Israel --que mantiene desde hace más de cuarenta años una ocupación ilegal--, importa productos de colonias ubicadas en territorios ocupados e ignora violaciones de los derechos humanos.... (que) los países europeos impongan las sanciones necesarias a su socio, Israel, mediante medidas diplomáticas, comerciales y culturales con el objetivo de poner fin a la impunidad de la que se beneficia desde hace décadas... Ha llegado la hora de que Europa frene a Israel, de que la sociedad civil frene a Israel" (Nurit Peled , judía israelí, defensora de los derechos humanos de los palestinos, profesora de Educación en la Universidad de Tel Aviv, miembro del Comité de apoyo del Tribunal Russell para Palestina. Premio Sajarov de la Unión Europea -- Tomado de una entrevista de Olga Rodríguez en periodismohumano.org )..