"Lo más bello y lo más pulcro no existirían si no estuvieran basados en lo más sucio y en lo más horrible".

Elogio del jabón
Trozo de nieve tibia o marfil inocente, el jabón resulta lo servicial por excelencia.
Dan ganas de conservarlo ileso, halago para la vista, ofrenda para el tacto y el olfato.
Duele que su destino sea mezclarse con toda la sordidez del planeta.
En un instante celebrará sus nupcias con el agua, esencia de todo.
En un instante celebrará sus nupcias con el agua, esencia de todo.
Sin ella el jabón no sería nada, no justificaría su indispensable existencia.
La nobleza de su vínculo no impide que sea destructivo para los dos.
Inocencia y pureza van a sacrificarse en el altar de la inmundicia.
Al tocar la suciedad del planeta ambos, para absolvernos,
dejarán su condición de lirio y origen para ser habitantes de las
alcantarillas y lodo de la cloaca.
También el jabón por servir se acaba y se acaba sirviendo.
Inocencia y pureza van a sacrificarse en el altar de la inmundicia.
Al tocar la suciedad del planeta ambos, para absolvernos,
dejarán su condición de lirio y origen para ser habitantes de las
alcantarillas y lodo de la cloaca.
También el jabón por servir se acaba y se acaba sirviendo.
Cumplido su deber será laja viscosa, plasta informe contraria a la perfección
que ahora tengo en la mano.
Medios lustrales para borrar la pesadumbre de ser y las
corrupciones de estar vivos, agua y jabón al redimirnos de la noche
nos bautizan de nuevo cada mañana.
que ahora tengo en la mano.
Medios lustrales para borrar la pesadumbre de ser y las
corrupciones de estar vivos, agua y jabón al redimirnos de la noche
nos bautizan de nuevo cada mañana.
Sin su alianza sagrada, no tardaríamos
en descender a nuestro infierno de bestias repugnantes.
Lo sabemos, preferimos ignorarlo y no darle las gracias.---
en descender a nuestro infierno de bestias repugnantes.
Lo sabemos, preferimos ignorarlo y no darle las gracias.---
Nacemos sucios, terminaremos como trozos de abyecta podredumbre.
El jabón mantiene a raya las señales de nuestra asquerosidad primigenia,
desvanece la barbarie del cuerpo, nos permite salir una y otra
vez de las tinieblas y el pantano.
Parte indispensable de la vida, el jabón no puede estar exento
de la sordidez común a lo que vive.
El jabón mantiene a raya las señales de nuestra asquerosidad primigenia,
desvanece la barbarie del cuerpo, nos permite salir una y otra
vez de las tinieblas y el pantano.
Parte indispensable de la vida, el jabón no puede estar exento
de la sordidez común a lo que vive.
Tampoco le fue dado el no ser cómplice del crimen universal
que nos ha permitido estar un día más sobre la Tierra.
Mientras me afeito y escucho un concierto de cámara, me niego a
recordar que tanta belleza sobrenatural, la música vuelta espuma del
aire, no sería posible sin los árboles destruidos (los instrumentos
musicales), el marfil de los elefantes (el teclado del piano), las tripas
de los gatos (las cuerdas).
Del mismo modo, no importan las esencias vegetales, las sustancias
químicas ni los perfumes añadidos:
Mientras me afeito y escucho un concierto de cámara, me niego a
recordar que tanta belleza sobrenatural, la música vuelta espuma del
aire, no sería posible sin los árboles destruidos (los instrumentos
musicales), el marfil de los elefantes (el teclado del piano), las tripas
de los gatos (las cuerdas).
Del mismo modo, no importan las esencias vegetales, las sustancias
químicas ni los perfumes añadidos:
la materia prima del jabón impoluto es la grasa de los mataderos.
Lo más bello y lo más pulcro no existirían si no estuvieran basados
en lo más sucio y en lo más horrible.
Así es y será siempre por desgracia.
Jabón también el olvido que limpia del vivir y su exceso.
Jabón también el olvido que limpia del vivir y su exceso.
Jabón la memoria que depura cuanto inventa como recuerdo.
Jabón la palabra escrita.
Poesía impía, prosa sarnosa.
Lo más radiante encuentra su origen en lo más oscuro.
Jabón la lengua española que lava en el poema las heridas del ser,
las manchas del desamparo y el fracaso.
Contra el crimen universal no puedo hacer nada.
Contra el crimen universal no puedo hacer nada.
Aspiro el aroma a nuevo del jabón.
El agua permitirá que se deslice sobre la piel y nos
devuelva una inocencia imaginaria...
devuelva una inocencia imaginaria...
(Con tu perdón, lector y del Maestro, no resistí las ganas de poner las negritas)