sábado, 9 de julio de 2011

Facundo Cabral QPD. Los que te mataron te hicieron inmortal

El dios de la ironía tiene un retorcido sentido de la oportunidad: Hoy 9 de julio, cuando se celebra el Día de Independencia de su patria, Argentina; hoy 9 de julio, cuando se estarían festejando los 76 años de su paisana y partner artística, la Negra Mercedes Sosa; hoy 9 de julio, un año después de que en el mismo sitio, el bulevar "Liberación" ¡! (y en un asalto similar) fuera masacrado el exdiputado de la Unión Nacional de la Esperanza UNE, Obdulio Solórzano Montepeque, fue acribillado con tiros de fúsil AK47, el poeta, cantor y místico FACUNDO CABRAL. Y, como queriendo enfatizar, quién sabe qué, lo citó en Guatemala (no hay otra región en América más parecida a Samarkanda) a la salida de Eos, para bendecirlo con aquella muerte heróica que tantas veces lo había esquivado durante su extenso peregrinaje con su voz y su guitarra al filo de la navaja de las dictaduras absolutistas latinoamericanas.
Protagonista esencial de una gesta épica librada por una generación divina de rebeldes, soñadores y bohemios (Cafrune, Yupanqui, Jara, los Parra, la Sosa, Cortéz, Serrat, Alí Primera, León Gieco...), el Maestro Cabral supo, como nadie, combinar el desparpajo del humor inocente con la ponzoña de la ironía sapiente y la poesía rotunda de los acordes de su guitarra. 
No diré con falsos sentimentalismos que nos va a hacer falta. Hace ya una década que las nuevas generaciones han mutado hacia la esclerosis del oido afectivo haciéndose insensibles y poco receptivas a sus mensajes y propuestas musicales; pero esta noche me emborracharé con vino barato, desempolvaré los LP y gritaré a todo pulmón las prédicas de su Ferrocabral, Entre la esperanza y el amor, Este es un nuevo día y Cantar sólo cantar, hasta caer fundido... Mañana será otro infierno... (las itálicas y las negritas, como siempre, son mi abusiva intervención; doy mis disculpas con el texto original)
"¿Qué es un Hombre sin un sueño? 
Nada.
Un Hombre sin un sueño, a lo sumo es un ciudadano.
Y es grande la diferencia entre un Hombre y un ciudadano.
Ciudadano es el que depende de esa abstracción que llamamos Estado;
Estado es la teta donde maman los ciudadanos, pero el cáncer del Hombre.
El Hombre depende de Dios, es decir de la mismísima vida.
Ciudadano es el que está esperando que alguien haga por él;
lo que él no haría ni por él ni por nadie.
Hombre
es el que sabe que para vivir mejor hay que ser mejor.
Ciudadano es el que busca la verdad y el culpable fuera de él.
Hombre es el que sabe que a la verdad y al culpable
se los busca dentro de uno.
Además en una sociedad competitiva y comparativa como la nuestra,
si existe una escala de valores, que evidentemente existe,
un Hombre es un ser invalorable; sin embargo,
un ciudadano tiene un precio específico,
un ciudadano vale exactamente un voto.
FC.