sábado, 4 de diciembre de 2010

WikiLeaks: El recurso del rumor como imán publicitario

 
Sería fantástico. El artilugio podría devolvernos a todos los humanos del común la ilusión de poder ser censores de las tropelías de los poderosos. ¿Se imagina un mundo en el que la Opinión Pública de cualquier lugar del planeta pueda informarse  de los manejos políticos, económicos, estratégicos, etc. con sólo desplazar un cursor? Una versión inversa del ojo omnisciente de El Gran Hermano en 1984, la novela de George Orwell. ¿Cómo tratarían sus temas el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, los 8, los 20, los del Bilderberg o los politicastros locales? Desafortunadamente, desde sus orígenes, la internet, y todo lo que por ella corre, está atada a unos sofisticadísimos planes de manipulación ideológica y control político de quienes la inventaron y la están difundiendo a lo esférico y profundo de este planeta. No se me ocurre un adjetivo para calificar a quien pueda creer por un momento que alguien tiene los recursos económicos (y la locura) suficientes para acceder y echar a rodar una "información clasificada" que afecte verdaderamente la espina dorsal del sistema en que se sustenta. ¡Claro! Desde un rinconcito de lo utópico, uno podría esperar la aparición de un nuevo estilo de héroe robinjudesco que se hackeara la "información clasificada", esos Top Secret de los sistemas político gringo, militar israelí o económico británico cuya divulgación estremeciese las bases políticas, militares o económicas de su stablishment .
Julian Assange
Anticipando la posibilidad de que ello llegase a suceder ¿Cuál piensa Usted que sería la mejor estrategia de prevención? La historia nos ha enseñado que las más comunes y eficaces son las del rumor y el simulacro. Desde la perspectiva de la propaganda política, el rumor puede servir para imponer la aceptación de un personaje o para desacreditar a un adversario incómodo; el simulacro permite estudiar reacciones, siembra la expectativa sobre eventos y consecuencias y, lo más importante, debilita las bases del suceso emulado.
Bradley Manning
Si nos ponemos de acuerdo en el predicamento anterior y prestamos atención al sabio aforismo Piensa mal y acertarás, quizá le parezca que valga la pena preguntarse de dónde diablos salió Julian Assange, cómo consigue financiar su WikiLeaks, por qué los doscientosmil y pico de archivos que ha echado a rodar apoyado en un aparatoso sistema publicitario que apoyaron y fortalecieron los gobiernos de Estados Unidos, Francia y Alemania, no aportan un solo dato verdaderamente trascendental, por qué hay tanto glamour en los sujetos involucrados... Todos ellos: Assange, Manning y Lamo parecen extraidos de un estudio de Hollywood. Y, si se escucha sus declaraciones, la sospecha se hace más fuerte. El miércoles 1 de diciembre la W Colombia entrevistó a Adrian Lamo, el supuesto hacker que delató al soldado Bradley Manning.
Adrian Lamo
El caso es que Lamo, quien a pesar de (o precisamente por ello) dominar un perfecto español sin acento ni baches semánticos ni sintácticos, ralentizaba su hablar hasta el punto de hacer creer que tenía algunos problemas mentales, dejó entrever en su monólogo un libreto diseñado por uno de esos gringos que creen que al sur del Rio Bravo todos los latinos somos iguales. Para completar, el tipo, de apellido Lamo, dice que es de padre colombiano... Podría ser. Algún inmigrante italiano que iba para las pandillas de Nueva York y se le hizo más fácil la vuelta pasándose por este país de oprtunidades. Decía la periodista, al borde del soponcio, que el entrevistado era el papá de los pollitos, la última coca-cola del desierto, el non plus ultra en "el bajo mundo de los hackers" (sic) y que dormía en edificios abandonados... En fin... mire las fotos, escuche el audio y saque Usted sus conclusiones.
Ah... y todo esto "coincidiendo" con el lanzamiento sincronizado de La red social una cinta que ya ha recibido los premios a mejor película, mejor director, mejor actor protagonista y mejor guión adaptado que otorgan la Asociación Nacional de Críticos de cine.