http://www.youtube.com/watch?v=nUDIoN-_Hxs
pero la belleza es fundamental.
Es preciso que haya algo de flor en todo eso.
Algo de danza, algo de Haute couture en todo eso.
(De no ser así, que la mujer se socialice elegantemente en azul
como en la República Popular China).
No hay término medio posible.
Es imprescindible que todo eso sea bello.
Es urgente que de pronto se tenga la impresión
de ver una garza apenas posada
y que un rostro adquiera alguna vez
ese color único que sólo es aprehensible en el tercer minuto de la aurora.
Es importante que todo eso sea sin ser,
pero que se refleje y florezca en el mirar del hombre.
Es preciso. Es absolutamente preciso que todo sea bello e inesperado.
Es preciso que unos párpados cerrados recuerden un verso de Èluard
y que en unos brazos se acaricie algo más allá de la carne;
que se les toque como el ámbar de una tarde.
Ah, déjenme decir que es preciso que la mujer que está allí
como la corola ante el pájaro sea bella
o tenga, por lo menos, un rostro que recuerde un templo
y sea leve como un resto de nube,
pero que sea una nube con ojos y nalgas.
Lo de las nalgas es importantísimo.
De los ojos, entonces, para qué discutirlo: que miren con cierta maldad inocente.
Una boca fresca (nunca húmeda), móvil, víva es también de extrema importancia.
Es preciso que las extremidades sean flacas; que unos huesos sobresalgan,
especialmente la rótula en el cruzar de piernas,
y las puntas pélvicas cuando se enlaza una cintura cimbreante.
Gravisimo es, sin embargo, el problema de los huesos claviculares.
Una mujer sin clavícula visibles es como un rio sin puentes.
Indispensable que haya una hipótesis de barriguita
y que en seguida la mujer se alce en cáliz
y que sus senos sean una expresión greco-romana más que gótica o barroca
y que puedan iluminar la oscuridad con una potencia mínima de cinco bujías.
Es muy menester que el cráneo y la columna vertebral se vislumbren ligeramente.
¡Y que exista un gran latifundio dorsal!
Que los miembros terminen como astas y bienhaya un cierto volumen de muslos
lisos, lisos como un pétalo, cubiertos de finisima pelusa sensible a la caricia a contrapelo.
Es aconsejable en la axila una dulce gramilla con aroma propio, casi imperceptible
(un mínimo de productos farmacéuticos).
Preferibles, sin duda, los pescuezos largos,
de manera que la cabeza dé a veces la impresión de ser ajena al cuerpo
y la mujer nos recuerde flores sin misterio.
Pies y manos deben contener elementos góticos discretos.
La piel debe ser fresca en las manos, los brazos, la espalda y el rostro.
Pero las concavidades e interioridades deben tener una temperatura
nunca inferior a los 37º centígrados pudiendo, eventualmente, provocar quemaduras de primer grado.
Que los ojos sean, preferiblemente, grandes con una rotación tan lenta como la de la tierra
y que estén siempre más allá de un invisible muro de pasión que es preciso traspasar.
Que la mujer sea en principio alta; o, si baja, que tenga la actitud mental de las altas cumbres.
Ah, que la mujer dé siempre la impresión de que, si cerramos los ojos,
cuando los abramos ya no estará presente con su sonrisa y sus encantamientos.
Que ella surja, no que venga.
Que parta, no que se vaya.
Y que posea una cierta capacidad de enmudecer súbitamente
y hacernos beber la hiel de la duda.
Oh, sobre todo, que no pierda nunca, no importa de qué manera,
no importa en qué circunstancias,
su infinita volubilidad de pájaro
y que, acariciada en el fondo de sí misma
se transforme en esfera sin perder su gracia de ave
y que exhale siempre el perfume imposible y destile siempre la embriagante miel
y entone siempre la inaudible melodía de su combustión
sin dejar de ser nunca la eterna bailarina de lo efímero
y, en su incalculable imperfección,
constituya la cosa más bella y más perfecta de toda la innumerable creación.
GAVETA DE ABAJO
¿Qué mensaje (constante) se percibe inconsciente, subliminalmente, en las imágenes de estos facinerosos (Cristo, Camilo, Che, Salvador, Manuel Jesús, Pablo, Bernardo, Carlos) valiente y oportunamente dados de baja por las heróicas fuerzas defensoras del imperio?
Hay hombres que luchan un día
y son buenos.
Hay otros que luchan un año
y son mejores.
Hay otros que luchan muchos años
y son muy buenos.
Pero, hay otros que luchan toda la vida
¡Esos son los imprescindibles!
y son tolerables.
Hay otros que joden un año
y son aburridores.
Hay otros que joden muchos años
y son detestables.
Pero, hay los que joden toda su vida.
¡Esos, son unos uribérrimos!
Los imbéciles no merecen respeto, pero hay que tenerles pavor, porque son muchos, agraciadamente cínicos y terriblemente crueles. Sin embargo, el tiempo, que todo lo cura, acabará demostrando, una vez más, la efímera naturaleza del poder a las malas.
2.PARADOLIA
¡Ay! Ese cuentico de las "apariciones" mágicas, místicas, fantasmagóricas o extraplanetarias. Hay quienes juran que se les ha "revelado" una imagen etérea (que, por extrañas coincidencias, se asemeja en los detalles más notables a algún muñeco, o muñeca, vaciado en yeso por algún artesano de tiempos no muy lejanos). A otros los han "raptado" en naves extraterrestres y hasta hay quienes han conversado con el Jinete sin cabeza. Todo es posible. ¿Quien soy yo para negarlo? Por mi parte, porque también tengo mi corazoncito, debo confesar que soy uno más de los pocos que han tenido el privilegio de contemplar algunas manifestaciones de una posible "realidad alterna".
No hay truco ni edición:fue lo que vi con mis ojitos y confirmé con la camarita de mi celular. Pero, ojo. Porque es posible que allí donde yo vi el rostro de un indígena usted pueda percibir otra criatura (hay quien ha visto un clavel blanco o un trozo de papel higiénico arrugado -que lo es-). En otra foto, tomada desde la cafetería de la Biblioteca Luis Angel Arango (Bogotá), el 2 de mayo a las 4 de la tarde, porque creí ver en las nubes un gigante goloso que quería devorar las montañas, son visibles (ángulo superior izquierdo) 3 espacios blancos con formas icónicas de esas que ya comienzan a ser clásicas. No sé que sean. No las ví cuando tomé la foto, ni había luces incidentes que proyectaran algún reflejo. En la foto del paisaje (Mirador de La Mesa, Cundinamarca), que no tiene nada de extraordinario (la foto, digo, porque el paisaje es del putas), me sorprendió la forma casi poética como quedó centrado el vuelo de un ave solitaria; en la nocturna, simplemente me gustó que la luna se viera más abajo, pequeña y radiante que la farola del ángulo superior derecho.La carne...bueno, es eso. Como dijo don Ramón, en este mundo traidor nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira. En fin, que cada quien se merece las imágenes que"le llegan".