jueves, 15 de marzo de 2012

El paredón del blog 15- Invisible children: la cruda realidad tras la campaña contra Joseph Kony

Nunca antes como hoy, los señores de la muerte y los carroñeros de botines de guerra habían usado con tanto desparpajo y carencia de reato el poder osmótico de las nuevas tecnologías de la comunicación para permear la conciencia política de la opinión pública global con prejuicios étnicos disfrazados de juicios morales o políticos y discursos lastimeros sobre el "reclutamiento de menores", o condena a la "barbarie" de los atavismos culturales de las culturas vulnerables al poder "civilizador" de las ambiciones neoimperiales. La cosa es tan escandalosa, que hasta nuestros aprendices criollos de "intelectual" han tratado de opinar al respecto dejando entrever el desconcierto ideológico y la indecisión política de aquellos individuos que, aunque genéticamente alineados del lado del poder, intentan ser estimados como "intelectuales" de cualquier "centro". Afortunadamente existen blogs como #Pulso ciudadano, analíticos y serios que con suficiente documentación nos ayudan a develar los orígenes de la estrategia propagandista y los móviles económicos de las campañas pseudojusticieras de las organizaciones gringas de derecha, que no de derechos. (Como siempre, itálicas y negrilla son de mi intervención; las imágenes, con excepción del video y la galería comercial de invisible children, son tomadas de #PulsoCiudadano)
Siguiendo con nuestra nota anterior sobre la campaña Invisible Children que ha impactado tanto en las redes sociales, desmenuzamos los intereses de una operación mediática que no incluye ninguna acción humanitaria y es parte de un proyecto de intervención militar en el centro de África. La foto de los fundadores de esta oengé empuñando armas de guerra con grupos genocidas del Sudán del Sur, dice más que mil palabras.
Una foto vale más que mil palabras. Los fundadores de Invisible Children posando con genocidas (Foto: twitter)
Estos son los dos fundadores de Invisible Children: Bobby Bailey, Laren Poole y Jason Russell. No son idealistas que quieren salvar a los niños de la maldad de un psicópata oculto en la selva. Tienen sus ideas, su agenda y no les molesta posar para un grupo armado acusado también de crímenes contra la humanidad.
En el cuerno de África, donde juegan a la guerra todas las grandes potencias, estos documentalitas venden en redes algo que no concuerda con ninguna estrategia humanitaria. Sino todo lo contrario. Sus amigos son el Ejército Popular de Liberación del Sudán, baluarte del estado-protectorado de EU, conocido como Sudán del Sur. Mientras Sudán del Sur implosiona en una creciente locura masiva de violencia étnica y una vez más decenas de miles de seres humanos se ven forzados a escapar para poner a salvo sus vidas, las señales de advertencia apuntan todas ellas a que el plan estadounidense para desestabilizar Sudán ha comenzado a dar sus frutos.
Para empezar, EEUU es quien está pagando los salarios del Ejército Popular de Liberación de Sudán (SPLA, por sus siglas en inglés, el ejército nacional de Sudán del Sur), habiendo ya desembolsado alrededor de 100 millones de dólares solo en 2011. ¿Es un país realmente independiente cuando una potencia extranjera paga los salarios de su ejército? ¿A las órdenes de quién está realmente ese ejército?
En la actualidad, miles de “cascos azules” de la ONU están fluyendo hacia Sudán del Sur. Esos “mantenedores de la paz” provienen casi en su totalidad de la vecina Etiopía y forman parte del ejército etíope, el mismo que está perpetrando un genocidio/contrainsurgencia en el Ogadén, en el sureste de Etiopía (Seguir leyendo...)
Simulación y guerra: una reflexión desde EU.Lo que hay detrás de la campaña contra Joseph Kony

Pero mejor dejemos en manos de The Daily What una ligera investigación sobre los intereses tras Invisible Children:
El grupo está a favor de la intervención militar directa, y su dinero apoya el ejército del gobierno de Uganda y sus distintas fuerzas militares. Aquí está una foto de los fundadores de Invisible Children posando con las armas y el personal del Ejército de Liberación del Pueblo Sudanés. Tanto el ejército de Uganda y el Ejército de Liberación Popular de Sudán están plagados de acusaciones de violaciones y saqueos, pero Invisible Children los defiende, argumentando que el ejército de Uganda está “mejor preparado que el de cualquiera de los otros países afectados”, aunque Kony ya no está activo en Uganda y no lo ha sido desde el año 2006 tal y como él mismo admitió. Estos libros se refieren a la violación y el asalto sexual de que son temas perennes también en las Fuerzas de Defensa, el grupo militar que defiende Invisible Children.
No nos malinterpreten: El Ejército de la Resistencia del Señor es mala cosa. Y Joseph Kony es un hombre muy malo, y debe ser detenido. Pero apuntalar la dictadura de Uganda y su brazo militar, que ha sido acusado por la ONU de cometer atrocidades indecibles y se nutre del reclutamiento de niños soldados, no es el camino a seguir tampoco. Los Estados Unidos ya están bastante involucrados en ayudar a la derrota de Kony y su banda de aduladores psycho. Kony está huyendo, después de haber sido expulsado ​​de Uganda y lo más probable es que pronto será capturado, si no está ya muerto. Pero matar a Kony no solucionará nada, al igual que matar a Osama bin Laden no acabará con el terrorismo. El LRA podría colapsar, pero, como señala la revista Foreing Affairs es “un actor relativamente pequeño en todo ese embrollo, tanto un síntoma como una causa de tanta violencia endémica”.
Miope es echarle la culpa de todos los problemas del centro de África a Kony, incluso como punto de partida y solo hará que las personas en peligro estén mucho más en peligro. Enviar dinero a una organización no lucrativa que quiere sofocar las llamas con combustible no está ayudando. ¿Quieres ayudar? ¿Realmente quiero ayudar? Enviar el dinero a organizaciones no lucrativas que están poniendo más del 31% de tus donaciones hacia la reconstrucción de la infraestructura médica y educativa de la región, de modo que los ex niños soldados tengan algo que merezca la pena al volver a casa.Estas son sólo algunas oengés a quien puedes apoyar.
Todos ellos tienen un brillante de cuatro estrellas en Charity Navigator, y, más importante, ningún interés en ser paleros de tropas estadounidenses armados hasta los dientes lanzadas en medio de una guerra tribal de varias naciones para ayudar a un loco contra otro loco. La conclusión es que debemos investigar tales causas a fondo. No mandes el vídeo a un extraño, solo porque un asesino de masas hace que un niño de cinco años de edad, se sienta “triste”. Aprende un poco acerca de las complejidades de las luchas en curso en esta región antes de abogar por la intervención militar directa.
No hay blanco y negro en el mundo. Y para la solución de todo problema importante sólo sirve fijarse en los tonos de gris igualmente inquietantes e invisibles.
Redes y blogs discuten la campaña de Invisible Children.
El tema está en las redes sociales, en Twitter con el hashtag Invisible Children y Uganda, que es TT mundial, y el vídeo contra Joseph Kony se ha visto ya más de 50 millones de veces en apenas 4 días pero igual el mundo geek desconfía cada vez más de estas campañas que han servido recientemente en la guerra civil de Libia o para forzar intervenciones extranjeras bajo pretexto humanitario, tal cual se puede ver hoy en Siria.
Por eso terminamos con este artículo que refleja los cuestionamientos que nacen desde internet Hoy toca mostrar algo que a muchos no va a gustar. Quizás para algunos puedo resultar molesto, desagradable o incluso demagogo. Pero cuando todos van en el mismo sentido siempre me pregunto si no estamos actuando como lemmings camino del precipicio.
Seguro que hoy ya has visto en la tv, twitter o youtube un video (fantástico, muy currado) titulado Kony 2012. Es una campaña de la ONG Invisible Children que busca ayudar a los niños soldados de centroáfrica y pidiendo que se envíen tropas para detener al señor de la guerra Joseph Kony. Por si acaso no lo has visto todavía te dejo aquí el enlace para verlo (es casi media hora).
Ha sido un fenómeno extraordinario, una campaña viral en toda regla. En 72 horas lleva casi 40 millones de visitas, que ahora ya saben un poco más lo que sucede en Uganda.
Su objetivo es lograr que el gobierno americano envíe soldados y tecnología a Uganda para localizar y eliminar a Joseph Kony, que lleva años secuestrando niños para convertirlos en soldados y a niñas para usarlas como esclavas sexuales.
Parar lograr su objetivo de ayudar a otros niños existe una tienda de camisetas, pulseras, chapas… Donde puedes colaborar comprando esos productos. De hecho tienen hasta un “Kit completo” compuesto por todo el lote de productos, al módico precio de 225$. Y están vendiéndolos como churros, ha sido un éxito brutal. Pero…
Claro, en todo hay un “pero”, y en este caso donde se mezclan ONGs, donativo, niños soldados de África… ese pero no puede significar nada bueno. En cuanto me di cuenta del fenómeno Kony busqué información en la red sobre la ONG que estaba apoyando la iniciativa, y gracias a dios existe Reddit, donde otros colgados como yo también leyeron todo lo hay sobre esa ONG a ver si todo estaba en limpio. Y lo que he encontrado no me ha gustado nada, por eso quiero compartirlo con vosotros.
Los datos que a continuación te voy a dejar se han extraído de su propio informe financiero donde detallan en qué se han gastado el dinero recibido de las donaciones. Puedes ver el informe completo aquí. En la página 6 tienes todo detallado:
Este es el desglose de los 8,9 millones de dólares que Invisible Children gastó en 2011:
1,7 millones de dólares en salarios de los empleados de Estados Unidos
357.000$ en realizar el video
850.000$ en gastos de producción
685.000$ en equipos informáticos
244.000$ en “servicios profesionales” (grupos de presión: los conocidos como lobbys)
1,07 millones de dólares en gastos de viaje
400.000$ en alquiler de oficinas en San Diego
16.000$ en entretenimiento…
Sólo 2,8 millones (31%) se utilizaron en su programa de ayuda en África (que a su vez se vio recortado en gran parte por la peculiar burocracia de Uganda).
Cada uno hace lo que quiere con su dinero, es más, nunca te voy a decir lo que tienes que hacer. Pero al menos preocúpate de que no haya aprovechados que basen su negocio en la caridad de las buenas personas como tú.
Si, acepto la crítica que esa cifra es ya una ayuda enorme en una zona tan deprimida como centroáfrica, que mucho más se gastan en armamento o en las campañas electorales (este año de media serán 1.000 millones de dólares por candidato). Pero será algo personal, que no me gusta que me saquen el dinero con temas emocionales.
Ante las dudas expresadas en las redes sociales, Pulso Ciudadano cuenta los crudos intereses que se mueven tras la presunta ayuda a los niños secuestrados, mutilados y utilizados por grupos fanáticos. Otro llamado a la guerra, a la muerte y a la matanza sistemática de inocentes. De buenas intenciones está lleno el infierno…

lunes, 5 de marzo de 2012

El Quimbo- De las decisiones estúpidas nadie nos libra, Señor.

 
Que un individuo común y corriente, como Usted o como yo, deba hacer "lo que toque" para conseguir sus medios de supervivencia, es una decisión que se puede cuestionar a la sombra de los presupuestos éticos, las normas legales o los estatutos jurídicos vigentes (aunque todos hemos tenido que aprender que conversando con un cura, comprando un político o contratando un abogado de regular calidad es posible obtener una indulgencia, negociar una legitimación o pagar una defensa que se sustente en la invocación de los "derechos inalienables" del perdón, la "igualdad" y la "libre competencia" por la propiedad privada); pero, cuando el sistema regulador de ancestrales acuerdos de convivencia entre los miembros de una sociedad y sus dirigentes es birlado por el grupo de los que detectan el poder económico, político y militar de una nación, inexorablemente sobreviene el conflicto social. Digo "inexorablemente" porque, si ese conflicto es ahogado, los efectos físicos, morales y emocionales del latrocinio se represarán asordinamente hasta convertirse en una fuerza incontenible cuyo desborde arrastrará a su paso ecosistemas naturales, estructuras sociales, instituciones, esperanzas colectivas y, sobre todo, la credibilidad popular en los paradigmas de Justicia y Ley, sin la cual se hace inviable cualquier nación.
Tal como nos lo ha enseñado la historia reciente, no oficial, de los paises iberoamericanos, el origen de los conflictos sociales ha tenido como común denominador a lo largo del siglo XX, la apropiación oligárquica de la tierra y el uso del aparato represivo del Estado para consolidar la usurpación a sangre, terror y muerte. Pero la falacia "globalizadora" de los modernos métodos economistas con que las potencias mundiales infestaron los paises tercermundistas al arribo del siglo 21 le ha puesto nueva máscara al hambre de riqueza de los politiqueros criollos, que están viendo en la venta del suelo patrio y sus recursos naturales una oportunidad para llenar sus cuentas bancarias a toda costa, sin importarles otro pasado histórico, presente social ni futuro económico que no sea el de ellos. Como quedó sugerido en el primer párrafo, uno aprende que nadie hace política con otro interés que no sea engordar su capital y fortalecer la hegemonía de su clan; finalmente, uno se resigna a tolerar los aparatos político, propagandístico y represivo implementados para consolidar sus propósitos; pero hasta la estupidez tiene sus márgenes. Lo que está aconteciendo en el departamento de Huila (Colombia) con el desarrollo de la represa hidroeléctrica del Quimbo amerita una intervención internacional de organizaciones ecologistas, de derechos humanos y, en fín, de todas aquellas personas que de alguna u otra manera se consideren comprometidas con el futuro inmediato de la agricultura, la ecología y, por supuesto, la sociedad humana, aunque con la advertencia de los riesgos que ello implica.
Para la construcción de El Quimbo se inundará una extensión de 55 kilómetros (más grande que todo Suiza) en un área de embalse de 8.250 hectáreas correspondientes a la zona de influencia de Gigante 43,91%, Agrado 37,83%, Garzón 16,76%, Tesalia 1,25%, Altamira 0,21% y Paicol 0,04%, seis municipios huilenses cuyos habitantes están siendo sistemáticamente desplazados del fértil valle agrícola, ganadero, pesquero, pródigo en flora y fauna, privilegiado en infraestructura, con una compleja red social y cultural y una rica memoria arqueológica, en el que han trabajado y modelado su existencia por varias generaciones.
Si se piensa en el afán mercantilista de implantar el TLC con los gringos, es fácil imaginar por qué el departamento de Huila, uno de los departamentos colombianos con menos tierras cultivables y mayor vocación agrícola de Colombia (arroz, cacao, algodón, sorgo, soya, yuca, maíz, arveja, plátano y frutales), está sufriendo la mayor arremetida de campañas de desertización del suelo fértil, rompimiento del tejido social, desplazamiento y desarraigo cultural que haya sufrido desde su creación en 1905. Más claro no canta un gallo: Ya en 1997, cuando solicitaron por primera vez la licencia ambiental para este proyecto, habían obtenido respuesta negativa porque algún funcionario consciente (que ya debe haber sido despedido) consideró, entre otras razones, que no se debe inundar las zonas fértiles de un departamento que padece limitaciones en tierras de esas características... Sólo tuvieron que esperar hasta el desastrozo gobierno de álvaro uribe para que, con total sigilo, sin consultar con nadie en el Huila, incluso sin tener aún la licencia ambiental, se promulgara la Resolución 321 de 2008, mediante la cual se declara la "utilidad pública" de la obra  y, por tanto, se le otorga el derecho a usar los terrenos que requiera para sus fines. En una de sus perlas, dicha resolución estipula que, de darse el caso, la empresa privada podrá expropiar a propietarios de predios necesarios para acometer su obra.
Las piruetas discursivas que intentan hacer los burócratas vendepatria para defender el proyecto desde la perspectiva del "progreso regional" pierden toda efectividad ante la experiencia aun activa de otro "gigante egoista": la represa huilense de Betania (inaugurada en 1987) que, con una superficie de 70 km cuadrados sobre la desembocadura del Río Yaguará, afluente del Río Magdalena, modificó irreversiblemente el ecosistema, la climatología, la economía y las costumbres vernáculas de los habitantes de los municipios de Campoalegre, Hobo y Yaguará
 
Como corresponde a su misión de salvaguardar los intereses colectivos, varias asociaciones regionales han emprendido su campaña de oposición a tan monstruoso engendro: Asoquimbo (Asociación de Afectados por el Proyecto Hidroeléctrico del Quimbo), el Comité Cívico por la Defensa del Occidente del Huila, el Movimiento Regional por la Defensa de los Territorios, el Movimiento Cívico Puente Paso del Colegio, el Comité Regional Indígena del Huila y la Asociación de Trabajadores Campesinos del Huila. Pero, como siempre, los vendepatria desenfundaron su artillería y, como es su costumbre, acusaron a estas organizaciones de "estar infiltradas por la subversión". No se podría esperar otra acusación de los maestros de la infiltración, el chantaje, el soborno y las chuzadas. Mauricio cárdenas, ministro de minas y energía, declara que debe primar el "bien general de los colombianos" y subestima o desprecia el perjuicio directo a los residentes porque, a su parecer, son campesinos cuyo potencial productivo es insignificante frente a los ingresos de la industria energética, y la cantidad de afectados "es manejable". Absurdo para los colombianos que nos hemos tenido que acostumbrar a ver cómo el "bien general" va a parar a los bolsillos de los banqueros y, en este caso, a las arcas de la Multinacional Emgesa-Endesa-Enel dueña del proyecto. El porvenir no es amable: el desplazamiento de la población y la destrucción de la estructura económica y social del otrora sector productivo del Huila, configurarán un nuevo mapa de su territorio cuya característica más notoria será la marginación social. No pasará mucho tiempo para que a alguno de los nuevos residentes, de esos que impajaritablemente caen a comprar los predios aledaños a precio de huevo para construir sus "chalets" con vista a la represa, se le de por inaugurar el "Festival de la desesperanza".