sábado, 2 de enero de 2010

El paredón del blog 7- De ritos, rituales y otros embelecos


No soy agorero ni ritualista, por lo tanto, carezco de elementos de juicio para comprender toda la tramoya montada individual y colectivamente alrededor del 24 y 31 de diciembre de todos los años. En lo personal, me es una fecha terriblemente abrumadora que me obliga a ver el lado grotesco de mis seres queridos obstinados en atarugarse de pavo, natilla, buñuelos, vino y galletas, ¡A plena Media Noche! y en "estrenar" interiores amarillos, empacharse de uvas como preparándose para un tour de "mula", darle la vuelta a la manzana con una maleta repleta de ropa mal empacada, abrazarse como si  llevaran largo tiempo sin verse, prometer que cambiarán lo incambiable y lloriquear amargamente... todo ello en un solo acto y, otra vez, ¡A plena Media Noche!. Por eso y muchas otras razones, me siento profundamente identificado con lo expuesto por Lucky Tovar en su afortunado blog http://puntoh.ning.com/profile/Lucky:
Lo oriental mola
Conozco a una chica que cada día llegaba al bar donde yo trabajaba, siempre con prisas, con la respiración acelerada y los nervios de un filete barato: -¡¡Lucky, corre, date prisa, un café con la leche fría corriendo, que llego tarde!!- soltaba del tirón y sin respirar, -pero ¿Dónde vas con tanto estrés?- le pregunté un día, a lo que me contestó, -¡¡a clases de relajación, y voy tardísimo!! Teniendo en cuenta que llevaba tres meses yendo, está claro que la estaban timando; o eso, o era la peor alumna de la clase. Pero eso no le importaba porque ella es una apasionada de la cultura oriental y de todas esas filosofías que tan de moda están últimamente a este lado del Meridiano de Greenwich. Tai Chi, Yoga, Meditación Trascendental, Chi Kung, Sushi, Shin Shan, Tamagotchi, Manga, Nissan; toda la sabiduría (y otras cosas) que crearon hace milenios unas personas a las que, hasta hace poco solo llamábamos “chinos”, llenan estanterías de libreros, escaparates de tiendas de deporte, gimnasios de clubes sociales y salones de actos de hogares del pensionista.
Aquella chica, y otros cuantos miles de occidentales, están empeñados en adoptar una serie de enseñanzas que aparecieron hace milenios, desarrolladas por y para personas que se ríen y lloran por motivos diferentes a los nuestros, sienten y aceptan de forma distinta y hasta visten distintos lutos. La sociedad del individualismo y las programaciones televisivas personalizadas, se empeña en impregnarse de una cultura enfocada al grupo, donde el individuo está por debajo del colectivo, y quien hace algo mal deshonra a todo su equipo, o a toda su familia, o a toda la empresa en la que trabaja. Desde países en los que todos hacen lo mismo y al mismo tiempo, queremos traernos filosofías que hablan del desapego, para usarlas en sociedades donde la egolatría es religión procesada por millones de personas que aman más a su coche que al gato del vecino.
Es verdad que hay occidentales a quienes les funciona toda esa parafernalia asiática y hasta les cura la ciática, pero aunque pasaran siete años en el Tibet, comieran a diario viendo las películas de David Carradine y se atiborraran de jengibre, dudo que jamás llegasen a entender el verdadero significado de algo que forma parte de la vida y la cotidianidad de quienes lo inventaron. Mí estresada clienta intentó incluso convencerme: que si pierdes el estrés, que si te curan la ansiedad, que si te quitan las tensiones… pero es que mi estrés, mis ansiedades y mis tensiones, son mías ¿Me las van a quitar y encima tengo que pagarles? Pues hasta ahí podíamos llegar, que está el patio como para regalar tensiones. Pero claro, aquella chica era una gran admiradora de todo lo oriental, a pesar de todo lo que se queja cuando se habla de la jornada laboral de sesenta y cinco horas semanales ¿Cuántas horas creerá que trabajan los japoneses?
Vaya por delante mi respeto al libre albedrío, pero es que la mayoría de esas ciencias, culturas y actitudes orientales, no están pensadas para respetar ese libre albedrío: las culturas orientales se enfocan a eliminar el individualismo. No pienses demasiado, y menos aún por ti mismo; olvídate de lo que conseguiste con tu esfuerzo, pues todo debe ser efímero. Sirve al grupo por encima de tus propios intereses, deja la mente en blanco para relajarte, olvídate del carácter que tu propio entorno a ayudado a forjar; no seas tú, pasa a ser grupo… no vaya a ser que te de por poner al grupo en tela de juicio. Todo esto era utilizado cuando los grandes señores feudales necesitaban ser seguidos, sin concesiones, por todo su abnegado pueblo, hacia algunas de las innumerables guerras que se libraban en todo oriente. La marcialidad no es más que el fruto del vaciado total de voluntad y auto conservación. Pero claro, en una sociedad donde las capas altas han conseguido contagiar al resto su adoración al Dios Esnob, lo oriental mola.
© Lucky Tovar

3 comentarios:

  1. Permiteme exponerte mi opinión: sabes? aunque el nivel de cultura "tribal" si se le puede llamar así, es superior en oriente, en occidente el individualismo tampoco es que sea algo muy generalizado, pues de todas formas impera una cierta tendencia a la masificación, a la estandarización cultural, a no quedarse rezagado de lo mainstream, porque si no sigues estas pautas, vas a ser excluido, serás un paria, y esto lo puedes observar de forma clara en el sistema educativo, en el trabajo, en la calle, en la ciudad que vives, y en la sociedad en general (sobre todo una sociedad como la nuestra, la colombiana), lo digo por experiencia propia. Un saludo Dorian.

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  2. Claro Xavi. El punto es que cuando hablamos del comportamiento social humano, el asunto tiene más matices que la tabla cromática. Visto desde esa perspectiva, todo toma el color del punto de la paleta que escojamos. Veamos: Si pertenecemos a un sector social de "estrato" 4 o 5, habremos sido "formados" para "el éxito", pero éste sólo es posible como resultado de nuestra capacidad de competir, y entonces todo en nuestro entorno estará calculado para inducirnos al american way of life, que es un mundillo en el que se rinde culto a la "superioridad" del INDIVIDUO, estimulando su "capacidad de liderazgo" a tal punto, que el peor insulto que se le pueda proferir a alguien de ese sector es el de loser. La paradoja es que al enfatizar la singularidad en todos los individuos, se termina haciendo una masa incomunicada y amorfa de seres apáticos y frágiles que desconfían de todos aquellos que se les parecen, reniegan de sus "diferentes" y pierden toda noción de sentido de la vida (pensá en los emos, en los suicidios de adolescentes en Japón y los paises del norte de Europa y en los pistoleros de los colegios de E.U.). En una primera conclusión, en la cultura occidental contemporánea, toda la estructura social está "anárquicamente" (perdón por el barbarismo) diseñada por un sistema mercantil que fundamenta su supremacía en las reacciones individuales a los factores estímulo-respuesta de la oferta y la demanda (de todo: calidad de vida, amor, salud, prestigio...si recordás la película Belleza Americana, entendés de qué te estoy hablando). En otro punto de la tabla, están los "estratos" 3, 2 y 1, "instruidos" para ser mano de obra, o, si suena más elegante, "motor de desarrollo" mediante el trabajo asalariado. Para estos sectores, la "educación en valores" enfatiza la capacidad de sumisión (HUMILDAD, ¿Has oido ese terminacho en boca de deportistas y lagartos políticos?), obediencia ciega (pensá en policías y gauchimanes), honradez (compará el tratamiento de la ley en el caso de Agro Ingreso Seguro, frente al de un obrero, taxista, rector de colegio o empleada de servicio que sea denunciado por robarse cien mil pesos) y respeto a sus "superiores" (en este submundo, es imposible sobrevivir sin jerarquías. Se les ha vuelto un dicho común que hay que aprender a obedecer para saber mandar ¡!). Como habrás anticipado, en esta segunda conclusión podríamos adherir aquello que decís del mainstream y, pienso que estamos de acuerdo. Pero, lo que me llamó la atención del texto de Lucky, aquello con lo que me identifiqué y que quise resaltar fue la dificultad para asimilar la introducción sincretizante de los rituales orientales en contextos ajenos al entorno étnico, antropológico, histórico, cultural y espiritual que los debe sustentar. Gracias por tu juicioso seguimiento. Saludo ,

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  3. Si, tenes razón en cuanto a que la sociedad occidental capitalista enaltece al lider, mientras que las occidentales son más funcionalistas, recalcando eso sí,que aun así existe una cultura mainstream que pretende simplificar y amalgamar a todo ese cúmulo de indivíduos que la componen en una masa uniforme. Respecto a la extrapolación de las ciencias y filosofías orientales, nada que discutir, existen muchas incompatibilidades que impiden que sean aplicadas de forma plena al estilo de vida occidental. Saludos Dorian.

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