Cuando el cinismo deja de ser inteligente...

Que cada quien tenga en esta existencia la dosis de inteligencia que la carga genética, las vivencias de infancia y las condiciones del medio le provean, es una cuestión que se puede discutir al calor de unos tragos (como para evadir responsabilidades); que ese mismo cada quien escoja como modus vivendi la mentira, el pillaje o la muerte  y que, como su particular  "estilo de vida", ese cada quien encuentre una salida a su "encrucijada del alma" por la puerta giratoria de la prestidigitación politiquera, es un cebo que nos toca tragarnos, aunque sea dificil de digerir. Pero, que ese cada quien pillo, tonto, letal y falaz nos considere sus iguales, si es ya una afrenta que no se puede tolerar. En Colombia, los cadaquien han descubierto en la propaganda un eficaz instrumento de "socialización" de la estupidez y legitimación del cinismo. No hay muro, pared, revista, periódico, programa televisivo o radial que consiga escapar a la abigarrada andanada de engañosas encuestas. incumplibles promesas y cacofónicas peroratas. Ahora resulta que también decidieron colonizar la red. Y encontraron en las redes sociales y los blogs un terreno fecundo e indefenso. Ni siquiera se toman la molestia de consultar los afectos del invadido: Simplemente ponen su "pauta" así, como son ellos, descarada, irresponsable y aparentemente inocua. Dejémoslo claro: ya que no conozco la manera de bloquear esos molestos avisos de politiqueros o de sectas religiosas que algún tarado coloca en esta página, le advierto al amable lector que tal basura no sólo NO refleja mi ideología, sino que me desagrada, ofende y avergüenza profundamente.  A propósito, y para concluir, en la coyuntura política que actualmente vive este pais, la mejor manera de expresar soberanamente la defensa popular de los derechos democráticos , es NO VOTAR, en absoluto, por nadie. No podemos alcahuetearles que sigan devorándose el erario público con sus dietas de 42 salarios mínimos mensuales. Si ya no pueden vivir con menos ingresos, que se vuelvan a sus hatos ganaderos o a sus negocios de... bueno ellos saben de qué