lunes, 27 de diciembre de 2010

La edad de la inocencia

Advertencia previa: En Colombia ningún Santos es inocente, aunque se demuestre lo contrario.
La tradición católica impuso el rito bromista del 28 de diciembre como Día de los Inocentes. La INOCENCIA, un atributo problémico que funciona a la maravilla como insumo de los estrados judiciales;  pero que adquiere características de insulto cuando se la relaciona con esa falta de inteligencia que ya en las  Bienaventuranzas del Nuevo Testamento es etiquetada  como "Pobreza de Espíritu". El Génesis, primer libro de mitos fundacionales de las Escrituras católicas, describe con pormenores los trágicos hechos que llevaron a los primeros bípedos con ropa a "reconocerse pecadores"; es decir, a descubrir que "habían perdido su inocencia" a cambio de una mordida al satánico fruto del Conocimiento. Las consecuencias: Métale muela a esa terrible y lapidaria frase GANARÁS EL PAN CON EL SUDOR DE TU FRENTE. 
Si Usted cree que no es más que una frase anecdótica, con cierta licencia poética,  le pido que explore conmigo los siguientes recuerdos (imposible que no le acierte en más de uno) y trate de establecer una relación entre el significado de su vivencia y el sentido de aquella frase. Le aseguro que terminará comprendiendo por qué con cada pérdida de su inocencia viene un agente paracelestial que lo desplazará de su Paraíso. 
Usted descubre que ha perdido, o está perdiendo la inocencia, cuando descubre que el Niño Dios es igualitico a su papá en calzoncillos y que el paquete que está poniendo en el árbol contiene, más o menos, algunos de los regalos que Usted le había pedido al Niño Dios o a Santa Claus... ya ni le importa a quien le hizo el encarguito; cuando al acabar de subirse la bragueta, a Usted se le pasa por la cabeza la idea de que ella se veía más linda antes y que, de verdad, era mejor con la mano; cuando, al terminar su bachillerato, una mala mañana tropieza de nariz con una angustiante pared llamada "Futuro"; cuando al terminar su carrera de pregrado vuelve a tropezar con esa misma maldita pared, ahora más alta y ancha; cuando, al terminar su segundo posgrado, descubre que la pared es insalvable y decide como el Señor K, sentarse en su zócalo a ver morir el presente; cuando descubre que para comerse ese pastelito, no necesariamente tenía que casarse; cuando comprende que "El Verbo Eterno" es TRABAJAR; cuando comienza a preguntarse por los métodos de enriquecimiento de los banqueros oficiales; cuando comprende por qué los banqueros y los políticos arruinaron a "Bernie" Madoff y a David Murcia y desprestigiaron el Esquema Ponzi; cuando comienza a desconfiar de aquel locutor de radio que se gana mensualmente CINCO sueldos presidenciales, el equivalente a 200 salarios mínimos; cuando su primer patrón le palmotea el culo y le dice que sus "obligaciones" deben ir más allá del trabajo de oficina; cuando comienza a desconfiar del "heroismo" de los "soldados de la patria"; cuando comienza a preguntarse por qué un viejo de 56 años que tuvo a las buenas y a las malas las riendas (literalmente) del país, se le da por pegarse de su blacberry a twittear procastinaciones como cualquier culicagao grosero; cuando, al regresar de la luna de miel su suegra la sienta para una "charla madre-hija" en la que le explica cómo le gustan las comidas, las camisas y los viernes a ese "tesorito" que Usted le arrebató; cuando comienza a preguntarse si es normal que a su novia "le duela la cabeza"; cuando al mirarse en el espejo Usted descubre que no valió la pena "tanto esfuerzo"; cuando su ex le presenta un "nuevo amigo" y Usted no entiende qué le vió a ese tonto; cuando al reencontrarse con la Promo del Cole, Usted siente en la boca un saborcillo a retama amarga como de juventud perdida; cuando al escuchar cualquier tipo de "informe estadístico", Usted es capaz de percibir la mano que mueve los hilos... cuando, cuando, cuando... la inocencia se nos fuga como aguita entre los dedos y siempre nos deja la dolorosa sensación de un desplazamiento del Paraíso soñado... Tal vez al final, como en la novela de Edith Wharton, terminemos huyéndole a los reencuentros para no revivir viejos dolores y nos neguemos a escuchar los murmullos socarrones que nos dicen "Pásela por inocente".

8 comentarios:

  1. hola Dorian,
    ese día se ha convertido -y digamos- siempre ha sido como una día de diversión y se toma para hacer bromas. Entre mis amigos suelo hacerle bromas sencillas como por ejemplo: tienes un bicho en el cabello.. y al final nos reimos ambos del juego . En ese momento no estamos ni siquiera pensando en la procedencia histórica. Si lo hiciésemos, nos daría dolor de cabeza o estaríamos siempre tristes.
    yo prefiero dejarlo al nivel de las bromas.

    Me gustó leer tu entrada.^^

    Te deseo un recibimiento del nuevo anno 2011 con alegría y en companía de tu familia y amigos. Que lo pases bien.
    Aqui en Berlin está todo blanco de la nieve y muy frío.

    un abrazo^^

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  2. ¡Hola, Rebecca! Que grato saber de tí. Si, tal parece que las bromas son la constante en todos los lugares de influencia cristiana... Yo, que, como dicen mis amistades, no he salido de la etapa del por qué, no consigo superar la manía de buscarle el lado oculto a los hechos... Casi nunca encuentro nada nuevo, pero me agrada el horizonte de sugerencias que dejo abierto. Gracias por tu compañía, me alegra que te haya gustado la entrada. Ojalá que el calor de tu hogar supere el frio exterior. Un abrazo

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  3. Esa inocencia la debemos mantener para algunas cosas como un tesoro y para otras no, sino caemos en la ignorancia perjudicial, venenosa. Lo difícil es saber cuando sí y cuando no jjaa. Y ahí ya estamos perdiendo la inocencia.
    Beso muahhhk ese niño-muy hombre de los porqués.
    Tu Ellen Olenska.

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  4. ¿Melodíaaaa! Y, ¿sabes que tus aventuras en Maimara tienen muchas similitudes con la novela de Edith Wharton? Y el aire de condesa, no logras ocultarlo... pero a mí me parecería muy triste viajar a tu encuentro cuando, como cualquier Archer Nuevatierra, ya sea demasiado tarde...

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  5. Hola Dorian, bastante sarcástico tu escrito pero hay de cierto, con el tiempo frente a la realidad que nos empieza a llegar nos endurecemos un poco, perdemos esos bríos de nuestra niñez tan anclados a la inocencia, pero parece ser un poco esa la idea del día de los inocentes, de burlarnos un poco de todo el asunto para liberar algo de la carga. Un abrazo.

    PD: Gracias por seguir mi bitácora, yo te sigo también con gusto.

    Mario.

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  6. ¡Mario! Sssssi... pero yo, que pertenezco al gremio de los amargados, sospecho que toda broma establece una relación de jerarquías entre el bromista y el embromado. Eso me hace incapaz de hacer bromas o de recibirlas. Tu blog es un depósito muy generoso y versátil de buena literatura; es un placer (y una necesidad) seguirlo. Feliz Nueva Década

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  7. hola Dorian,
    paso a saludarte y desearte un feliz fin de semana^^

    un abrazo^^

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  8. ¡Rebe! ¡Grata sorpresa! El deseo es recíproco: Que la pases bonito. Un abrazote

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