jueves, 28 de julio de 2011

Marshall McLuhan- Veritas liberabit nos

Situando nuestros cuerpos físicos en el centro de nuestros sistemas nerviosos ampliados con la ayuda de los medios electrónicos, iniciamos una dinámica por la cual todas las categorías anteriores, que son meras extensiones de nuestro cuerpo, incluidas las ciudades, podrán traducirse en sistemas de información.”
Esta es la hora en que un párrafo como el anterior no ha podido ser totalmente digerido por los tecnócratas de la red, que se ufanan de su habilidad para "chatear", "hackear" o diseñar software para viajar al hiper espacio o intervenir archivos privados y que, incluso, alardean de su "inteligencia global", pero que, tal como lo predijera McLuhan, terminaron convertidos en lo que contemplan”, ciñéndose sin saberlo a la premisa mclujaniana de que “somos modelados por las herramientas que modelamos. Fue escrito en 1964 por Herbert Marshall McLuhan  (Edmonton, Alberta, Canadá 21 de julio de 1911 – Toronto, 31 de diciembre de 1980) en Comprender los medios de comunicación (clic aquí para tenerlo en pdf), dos años después de La galaxia Gutemberg (1962), obra en la que introdujo la (en ese entonces) hipótesis "loca" de la “aldea global” que anticipaba en medio siglo, la hoy familiar, interconección digitalizada de los residentes de esta googleada esfera.
McLuhan fue el primero en profetizar la abrupta evolución epistémica de una construcción mecánica, objetiva, no implicada y real del mundo a un desarrollo electrónico, inmerso, implicado, inmediato y virtual del mismo. En Comprender los medios de comunicación sustenta la tesis de que “el medio es el mensaje” mediante la exposición y análisis de dos momentos esenciales en la evolución cultural y social de la humanidad: A- El surgimiento de la imprenta con tipo móvil a mediados del siglo XV que generó e impuso una estructura de "percepciones del mundo" en formatos compatibles con el orden visual de la página impresa y un sistema ordenador del pensamiento en patrones rectilíneos; y B- Las modernas aplicaciones de la electricidad (telégrafo, teléfono, televisión, ordenadores, etc.) surgidas desde finales del siglo XIX,  que obligarían a la gente a reordenar sus percepciones del mundo en formas compatibles con los protocolos de la comunicación ciberespacial.  
Menos "académico" que Edgar Morín y no tan "cosmocéntrico" como Heinz von Förster el de la "Doomsday Equation" (Ecuación del Día del Juicio Final), aunque tan complejista como el primero y más excéntrico que el segundo, coincide con ambos en el desarrollo de un enfoque multidimensional de la naturaleza humana, según el cual el Sujeto y el Objeto son partes inseparables de la relación autorganizador-ecosistema que liga los conocimientos dispersos.
El pasado 21 de julio habría cumplido sus primeros cien años, y resulta dolorosamente irónico el silencio (ya sea por ignorancia o por indiferencia) de comunicadores y cibernáutas. Su epitafio en latín reza "La verdad nos hará libres"; yo le añado: Verdad que se comprueba es obviedad que se desprecia. Definitivamente "el contenido sigue a la forma, y las tecnologías incipientes dieron lugar a nuevas estructuras de pensamiento y sentimiento".

2 comentarios:

  1. Sin lugar a dudas estamos unidos al progreso, nuestra reingeniería mental se aboca a la evolución, reconstruimos nuestros paradigmas y cosmovisión de nuestra humanidad desde nuestra individualidad asociada a la sociedad global que tanto hincapié haría McLuhan, gran comunicador y visionario. Nuestra contextualización mundial con algo de raciocinio se ve sumergida en ella. Su epitafio en latín me encanta, ya la frase la había escuchado de hace muchos años, pero no la asociaba con él. Bonito homenaje. Un abrazo.

    PD: Te dejo mi twitter por si me quieres agregar @nenufareseferv

    Mario

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  2. Hola Mario. Gracias por tu visita y el comentario. Tienes razón, la frase original es atribuída al evangelio de Juan 8,32; lo que pasa es que McLuhan, que era ante todo un especialista en implicaciones, sustituyó el /os/ original (de vosotros) por el /nos/ (de nosotros). Ya te estoy siguiendo en tweeter, así que a cuidarte de los trinos. Un abrazo.

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