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miércoles, 29 de septiembre de 2010

Mafalda- ¡Feliz cumpleaños! Alter ego

Aunque, realmente, fue el 15 de marzo de 1962 cuando Joaquín Lavado, Quino (Mendoza 1932) dibujó por primera vez a Mafalda como parte de una campaña para las lavadoras Mansfield, y en 1964 se publicaron tres tiras de Mafalda en el suplemento humorístico Gregorio de la revista Leoplán, es el 29 de septiembre de 1964 cuando, acompañada de su papá (de quien, a diferencia de Raquel, la mamá, nunca se supo el nombre ni el apellido), aparece publicada en la revista argentina Primera Plana, a razón de dos tiras por semana. Más que una nena precoz, Mafalda representa ese enano cínico al que un trágico día (tal vez cuando nos graduamos de la secundaria, o cuando decidimos o nos tocó abrirnos del parche paterno) todos tuvimos que aprender a reprimir. Con razón dijo de ella Julio Cortázar: "No tiene importancia lo que yo pienso de Mafalda. Lo importante es lo que Mafalda piensa de mí". Como era natural, murió de filicidio el 25 de junio de 1973, precisamente cuando las dictaduras militares del Cono Sur asumieron el control de las ideas y las acciones, particularmente de la infancia y la juventud.
Quino, su creador aseguró que no volvería a dibujar a Mafalda, porque los jóvenes actuales están desilusionados y no quieren cambiar el mundo para mejor, al contrario de la década de 1970, cuando nació el personaje. "En el mundo los problemas se van dando en espiral, nunca de la misma forma. La época en que yo hacía Mafalda no se repite, (...) toda la juventud tenía ideales políticos, para empezar, y creíamos, con los Beatles, el Che Guevara, el Papa Juan XXIII y el mayo francés del 68, que el mundo estaba cambiando para mejor"; en cambio ahora "los ideales políticos se han diluido" y el sistema ha asumido todas las protestas. En su opinión, hoy lo que quiere la juventud es estudiar, conseguir un título y un trabajo y que nada cambie para conservarlo. "Eso me parece terrible, porque nadie piensa en este momento que el mundo va a cambiar para mejor", se lamentó Quino en una rueda de prensa concedida en México el 26 de noviembre de 2008 cuando promocionaba su antología Mafalda inédita. "Es irrepetible la época aquella, no podría yo empezar hoy con una nena que tiene estos ideales y estas ganas de que el mundo cambie para bien, que fueron los que yo tuve". "Cada paso que da la humanidad hacia delante, después da dos para atrás con mucha sangre y millones de muertos, es siempre así". Por todo ello descartó que se pueda repetir esa época y encontrar "un personaje que proteste de todo para que todo cambie, porque en el fondo Mafalda es muy positiva". A pesar de reconocer que él ha perdido las ilusiones, opinó también que "históricamente uno no puede perderlas, debe tener fe de que la humanidad va a ir mejorando". "Es obligación creerlo aunque uno crea que es mentira". Quino consideró que actualmente no hay políticos en el mundo con los que ilusionarse e identificarse, excepto quizás Barack Obama. "A mí me asusta un poco que se ha tomado en todo el mundo como si hubiera llegado el Mesías" y que va a solucionar todos los problemas del planeta, ya que eso "lo va a desbordar", opinó sobre el presidente de Estados Unidos. En Argentina, dijo, conocen muy bien el peligro de la desilusión con los políticos, que en América Latina se solucionan con un golpe de Estado y en EE.UU. "matando al presidente", bromeó.

viernes, 13 de agosto de 2010

¡Mierda!...¡Hijueputas!

Empezaron a  eclosionar los huevitos del salgareño. El método de los "Santos positivos", una práctica morbosa a la que ya nos tiene acostumbrados el exministro de defensa, ha regresado por sus fueros. Sus esbirros ya ni siquiera se cuidan de las evidentes similitudes en el modus operandi con el carro bomba de la escuela de caballería el 19 de octubre del 2006, ni se preocupan por cubrir el rastro del dueño del vehiculo empleado (un militar en ejercicio, que dice "haber sido emburundangado" para robárselo). Vaya uno a saber si será una pinche coincidencia que hoy, 13 de agosto se cumplan 11 años del asesinato de Jaime Garzón, el UNICO periodista comprometido con una causa social en la cadena radial que está pretendiendo adjudicarse el papel de "objetivo" de este  show.
Lo verdaderamente preocupante de todo esto, más allá del siniestro grado de sofisticación y refinamiento que están alcanzando, es el inevitable efecto de bola de nieve que acabará legitimando una campaña de persecución y muerte a los líderes comunitarios (para no ir muy lejos, ayer asesinaron en Medellín a Luis Germán Restrepo Maldonado, presidente de Sintraempaques, sin que hoy las emisoras de radio y los canales de televisión, engolosinados con la explosioncita de Bogotá, se hayan molestado en reseñar la noticia). Ya entre ellos, que al fín y al cabo se cubren todos con la misma cobija, debe estar poniéndose teso el ambiente, al saber que ninguno de ellos es confiable y ninguno de ellos puede descuidarse, porque al primer papayazo podría ser la víctima propiciatoria de esta estrategia macabra de mantener en la impunidad las bellaquerías cometidas por el clan al que servía el salgareño. La cúpula militar, los megacontratistas, los palmicultores, los banqueros, los narcotraficantes y los "inversores" extranjeros explotan el tema del terrorismo (concebido y patrocinado por ellos mismos) y medran del drama de más de 28 millones de pobres que sobreagúan con un salario de hambre (los que logran algún empleo, porque la tasa de desempleo supera el 18%). Quien lo creyera, logramos superar los grotescos esfuerzos del salgareño para metérsenos por la vía de los falsos afectos y, como van encadenándose los acontecimientos, acabaremos reaccionando visceralmente, mandando a la misma mierda cualquier posibilidad de discurso razonado y de fe en  las acciones civilizadas ¡Coman mierda, manada de hijueputas!
 

miércoles, 4 de agosto de 2010

José María Vargas Vila- Un silencioso Sesquicentenario


A propósito de toda esa falsa celebración de "independencia" que el salgareño y sus secuaces trataron de difundir con su alharaca de culebreros, ¿alguna profesora de ciencias sociales podría tratar de explicarle a sus alumnos  por qué en este parrandeadero de gringos los Ministerios de Educación y de Cultura son apéndices del Ministerio de Guerra (que, por esas deformaciones semanticistas de la esquizofrenia burocrática, fue cambiado por "de defensa")? El diseño curricular del bachillerato colombiano, del cual hablaremos proximamente, y la intensa campaña de aculturación mediática de un par de organismos policivos adscritos al sistema oficial de propaganda, se han asegurado de filtrar cualquier clase de contenido civilista en la programación intelectual de la Opinión Pública colombiana. Es por eso que quien haya observado los desfiles castrences y escuchado las arengas veintejulieras con motivo de las celebraciones del "bicentenario" podría preguntarse por qué, además de políticos corruptos y chafarotes belicosos, pareciera que este pais nunca hubiese producido  científicos, artistas, escritores, pensadores, en fin... algún tipo de Ser Humano Digno que pudiese devolvernos la confianza en la dinámica cultural del proceso constructor de una identidad nacional. Tal es el caso del cumpleaños Ciento Cincuenta del nacimiento del escritor colombiano José María de la Concepción Apolinar Vargas Vila Bonilla, más conocido como José María Vargas Vila, el cual, con muy contadas y modestas excepciones, recibió unos breves comentarios en uno que otro medio impreso y ninguno en la radio o la televisión nacional, que, aquí entre nos, no tienen un solo espacio para la difusión programática de la cultura.
Nacido en Bogotá, Colombia, el 23 de julio de 1860 y muerto en Barcelona, España, el 25 de mayo de 1933, Vargas Vila sigue siendo el escribidor más prolífico y polémico de toda la historia literaria del país, por encima de Fernando Vallejo, su mal imitador pseudopanfletista. Junto con Juan Montalvo, escritor ecuatoriano nacido en Ambato,  (con quien tiene más de una "coincidencia") es considerado el mayor insultador de latinoamérica. Escribió en varios géneros literarios, en especial en Panfleto (crítica y sátira culta e ilustrada), un género hoy desprestigiado por los panegiristas del régimen, para atacar de manera virulenta a los godos notables de la Regeneración Nacional (Rafael Núñez, Miguel Antonio Caro, Carlos Holguín, Manuel Antonio Sanclemente y José Manuel Marroquín). Sobre Núñez dice que “pertenecía a la raza triste de los tiranos filósofos”. De Miguel Antonio Caro dice: “no usó el poder sino para empequeñecerse”, “hubo dos cosas inseparables en él: la tiranía y la gramática” y “fue un sátiro de las rimas” (había que tener el cuero muy duro para sobrevivir a la implacabilidad de estas sentencias). Sus obras fueron condenadas tanto por el sistema institucional como por la Iglesia. Los curas sermoneaban desde los púlpitos amenazando con las llamas eternas del infierno al apóstata que leyera los libros de este demonio. Contrario a lo esperado, el alboroto hizo aumentar explosivamente las ventas de sus obras, las cuales se editaban y circulaban de manera profusa no sólo en Colombia sino en todo el continente americano y en España. Escribió y publicó setenta y ocho volúmenes: veintidós novelas, tres libros de relatos, once de ensayos literarios, siete de filosofía, siete de estudios históricos, seis de temas políticos, uno de conferencias y una tragedia * . Reproduzco intacto el siguiente párrafo del poeta antioqueño Jorge Valencia Jaramillo "Su popularidad como escritor era inmensa. Su nombre no se mencionaba (ni se menciona hoy) en las antologías, en las historias de la literatura o en los artículos de crítica literaria. Pero sus libros circulaban en las tabernas, en los corredores de las universidades, en las herrerías, en las oficinas de comercio, en los talleres de sastrería, entre los empleados de los servicios públicos, en la clientela de las peluquerías y de las carnicerías. Vargas Vila ha sido por eso, como pocos, forjador y maestro de la cultura popular en Nuestra América. Yo he encontrado libros suyos en bebederos de aguardiente de Risaralda (Colombia), entre bultos de papa; en un cafetín de Buenos Aires, en la zona del puerto, alimentando la conversación de los parroquianos a la hora de la siesta; en la cartera de una empleada de correos de Montevideo, para ser llevado del trabajo al café Sorocabana de la Plaza Libertad, donde un grupo de amigos esperaba para el debate intelectual del anochecer; en una pescadería de Valparaíso, cuyo propietario interrumpía la atención a los clientes para leerme párrafos enteros de "Los Césares de la decadencia" con entusiasmo sincero; en una "fazenda" brasilera, donde el mulato más letrado tenía el encargo de leer a los trabajadores reunidos algún texto "bueno para el alma"; en una peluquería del Cuzco (Perú), entreverado con revistas de moda y de deportes, para que los clientes que pagaban por la trasquilada ("sentado, 10 soles; parado, 5 soles") pudieran ilustrarse; y naturalmente, en mi propio pupitre de escolar, en Santiago de Chile, cuando fundé un club de adolescentes conspiradores y traficantes de libros prohibidos y blasfemos". Fue, probablemente, el primer escritor de nuestra lengua que, a pesar de su trashumancia, pudo vivir cómodamente de sus derechos de autor (En algunos casos no es fácil definir con exactitud la fecha de publicación ya que hay ediciones dobles e incluso varios títulos para la misma obra). Pero, sobre todo, y  éste es un rasgo vergonzantemente ignorado, el más ecuménico, cosmopolita y anticipado de todos nuestros embajadores, que se reconocía más identificado con el compromiso de irradiar sus ideas políticas que con la creación literaria. En su Diario, en febrero de 1920, escribiría: “La idea de que en el porvenir yo pueda ser juzgado como un literato me entristece. La literatura no fue para mí sino un vehículo de mis ideas, y fue en ese sentido que yo escribí mis novelas y juicios críticos y libros de estética pura. Yo no quiero ser desnudado de mis arreos de combatiente, ni aún en el fondo del sepulcro”. .
Era el suyo un sino trágicamente predestinado, al mejor estilo de la narratología griega, hilado febrilmente  desde el momento mismo de su nacimiento en medio de una guerra que no le permitió tener presente a su padre, el General José María Vargas Vila, quien se hallaba en el campo de batalla  bajo el mando del General Tomás Cipriano de Mosquera. Un hado indómito que se iría configurando desde el momento en que en 1875, con sólo 16 años, hizo click en el botón que dispararía el chip de su destino por la ruta de las contradicciones irónicas y el eterno desarraigo, cuando decidió enrolarse en las fuerzas liberales comandadas por el general Santos Acosta para defender de la rebelión conservadora  al Presidente Aquileo Parra Gómez quien, a la postre, sería el último gobierno del Olimpo Radical y que se consolidaría a partir de 1878 cuando, a sus 19 años, se va como maestro de escuela para la ciudad de Ibagué, a pesar de no tener ningún título académico, tal como lo dejó registrado en los  Diarios, cuaderno XV, que escribió en su época nostálgica, a la edad de 59 años : "Fui el autodidacta apasionado y completo: a los veinte años la antigüedad clásica me era familiar;  había leído a Homero, Tucídides, Esquilo, Xenofonte y Cicerón. Tenía pasión por Tácito y desprecio por Suetonio; traducía al Dante e imitaba a Virgilio. Todo esto aprendido y leído en la biblioteca de un cura de pueblo que había sido fraile y que poseía el don de la elocuencia.  Se llamaba Leandro María Pulido y era cura de almas en el pueblo de Siachoque (...)  Durante las vacaciones que el profesorado que yo ejercía desde los diecinueve años me dejaba, yo me encerraba con él, que ya era sexagenario; su reclusión llena de libros me daba una especie de manía por la lectura, aquella era mi universidad (...). Era político enragé (rabioso), conservador y fanático a outrance. ¿Cómo pudo convivir conmigo que era el polo opuesto de sus crencias?  Tal vez por la ley de los contrarios". Pasado algún tiempo regresa a Bogotá para trabajar como profesor en el colegio Liceo de la Infancia, dirigido por el sacerdote Tomás Escobar, en el cual se educaba lo más selecto de la sociedad bogotana. Allí resiste un par de años, hasta cuando, molesto con el rector, publica un artículo en La Actualidad, un periódico radical, acusándolo de tener relaciones homosexuales con muchos de sus alumnos. El escándalo fue mayúsculo. Expulsado de la institución, Vargas Vila migró a Tunja, a la casa del canónigo Leandro María Pulido. En 1884, con 24 años, habiendo dejado su oficio de maestro de escuela que desempeñó entre Ibagué, Guasca, Anolaima y Bogotá, es inmerso en la Revolución del 85 al enrolarse como secretario de Daniel Hernández, General de las tropas liberales radicales de Santos Acosta durante el alzamiento que éste dirigió contra el presidente Rafael Núñez,  caudillodel partido nacionalista y  líder inobjetable de la Regeneración Nacional, para, un año después, en 1885, a causa de la muerte del  General Hernández en la batalla de La Humareda, huir a la hacienda El Limbo (¿aún duda de la ironía, amable lector(a)?), en Los Llanos,donde aprovechó el refugio y la hospitalidad que le brindó el general Gabriel Vargas Santos, pariente lejano suyo, para escribir  su obra "Pinceladas sobre la última revolución de Colombia; siluetas bélicas", en la que ridiculizó los ideales y el comportamiento de los grandes jefes políticos de la Regeneración, presentándolos como fieras ávidas de sangre; azotando con adjetivos virulentos, quemantes todas sus supuestas virtudes cívicas y acentuando hasta la caricatura su enfermizo sometimiento a las negras sotanas. La reacción gubernamental fue inmediata: El Presidente Núñez ofreció recompensa por su captura vivo o muerto. En 1887, presionado por la persecución montada huyó a Venezuela y se estableció en Rubio, donde fundó el periódico La Federación; pero Nuñez logró mediante protestas y presiones que las autoridades de Venezuela clausuraran la publicación. Vargas Vila, entonces, se trasladó a Maracaibo y allí inició la producción de sus primeras novelas, que publicaba y vendía por entregas, en forma de folletos y en 1888, ya en Caracas, fundó la revista Los Refractarios y dirigió la revista Eco Andino con  Diógenes Arrieta y Juan de Dios Uribe. En 1891 viajó a los Estados Unidos y se radicó en Nueva York, donde muy pronto entabló relaciones con muchos exiliados latinoamericanos, intelectuales y conspiradores, laboró en el diario El Progreso y fundó y redactó la revista Hispanoamérica, en la cual, además de los consabidos ataques, publica varios cuentos que después recogería en su libro Copo de espumas. Allí publicó también su libro Los Providenciales, feroz diatriba contra los arrogantes caudillos y dictadores latinoamericanos. En 1893 regresó a Venezuela, donde el presidente Joaquín Crespo lo nombró su secretario particular. Pero poco tiempo después Crespo fue derrocado  y, conminado por el nuevo presidente Raimundo Andueza Palacio, debió dejar Venezuela y viajar a Nueva York donde trabajó en la redacción del periódico El Progreso, fundó la Revista Ilustrada Hispanoamérica, en la que publicó varios cuentos y trabó amistad con el apóstol de la independencia cubana José Martí, quien en 1894 le informó sobre sus planes de retorno a la isla para integrarse a la Guerra de Independencia. Pocos meses más tarde, el 19 de mayo de 1895, caía Martí herido de muerte en suelo cubano; pero alcanzó a dejarnos este testimonio del efecto de la personalidad de Vargas Vila en las reuniones y mitines en que participaron : "el vehemente entusiasmo con que, sacados de sus asientos por ímpetu de amor, saludaron aquellos esclavos de América la peroración cadenciosa, inspirada, valentísima del colombiano José M. Vargas Vila, que cuenta sus días ya gloriosos por las batallas afamadas de su palabra y de su pluma en pro de la libertad". En 1898 Eloy Alfaro, Presidente de Ecuador, lo nombra Ministro Plenipotenciario de Ecuador en Roma, pero, a causa de la publicación de su novela Ibis en el año 1900, el Papa León XIII lo excomulga. Vargas Vila recibe la noticia con una sentencia lapidaria: No doblo la rodilla ante ningún mortal. Sin embargo, debió regresar a su exilio en Nueva York, donde, en 1902, fundó la revista Némesis, desde la cual criticaba al gobierno colombiano de Rafael Reyes y demás dictaduras latinoamericanas, así como a la  práctica estadounidense de la Política del Garrote, la Enmienda Platt y la usurpación  del canal de Panamá. En 1903 publicó en esa revista Ante los bárbaros- El yanki he ahí al enemigo en el que  hace un recuento crítico de las invasiones norteamericanas en Haití, Filipinas, Cuba, Panamá y Nicaragua, tras lo cual el gobierno de Washington lo obliga a dejar Estados Unidos. Se fue a vivir a Venecia por una breve temporada y regresó a París en 1904. Allí estableció relaciones de amistad personal y de afinidad intelectual con una pléyade de escritores latinoamericanos (Rufino Blanco Fombona, Enrique Gómez Carrillo y muchos otros) que se habían refugiado en la Ciudad Luz. Su estadía en París fue muy breve, porque, en 1904 José Santos Zelaya Presidente de Nicaragua lo designó, junto con Rubén Darío (quien le dedicó un par de poemas: Cleopompo y Heliodemo y Propósito primaveral) como integrante de la Comisión de Límites con Honduras ante el rey de España, mediador en el contencioso. Pero Vargas Vila no era hombre de cargos diplomáticos; pronto regresó a su trabajo creador. Se puso al frente de la edición de sus libros y luego de breves estancias en París y Madrid se asentó en Barcelona, donde inició, por acuerdo con la Editorial Sopena, la publicación de sus obras completas.
Virtuoso de la Diatriba y el Vituperio, fue un modernista afrancesado (hay quienes dicen que demasiado efectista, con un cierto gusto por las decoraciones recargadas a lo D'Annunzio) que utilizó su oficio para exponer sus ideales liberales radicales y dinamizar una crítica incesante contra las ideas conservadoras, el clero y la política imperialista de los Estados Unidos. Muchas de sus ideas, próximas al existencialismo, se fueron afirmando como libertarias, muy próximas al anarquismo, a tal punto que él mismo se declarara anarquista.Usaba un fraseo entrecortado con hiatos arbitrarios que evocaban el estilo "descarrilado" de don Simón Rodríguez y personalizaba los conceptos abstractos escribiéndolos en mayúsculas (la Ambición, el Odio, la Hipocresía, la Grandeza) para, combinando el dominio filosófico de  las doctrinas nihilistas con la búsqueda nietzscheana del "superhombre",  introducírlos en frases y metáforas que abrían heridas incurables y, mediante el uso de la Paradoja en un estilo admonitorio, poner sobre las llagas el ácido urticante de renovadas imprecaciones. Sus sentencias  lapidarias, sus conclusiones proverbiales, su irreductible anticlericalismo y su apasionada defensa del libre pensamiento provocaron que sus acérrimos enemigos (los viejos círculos clericales apegados a sus privilegios y la decadente jerarquía conservadora cargada de odios y rencores) le endilgaran un catálogo de perversiones y sicopatologías: Que era hermafrodita. Que era impotente y que esta era la razón de su odio a todo lo viviente. Que era homosexual. Que su misantropía y su odio a la iglesia nacían del hecho de ser hijo de un cura párroco y una monja depravada. Que presidía sesiones de satanismo con sus amigos y cómplices. Que ayudaba con su patrocinio a los seguidores de Malatesta, financiando asesinatos y bombazos contra duques y marqueses... Agregaban a ello un listado interminable de apodos adjetivantes: "el expatriado", "el satánico", "el bastardo", "el lenguaraz despreciable", "el desnaturalizado", "el blasfemo", "el luciferino mendaz", el "enemigo de la paz, el orden y la autoridad", "el decadente pernicioso", el "disolvente", el "degenerado".
En 1923 realizó intensas giras por varios países de América Latina en los que había alcanzado gran popularidad. Visitó Buenos Aires, Montevideo, Río de Janeiro, México, La Habana y otras ciudades importantes. Dictó conferencias, muy agitadas y concurridas. Causó revuelo y estrépito. Libró polémicas con los periodistas que le hicieron entrevistas escandalosas. Pero, al final de esta gira, en La Habana, Vargas Vila contrajo una enfermedad extraña que afectó su vista y que, finalmente, lo dejó completamente ciego. Regresó a Barcelona, donde transcurrió los últimos años de su vida en completa soledad, sin vida afectiva íntima, sin un amor profundo, sin una compañía duradera. La neurosis comenzó a manifestarse en forma de actitudes agresivas e intolerantes, incluso hacia los propios amigos que lo estimaban y admiraban. En su Diaro,  en 1918, escribió: "El amor no fue pasión mía (...). El aprendizaje de la soledad no fue penoso; yo había nacido un solitario y lo fui desde mi niñez..., nunca tuve amores, nunca tuve amigos. Las mujeres que fatigaron mi sexo no entraron jamás en mi corazón, cuando entré en la soledad no tuve que expulsarlas de ella".
Añoró a su patria cientos y cientos de veces, pero también la maldijo. Por eso, antes de morir, escribió: “sólo pido al viento misericordioso que no sople hacia occidente, y no lleve un átomo de ellas hacia las playas de mi patria. Yo no quiero ese último destierro; lloraría de dolor aquel átomo de mis cenizas”. Su voluntad, para el día de su muerte, había sido: Cuando yo muera, poned mi cuerpo desnudo,/ como a la tierra vino;/ en una caja de madera de pino;/ sin barniz, sin forros, sin adornos vanos de recia ostentación;/ poned mi pluma entre mis manos;/ y el retrato de mi madre sobre mi corazón;/ y como epitafio, grabad únicamente esto: Vargas Vila. Murió en 1933, cuando ya comenzaba a gestarse el terrible drama de la guerra civil española. Lo despedimos con la frase que pronunció en París (1897) para su amigo, el poeta Diógenes Arrieta:
¡Duerme en paz, amigo, lejos del imperio monacal que nos deshonra!
(Una muy buena reseña de su bibliografía está  en El divino Vargas Vila, de Arturo Escobar Uribe) Fragmento de Los divinos y los humanos (1904), "¡Qué época!, ¡qué generación!, ¡qué hombres!; era como una flora gigantesca y extraña, abriéndose en la sombra; tenían la virilidad, la fuerza, el heroísmo de los grandes innovadores. La Elocuencia, el Talento, la Virtud, todo residía en ellos; los apellidaron los Gólgotas. Antes de ellos, el liberalismo había sido un ensayo débil, pálido, confuso, herido por  el militarismo arrebatado por la negra y furiosa ola conservadora;  todos venían de abajo, de la sombra, del pueblo: cunas humildes de lejanos puntos del páís los habian mecido; sangre de campesinos, sana y robusta, circulaba por sus venas; vientos de nuevas y generosas ideas,soplaban sobre ellos; ideales luminosos, sublimes utopías llenaban sus cerebros y, con la piqueta demoledora y el verbo sublime de las grandes revoluciones, escalaron la cima para anunciar al pueblo la buena nueva".
El 24 de mayo de 1981, el poeta antioqueño Jorge Valencia Jaramillo (izq.) logró que los restos de Vargas Vila llegaran a Bogotá provenientes de España. (Breve reseña en El Espectador el 24 de julio de 2010)

viernes, 23 de julio de 2010

León de Greiff. De cuando Filosofía Poesía y Música fueron un solo Espíritu mamagallista y sabio

"En una redada de policía que hubo en Bogotá en años pasados, cayó, entre otras muchas personas, León de Greiff, quien se hallaba departiendo con otros literatos y poetas alrededor de una de las mesillas del célebre "Café Automático". Conducidos en carros radiopatrullas a la Inspección de la calle cuarenta, allí fueron todos requisados, aligerados de los papeles que llevaban en los bolsillos, y provisionalmente mandados a los calabozos, mientras en las oficinas se examinaban con detenimiento aquellos papeles, en averiguación de posibles planes subversivos. Una vez terminada la minuciosa inspección, casi todos los detenidos fueron puestos en libertad. Pero León se quedó adentro, como sujeto a todas luces peligroso. El investigador había leído y releído los papeles del poeta, y como no entendiera una palabra, había exclamado con un lampo de triunfo en los ojos: "¡Esta es una clave secreta! ¡Aquí está la clave de los revolucionarios!". Se trataba, desde luego, de algunos de los poemas manuscritos de León de Greiff; y no le faltaba completamente razón a aquel celoso servidor de la causa del orden : León de Greiff es, en el ámbito de la poesía... el inventor y guardián de la clave de una revolución..." Juan Lozano y Lozano.
Este 22 de julio el  Poeta Francisco de Asís León Bogislao de Greiff Häusler (hasta con su nombre mamaba gallo), conocido como León de Greiff, estaría celebrando sus primeros 115 añitos de haber nacido en Medellín, la capital del departamento colombiano de Antioquia, el 22 de julio de 1895, de no haber decidido irse una fria madrugada del 11 de julio de 1976,  hace 34 años, al  Alfheim (hogar de los elfos de luz y patria de sus ancestros). Utilizando seudónimos como "Leo Le Gris" y "Gaspar de la Nuit" el Maestro elaboró una poética basada en la conjugación temática de elementos tomados de la ciencia, el erotismo, la ironía, la ternura, la espiritualidad y la materia; formalmente, alcanzó  la sonoridad rítmica a partir de audaces propuestas lingûísticas y giros del castellano antiguo (asimilados por muchos al culteranismo o neobarroco poético) y, en  lo  conceptual, se suplió del bagaje existencialista de su amigo el filósofo paisa Fernando Gonzalez y las propuestas estéticas del modernismo, el surrealismo francés y el creacionismo de Vicente Huidobro.
Para comprender la inseparable simbiosis entre el mamagallismo raizal, el nihilismo existencial y el lirismo romántico (¿O romanticismo lírico?) de su obra, veamos su respuesta a la ingenua pregunta  del novelista Jaime Ibáñez en una entrevista  para una revista literaria. Pregunta: "Diga usted, Maestro, ¿qué experimentó cuando sintió el deseo de escribir poesía?" Respuesta : "En realidad, joven Ibáñez, creo no recordar cuando sentí tal deseo ni menos aún qué experimenté en tal momento crucialísimo... Hace tanto de ello. Tengo mis sospechas de que no experimenté nada especial y hasta que no sentí tal deseo. Mis primeros -como mis últimos- versos los hice y los haré casi que sin el propósito de lograrlos y sin que ningún afán acúcieme. La primera vez que incurrió en delito poético tendría el chico sus diez y seis años. Ello ocurrió en la Villa de la Candelaria. ¿Motivo, tema de la primera poesía? -Si lo sé mas no lo digo" ¿Y qué otra cosa se le podría haber contestado? digo yo.
Si aun quedan dudas, mire éste su "Registro de Personal": "Estado Civil: Casado, bígamo y aún trigémino; Salud: Muy buena, gracias; Estudios que ha hecho: Filosofía y Letras - Un año de Ingeniería - Veinte años de tanteos sin rumbos; Escuela o colegio en que los hizo: Universidad de Antioquia - Escuela Nacional de Minas - Calle, alcobas, bibliotecas y cafetines; Grado o título que posee: Opifex Verborum - Extractor de esencias - quintas - Musúrgico - Acontista, etc. -Relapso y contumaz hereje; Habilidad especial: Tergiversante, signista, navegador de nubes, tocador de fagot, contabilista y estadístico, domesticación de culebras; (para los empleados de manejo). Clase de fianza: hipoteca sobre sus minas de Condoto (platino) y Netupiromba (peridotos y crisoprasas) y sus pesquerías de perlas en Beba-Beba y sus destilerías de Ginebra en idem; Número y fecha de la escritura: (no recuerdo); Notaría en que fue otorgada: usted notaría que no recuerdo ni el número ni la fecha: tampoco la notaría. (...) No consigo ser "objetivo" a la hora de "antologizar" sus poemas, así que publico los siguientes sin ningún criterio selectivo, usted, amable lector(a) júzguelos y opine.
A los 13 panidas
Porque me ven la barba y el pelo y la alta pipa
dicen que soy poeta..., cuando no porque iluso
suelo rimar -en verso de contorno difuso-
mi viaje byroniano por las vegas del Zipa...,
tal un ventripotente agrómena de jipa
a quien por un capricho de su caletre obtuso
se le antoja, fingirse paraísos...! ¡al uso
de alucinado Poe que el alcohol destripa!,
de Baudelaire diabólico, de angelical Verlaine,
de Arthur Rimbaud malévolo, de sensorial Rubén,
y en fin... ¡hasta del Padre Víctor Hugo omniforme...!

¡Y tánta tierra inútil por escasez de músculos!
¡tánta industria novísima! ¡tánto almacén enorme...!
Pero es tan bello ver fugarse los crepúsculos...
Balada de la fórmula definitiva y paradojal
A Tisaza y Jovica; locos también
I
Necias disquisiciones de fastidiosa ética:
mi cabeza, la ilusa, anda muy mal de juicio...
(¡peor la flaca bolsa, de irónica aritmética...!)
Le pregunté a la Esfinge que tengo a mi servicio:
-oh, ¿cuál será la fórmula de virtud o de vicio, que rija mis futuros?-
y los abstrusos senos musitaron unánimes, en tono profético:
todo no vale nada, si el resto vale menos...!
II
Eblís llévese entonces la ilusión que acaricio,
me dije, seducido por frase tan sintética;
acudí, sin embargo, a otro dios más propicio:
al Buda que reniega la física kinética...
Pendía de sus labios de palidez ascética
y preso oí del verbo los indecibles trenos,
la turbia paradoja de recia apologética:
todo no vale nada si el resto vale menos!
III
Pero no satisfecho de esa sentencia herética
(tan absurda a las fibras de mi amante edificio),
fui tras otras palabras de más suave fonética,
que curasen mi trágico padecer adventicio.
Ninguna, nó, ninguna, dio con el artificio
de ese bálsamo amable de perfumes amenos!
Todas fueron acordes cantando el epinicio:
todo no vale nada, si el resto vale menos!

La luna blanca... y el frío...
La luna blanca... y el frío...
y el dulce corazón mío tan lejano... tan lejano...
¡tanto distante su mano...!
La luna blanca, y el frío
y el dulce corazón mío tan lejano...
Y vagas notas del piano...
Del bosque un aroma arcano...
Y el remurmurar del río...
Y el dulce corazón mío tan lejano...!

Mi pobre amor se está yendo...

Mi pobre amor se está yendo...
yo me quedaré llorando...
La lluvia, leve, cayendo;
una nube, allá, glisando...

Mi pobre amor se está yendo.
Lejos, muy lejos!, soñando
la dulce amada, y tejiendo
su ilusión, me va matando...

Mi pobre amor se está yendo...
¿Qué pasa, que nada entiendo?
Qué pena se va a acercando?

La lluvia, leve, cayendo...
Una nube, allá, glisando...

La dulce amada tejiendo
su ilusión, que voy matando!

Mi pobre amor se está yendo...
Yo me quedaré llorando!
Ritornelo
"Esta rosa fue testigo"
de ése, que si amor no fue;
ninguno otro amor sería.
¡Esta rosa fue testigo
de cuando te diste mía¡
El día, ya no lo sé
-sí lo sé, mas no lo digo-
Esta rosa fue testigo.
De tus labios escuché
la más dulce melodía.
¡Esta rosa fue testigo:
todo en tu ser sonreía!

Todo cuanto yo soñé
de ti, lo tuve conmigo...

Esta rosa fue testigo.

¡En tus ojos naufragué
donde la noche cabía!

Esta rosa fue testigo.

En mis brazos te oprimía,
entre tus brazos me hallé,
luego hallé más tibio abrigo...

Esta rosa fue testigo.

¡Tu fresca boca besé
donde triscó la alegría!

Esta rosa fue testigo
de tu amorosa agonía
cuando del amor gocé
la vez primera contigo!

Esta rosa fue testigo .

"Esta rosa fue testigo"
de ése, que si amor no fue,
ninguno otro amor sería.

Esta rosa fue testigo
de cuando te diste mía!

El día, ya no lo sé
-sí lo sé, mas no lo digo-

Esta rosa fue testigo.

Pues si el amor huyó, pues si el amor se fue...

Pues si el amor huyó, pues si el amor se fue...
dejemos al amor y vamos con la pena,
y abracemos la vida con ansiedad serena,
y lloremos un poco por lo que tanto fue...

Pues si el amor huyó, pues si el amor se fue...
Dejemos al amor y vamos con la pena..
Vayamos a Nirvana o al reino de Thulé,
entre brumas de opio y aromas de café,
y abracemos la vida con ansiedad serena!
Y lloremos un poco por lo que tanto fue...
por el amor sencillo, por la amada tan buena,
por la amada tan buena, de manos de azucena...

Corazón mentiroso! si siempre la amaré!

Canción de Dinarzada

Tú fuiste mía, ardiente Dinarzada:
todo tu ser se le entregó a mi ruego!
todo tu ser se le rindió a mi Nada!
todo tu fuego se fundió en mi fuego!
Tú fuiste mía, ardiente Dinarzada!

Ya qué me importa el torvo rumbo ciego!
Es lumbre para mí la desolada llanura yerma!
Alígero navego bajo la tempestad desmelenada!
Todo tu fuego se fundió en mi fuego!
Tu grande corazón, tu alma extasiada,
tu espíritu finísimo, a mi ruego se rindieron:
donáronse a mi Nada!
Noche: en tus brazos únicos me entrego,
Dinarzada sutil, noche soñada...
Tú fuiste mía, ardiente Dinarzada!

Todo tu fuego se fundió en mi fuego!
Cancioncilla 2
Tú coronas mis quince lustros
con el cíngulo de tus brazos,
con el cíngulo de tus muslos,
con el perfume de tus labios,
con el éxtasis de tu júbilo
-cabrilleante por los lagos auriendrinos, hondos carbundos-.

Con la tersura de tus manos,
con el ardor de tu combusto tesoro en flor,
que orna melado toisón en rizos:
el refugio fragante, que al híspido fauno tú le donas,
-intercolumnio-: oasis tibio entre alabastros.

Tú coronas mis quince lustros con el hechizo de tus labios;
con el cíngulo de tus muslos, con el cíngulo de tus brazos,
con tus fulgentes ojos rútilos, con tus besos trémulos, ávidos,
-ora lustrales, ora lúbricos...-
Con la tersura de tus manos, con tu voz rauca en el susurro,
con tus ímpetus inexhaustos, con tus anhelos sitibundos
que el corazón hinchente: heraldos de los mis goces y los tuyos,
-nuestra embriaguez y nuestro gaudio-.

Con el cíngulo de tus muslos,
con el cíngulo de tus brazos,
con el prodigio intercolumnio con el regusto de tus labios...
Tú coronas mis quince lustros con el brillo de tus ojazos,
-gémulas de móvil mercurio-.

Con tu voz grave, con tu osado corazón fiero,
con tu iluso férvido ensueño,
con tu claro zahareño espíritu agudo.
Con el oreo de tu cálido sexual exhálito
y efluvio, y prístino efluvio y exhálito.
con tu severo rictus duro,
con tu sonrisa en sobresalto, con tu silencio o tu murmurio,
-tu pasional mezzo-soprano que se asordina en el connubio...

- Con el cíngulo de tus brazos, con el cíngulo de tus muslos...
con la caricia de tus manos, con el éxtasis de tu júbilo,
con el éxtasis de mi gaudio, con nuestros éxtasis en uno,
con el embrujo de tus labios,
coronaste mis quince lustros
y continúas coronándolos...

sábado, 10 de julio de 2010

Frida Kahlo. La parábola del elefante y la paloma, para cerrar el Mundial

Como apagados por el fragor de las vuvuzelas, entre las esperanzas y las frustraciones del remate del Mundial de fútbol, se cumplen 103 años del nacimiento y 56 del deceso de Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón, conocida en el ambiente plástico como Frida Kahlo, nacida y muerta en Coyoacán, 6 de julio de 1907– 13 de julio de 1954. Fue la tercera hija de Wilhelm (Guillermo) Kahlo, fotógrafo de origen germano-húngaro y religión judía con su segunda esposa, Matilde Calderón, mexicana de ascendencia española. Nacida para el sufrimiento físico, que comenzó a los 6 años cuando contrajo la poliomielitis que le dejó como secuela la pierna derecha más delgada que la izquierda y se consolidó el 17 de septiembre de  1925 (año en que aprendió la técnica del grabado con Fernando Fernández Domínguez) cuando sufre un accidente de tranvía que le fractura la columna vertebral, varias costillas, el cuello y la pelvis; le descoyunta un hombro  y le disloca el pie derecho; un pasamanos le atravesó el vientre y se le incrustó en el costado izquierdo... Consecuencia: Treinta y dos operaciones quirúrgicas en el resto de sus cuarenta y siete años de existencia, corsés de distintos tipos y diversos mecanismos de "estiramiento". Tres años antes, en 1922, había ingresado a la Escuela Nacional Preparatoria de Ciudad de México, la más prestigiosa institución educativa de México, que  por primera vez admitía chicas como alumnas. Fue precisamente en esta escuela donde entraría en contacto con el muralista mexicano Diego Rivera, que pintaba un mural en el auditorio de la escuela y con quien contraería matrimonio el 21 de agosto de 1929. La enorme y obesa figura de Rivera frente a la pequeña y menuda de Frida hizo que señalaran su relación  como la unión de un elefante con una paloma. Un encuentro conflictivo en el que los vínculos creativos y las infidelidades mutuas sasonaron un coctel de amor y odio que explotaría con su divorcio en 1939. Era la consecuencia lógica: La intensidad y trascendencia de los eventos políticos y estéticos involucrados en la vida de Frida, no admitían términos medios. Entre 1937 y 1939 León Trotsky, exiliado de la Unión Soviética, se hospeda con su mujer en la casa de Frida y Diego; allí Frida y León tendrían un romance y, para completar, cuando el revolucionario ucraniano es asesinado por Ramón Mercader, miembro de la NKVD estalinista,  es acusada junto con su marido, como autora del crimen. Para tener una idea de lo dificil que resulta tratar de encasillar su obra en un género específico, vale la pena traer a colación la siguiente anécdota: En 1938, cuando Frida expone en la Galería Julien Levy de Nueva York, André Bretón, poeta y teórico del Surrealismo encargado de la reseña para la Galería, calificó su obra de surrealista; pero la Kahlo no compartió tal calificativo:"Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad".
 

jueves, 10 de junio de 2010

Episodios de nuestra América que es mejor nunca olvidar

Ahora, cuando el salgareño atropella a la Justicia colombiana con su parlache de culebrero enfurecido por la valiente y esperanzadora condena al coronel plazas vega, asesino despiadado del Palacio de Justicia hace 25 años, vale la pena rescatar del olvido histórico el Juicio sumario oral por traición “al pueblo y a la nación” que el grupo guerrillero Montoneros le aplicó el 31 de mayo de 1970 al ex presidente de facto Pedro Eugenio Aramburu en Timote, a 150 kilómetros de Buenos Aires, Argentina, conmoviendo a una sociedad que, en aquel entonces, se hallaba polarizada entre adeptos y disidentes del régimen dictatorial de Alejandro Lanusse. Aún restallaban los ecos de la tarde del 16 de junio de 1955, cuando varios helicópteros y cientos de miembros de las Fuerzas Armadas dispararon indiscriminadamente contra una multitud peronista que se manifestaba a favor de su caudillo en la Plaza de Mayo. Hubo más de 300 muertos y miles de heridos. Aún no cerraban las heridas ni se apagaban los rencores por el recuerdo de la tarde en que Susana, la hija del General Juan José Valle, acudió junto con su madre a la casa presidencial de Olivos para implorarle clemencia al jefe de Estado, invocando la amistad que su padre y Aramburu habían compartido. Aramburu les mandó a decir que dormía la siesta.
Entre los muchos crímenes imputados, Aramburu soportaba el haber hecho parte del plan que con el pomposo sobrenombre de "Revolución libertadora" derrocó al populista Juan Domingo Perón para posesionarse como presidente de facto en noviembre de 1955, haber ordenado el fusilamientos del General Juan José Valle y 26 civiles, acusados de conspirar contra su régimen  en el alzamiento de 1956 y, el más imperdonable de todos, haberse ensañado contra la memoria de Eva Duarte de Perón, desapareciendo su cadáver, “el único testimonio material que nos quedaba de la compañera Evita”, ordenando decapitar todos sus bustos, rebautizando las ciudades y estaciones del metro cuyos nombres hiciesen alguna referencia a los nombres de Perón o Evita y llegando, incluso, a prohibir so pena de cárcel, que se pronunciara sus nombres. Como si todo ello fuese poco, durante los casi tres años que duró en el poder, clausuró los espacios de participación al Partido Peronista y, en plena Guerra Fría, alineó a Argentina con Washington y auspició el ingreso del país al Fondo Monetario Internacional. El segundo día del juicio, cuando surgió el tema de la “compañera Evita”, como la llamaban los Montoneros, Aramburu pidió a sus jueces que apagaran la grabadora, “Sobre este tema no puedo hablar por un problema de honor. Lo único que les puedo asegurar es que ella tiene cristiana sepultura”, dijo. Luego les prometió que haría aparecer el cadáver y pidió lápiz y papel. A la mañana siguiente confesó que Eva Perón estaba sepultada en Roma, con  un nombre falso y bajo custodia del Vaticano, y que la documentación del robo de su cadáver se encontraba en una caja de seguridad del Banco Central a nombre de un coronel Cabanillas. 
El escueto comunicado emitido por los Montoneros,  fechado el 1º de junio, bajo el encabezado “Al Pueblo de la Nación”, rezaba: “La conducción de Montoneros  comunica que hoy a las 7.00 horas fue ejecutado Pedro Eugenio Aramburu. 
Que Dios Nuestro Señor se apiade de su alma. Perón o Muerte, Viva la Patria”.

martes, 23 de marzo de 2010

Bernardo Jaramillo Ossa. Estos hijueputas nos lo mataron

Si existe un momento esencial en la historia de un pais en el que la frase lapidaria de una de sus ofrendas  oficiales al demonio de la muerte es el corolario que mejor define el talante de los agentes del poder institucional y más profeticamente admoniza sobre la venidera negrura del futuro político nacional desde la conciencia plena de su presente agónico, ése es, indudablemente, el del 22 de marzo de 1990 a las 8,05 de la mañana en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, cuando Bernardo Jaramillo Ossa le dijo a su compañera “Mi amor, no siento las piernas. Estos hijueputas me mataron, me voy a morir. Abrázame y protégeme”. Un sicarito de 17 años acababa de descargarle las 33 balas de su mini ingram 380 frente a una "escolta" de 11 agentes del DAS, 2 policías y 2 acompañantes de la UP. Era el epílogo de una estrategia de poder a largo plazoque habían iniciado los narco ganaderos del Magdalena Medio desde la época del gobierno de Julio César Turbay Ayala, cuando acomodaron a alvaro uribe vélez en la dirección de la Aeronáutica Civil Colombiana (1980-1982); para luego instalarlo en la alcaldía de Medellín por un corto período (1982-83) como paso transitorio hacia el Concejo de la ciudad (1984-86) que lo llevaría al Congreso de la república (1986-94), cuya dieta "sacrificaría" para asumir la gobernación de Antioquia (1995-97) en la que fortalecería las bases político-militares que, finalmente, lo atornillarían a la presidencia de la república (2002-10), con las consecuencias que ahora comenzamos a padecer. No hay que ser suspicaz ni paranoico para notar las "coincidencias" entre esa meteórica carrera pública y el surgimiento del ejército paramilitar como estrategia de Estado y el aún impune exterminio de la Unión Patriótica que dejó como saldo el asesinato de dos candidatos presidenciales, nueve congresistas, 70 concejales y decenas de diputados, alcaldes y líderes políticos. Se habla de más de 4 mil víctimas, muchas de ellas desaparecidas (eso, apenas intuyendo el terrible período de desangre que otra vez volveremos a tener sin que ninguna autoridad "sepa" de dónde provienen las motoserradas).
 Ha pasado el tiempo y hoy esa cadena de odio, dolor y muerte es leída con escepticismo e incredulidad por las nuevas generaciones, cuya información sobre la realidad contemporánea de los colombianos ha sido unidireccionalmente canalizada por los escasos medios de información que, obviamente, pertenecen al régimen. Ése es un fenómeno reciente, producto del éxito de aquélla estrategia; pero, en los años 80 y 90 la opinión pública, sobre todo, la del ámbito académico, tenía pleno discernimiento de la barahúnda que dejaba oir sus ecos tras las paredes del Congreso nacional. Fue gracias (o, más bien, por culpa) de todo ese caudal informativo, que Bernardo acertó ¡hace 20 años! en denunciar lo que sería la degradación del conflicto armado colombiano; pero, al advertir el fortalecimiento del narcotráfico mediante la legalización de las estructuras paramilitares y su complicidad con el Estado, estaba cavando concientemente  su tumba. Él, tan inteligente; Él, tan culto; Él, tan curtido en la tragedia campesina del Urabá antioqueño, cometió la ingenuidad ineludible de pretender desarticular el andamiaje paramilitar desde la atalaya de su candidatura presidencial con el arsenal de sus ideas y el cañón de su oratoria: “No se puede ser consecuente con la paz ni hablar de paz mientras no se combate efectivamente a los grupos paramilitares ni se castiga ejemplarmente a los miembros del Estado comprometidos en la violencia contra la población civil”. Días antes del asesinato, Carlos Lemos Simonds, ministro de gobierno del presidenteVirgilio Barco soltó esta perla en una entrevista con Colprensa: "el país ya está cansado y una prueba de ese cansancio es que en estas elecciones votó contra la violencia y derrotó al brazo político de las Farc que es la Unión Patriótica. Se van a enojar porque les estoy diciendo esto, pero ellos saben que es así” . Tenían que asesinarlo. Este país de mierda no puede darse el lujo de tener como presidente a un hombre íntegro, inteligente y claro. Pero, con su asesinato no eliminaron a un hombre: nos desplazaron la esperanza  a punta de mentiras cínicas y fragor de motosierras.

lunes, 4 de enero de 2010

Albert Camus- Una evocación existencialista del "último de los justos"



Hoy, 4 de enero, se cumplen 50 años de ausencia involuntaria (había dicho el día anterior a su muerte por accidente de automóvil en Villeblerin, Francia, que "no conocía nada más idiota que morir en un accidente de auto") de este hombre triste, considerado el representante del existencialismo ateo, que durante sus precarios 44 años de existencia se había liado a trompadas con la vida desde su nacimiento en Mondovi (actualmente Drean, Argelia) el 7 de noviembre de 1913 en un hogar de colonos, quedando huérfano de padre antes de cumplir los 3 años. A pesar de todas las adversidades, obtuvo una beca de esas que recibían los hijos de las víctimas de la guerra, y la aprovechó para cursar su primaria, culminar el bachillerato y estudiar... ¡Filosofía y letras! Definitivamente, hay que ser un extranjero de sí mismo para, desconociendo todas las vicisitudes y penurias por las que está pasando en este valle de lágrimas, malgastar la oportunidad de estudiar una profesión "lucrativa". Por su delicada salud lo rechazaron hasta en el ejército, al que se presentó en 1939 como voluntario; obviamente, tampoco lo emplearon como profesor, le dijeron que era a causa de su avanzada tuberculosis. Al fín consiguió una chamba como corresponsal del Alter Republicain, en el que publicó, ese mismo año Bodas, un conjunto de artículos que incluían reflexiones inspiradas por sus lecturas y viajes. En 1940 se casó por segunda vez, se instaló en París y se hizo corresponsal del París-Soir. Durante la Segunda Guerra Mundial logró hacerse miembro activo de la Resistencia francesa dentro del grupo Combat, que publicaba en la clandestinidad el periódico Combat, del cual se mantuvo como redactor en jefe. En 1942, aún en plena guerra, publicó El Extranjero una novela breve basada en el ensayo El mito de Sísifo escrito ese mismo año, y ambientada en Argelia, como la mayoría de sus narraciones siguientes. La vida lo dotó a golpes de dificultades de una percepción "existencialista" del mundo en que vivía. Una visión que supo reflejar tanto en sus obras de teatro El malentendido (1942) y Calígula (1944), como en la novela La peste (1947), por la que recibió el Premio de la Crítica; pero, puesto que, al fin y al cabo, toda visión fatalista o nihilista del ser humano cierra su ciclo claudicando en una resignación cuasi mística, el sufrido Camus acabó tendiendo hacia un sentimiento de solidaridad ante el sufrimiento humano en Los Justos (1949) y en el polémico y complejo ensayo El hombre rebelde (1951), que lo llevó a finalizar su amistad con Sartre. Otras de sus obras más conocidas son las novelas El revés y el derecho (1937), Cartas a un amigo alemán (1948), La caída (1956); la obra de teatro Estado de sitio (1948); los relatos El exilio y el reino (1957) y Los poseídos (1959) y una colección de sus trabajos periodísticos con los títulos Actuelles (3 vols., 1950, 1953 y 1958) y El verano (1954). Sus Cuadernos, que cubren los años 1935 a 1951, también se publicaron póstumamente en dos volúmenes (1962 y 1964). En 1971, con el carácter de obra póstuma, le fue publicada Una muerte feliz (su primera novela) y en 1994 fue publicada, incompleta, El primer hombre, la autobiografía noveladala en que trabajaba cuando murió, tres años después de haber recibido, en 1957, el Premio Nobel de Literatura. La Huesuda, que a veces es piadosa, sabia y digna, lo libró oportunamente de la deshonra de verse contradiciendo sus sagrados principios en el sopor de aquella existencia confortable que tanto insistían en despreciar sus personajes. Es el triste destino del rebelde que al envejecer le cambie su alma a Fausto por aquellos placeres que juró despreciar. Que me contradigan los vejetes retrógrados colombianos que medraron a la sombra de ese mísero chamizo cultural de los años setenta, conocido como "Nadaismo" y que hoy, panzones, babosos y tembleques, tienden sus catres en el bazar del tirano para mendigar un saludito.

viernes, 30 de octubre de 2009

François Truffaut, un recuerdo de cuando el cine fue arte


Este 21 de octubre se cumplieron 25 años del fallecimiento de François Truffaut (París, febrero 6 de 1932 - octubre 21 de 1984) , uno de los iniciadores junto con Jean-Luc Godard, Jacques Rivette, Éric Rohmer, Claude Chabrol y Jean Pierre Melville, su precursor, de la Nouvelle vague, movimiento cinematográfico francés cuyo surgimiento es asociado al estreno de Los cuatrocientos golpes (el primer filme de Truffaut) en el Festival de Cannes de 1959, en el cual recibió el premio a la Dirección (Orfeo negro, de Marcel Camus, fue galardonada con la Palma de Oro) y Alain Resnais fur destacado por su obra Hiroshima mon amour). Truffaut fue el más autobiográfico, sensible y emotivo de toda esa pléyade de directores que constituyó la Nueva Ola del cine francés. Su vasta producción fílmica y textual inicia en 1950 de la mano de André Bazin, fundador de Cahiers du Cinéma, compartiendo militancia y sueños con Godard, Rohmer y Chabrol y dejando entrever desde sus primeros escritos al crítico irreverente y apasionado que se obsesionará en dirigir películas hasta su muerte (debida a un tumor cerebral) el 21 de octubre de 1984 en Neuilly-sur-Seine. En 1956 fungió como ayudante de dirección de Roberto Rossellini y en 1957, después de casarse con Madeleine Morgenstern -hija de un distribuidor- dirige Los golfillos.  

Amante de los libros, el cine de género y las mujeres, supo tematizar en el cine todos esos afectos y convertirlos en hermosas películas como Jules y Jim (1962), La novia vestía de negro (1968), La noche americana (1973), La historia de Adela H. (1975) y El hombre que amaba a las mujeres (1977). Antoine Doinel, el protagonista de Los cuatrocientos golpes, encarnó en una serie de películas -que se prolongan desde Antoine y Colette (1962) hasta El amor en fuga (1978) - el álter ego de ese joven abandonado, adolorido, con ansias de libertad y necesidad de amor que acechaba en los recuerdos tristes de la propia infancia del proteico director, quien también tuvo cuerda para relatar otras miradas sobre la infancia en El niño salvaje (1969) y La piel dura (1976). Al igual que Hitchcock, Truffaut aparece como actor en algunas de sus propias películas (La habitación verde, La noche americana, El pequeño salvaje). Incluso, en Encuentros cercanos del tercer tipo (1977), Steven Spielberg, su admirador, lo pone a interpretar el papel del sabio francés "Claude Lacombe".

La Nouvelle vague de la producción cinematográfica francesa, junto con el Neorrealismo italiano y el Nuevo Cine alemán constituye uno de los momentos más maravillosos de la historia del cine, en la medida en que consiguen "retratar" la realidad desde una visión subjetiva de las vicisitudes de los personajes mediante el uso de formatos no profesionales (cámaras de mano de 8mm. y 16 mm.) y el rodaje cámara al hombro, en locaciones naturales sin iluminación artificial. En el caso francés, la Cinemateca del Barrio Latino de París, fue determinante para el desarrollo de los conceptos de "autor" y "autoría".

viernes, 2 de octubre de 2009

En sus 60 años de revolución. Viva China, cabrones

Con una población mayormente agricultora, el proletariado chino, que había tenido un crecimiento vertiginoso en la década de los 20 del siglo XX, habitaba un pais fragmentado en extensas regiones dominadas por los “Señores de la Guerra”. Agobiados por todo tipo de arbitrariedades y por los impuestos (que habitualmente superaban con creces lo obtenido en la cosecha), los campesinos pobres fueron materia prima para la revolución agraria puesta en marcha en miles de aldeas. A ellos se sumó la más grande movilización de mujeres que se haya registrado en el siglo XX contra las condiciones ancestrales de semiesclavitud características de la cerrada sociedad patriarcal china. Aun no se masificaba el incipiente Partido Comunista fundado en 1921 por un puñado de cincuenta militantes, aunque entre 1925 y 1927 se había registrado un poderoso ascenso revolucionario (cuyo fracaso es atribuido a la influencia de las tendencias burocráticas de José Stalin y la Tercera Internacional, que impusieron la subordinación de los obreros a la “burguesía nacional” de Chiang Kai Shek y su partido, el Kuomintang). En 1934, a causa de la derrota infligida por Chiang Kai Shek con el aplastamiento de la República Soviética Campesina fundada en noviembre de 1931 por Mao Tse Tung, se dio inicio a la “Gran Marcha hacia el Norte”, clausurando el movimiento revolucionario campesino del sur.
Sucedió que en 1931 Japón habia iniciado la colonización de China ocupando la península de Manchuria hasta avanzar en 1937 sobre la China continental. Ello generó un creciente movimiento de resistencia antijaponesa, librado fundamentalmente en el área rural, mediante la estrategia militar de la guerra de guerrillas. El PC y su Ejército Popular eran un movimiento de masas, con un ejército guerrillero-campesino, de estructuras verticales cuyo líder indiscutido, Mao, compartía la concepción stalinista de desarrollar un pacto de unidad con la burguesía (lo cual permitiría la modernización capitalista de China, posteriormente, en otra etapa, se avanzaría hacia un sistema socialista). Para ello estaba dispuesto a constituir un gobierno burgués con el Kuomintang (una concepción “frentepopulista” o de conciliación de clases). Fue asi como en octubre de 1945, luego de la derrota del Japón, el Kuomintang y el PC sellaron un acuerdo para la “reorganización nacional” de una China semicolonial, que incluía desde la formación de un gobierno de coalición encabezado por Chiang hasta la unificación de las fuerzas armadas. Pero, al dictador Chiang no le interesaba la coalición con los comunistas y trató de liquidar tanto a la guerrilla campesina como al PC. Desde julio de 1946 desconoció los acuerdos y empezó a presionar con sus ejércitos en las zonas dominadas por el Ejército Popular. Obligado por la ruptura de los pactos y presionado por los hostigamientos de Chiang, después de muchas dudas, debates internos e intentos fallidos de negociación, el PC asumió la confrontación,desatando una guerra civil que en tres años culminaria victoriosa con la toma del poder por Mao, quien, al poco tiempo de asumir el gobierno tiene que enfrentar en Corea el poderío propagandístico y la fuerza militar del capitalismo estadinense y en el interior las luchas por la tierra iniciadas por los campesinos pobres que, habiendo sido incorporados a la guerra de guerrillas contra el invasor japonés primero y luego contra Chiang, reclamaban los frutos de su victoria en un proceso multitudinario de revolución agraria, yendo mucho más allá de lo que indicaban las ordenanzas aceptadas a regañadientes en 1946 y enfrentándose no sólo a los terratenientes (que hasta Mao aceptaba), sino a los campesinos ricos, reordenando el reparto de tierras, estableciendo la lucha de clases en el campo y dando origen a las comunas revolucionarias que impusieron su poder en las aldeas. Este enfrentamiento “izquierdiza” la política del gobierno y lo obliga a lanzarse contra los restos burgueses en el país. Se inician los grandes juicios contra los “contrarrevolucionarios” y la confiscación o transformación en sociedades mixtas de la mayor parte de las empresas capitalistas de China. El triunfo revolucionario del primero de octubre de 1949 significó para las masas chinas comenzar a dejar atrás una situación de atraso y superexplotación del trabajo agrario para dar paso al desarrollo de megaproyectos económicos que traerían nuevas ópticas a las eternas problemáticas humanas y sociales, hasta llegar a ser la actual superpotencia que puede demostrar con su ejemplo no solo la importancia politica de la defensa de una ideologia de distribucion equitativa de la riqueza, sino la realidad de la convivencia armonica de los objetivos capitalistas en un sistema socialista.

martes, 14 de julio de 2009

Julio 14- Allons enfants de la Patrie

El canto adoptado por los federados de Marsella que el 10 de agosto de 1792 participaron en la insurrección de las Tullerías, fue compuesto como un "Canto de guerra para el ejército del Rin" por Claude-Joseph Rouget de l’Isle, capitán del Cuerpo de Ingenieros del ejército francés en misión en Estrasburgo, en la noche del 25 al 26 de abril de ese año. A pesar de los cambios de régimen y de las peripecias históricas de la Nación francesa, el canto logró convertirse en Himno Nacional desde el 14 de julio de 1795 cuando es declarado canto nacional. Aunque prohibido durante el Imperio y la Restauración, el himno es rehabilitado por la revolución de 1830 con el nombre de La Marsellesa, con una orquestación de Hector Berlioz y dedicado a Rouget de l’Isle. De nuevo, la Tercera República (1879) lo proclama himno nacional y, en 1887, el Ministerio de Guerra adopta una versión "oficial". Pero, su prestigio internacional se lo debe a los revolucionarios rusos que lo adoptaron en 1917 y, en buena medida, a la película Casa Blanca. En septiembre de 1944, una circular del ministerio de Educación Nacional recomienda que se cante la Marsellesa en las escuelas "para celebrar nuestra liberación y nuestros mártires".
Allons enfants de la Patrie
Le jour de gloire est arrivé
Contre nous de la tyrannie
|: L'étendard sanglant est levé :|
Entendez vous dans les campagnes
Mugir ces féroces soldats
Ils viennent jusque dans vos bras,
égorger vos fils, vos compagnes
Aux armes citoyens! Formez vos bataillons!
Marchons, marchons,
Qu'un sang impur abreuve nos sillons.
Que veut cette horde d'esclaves
De traîtres, de Rois conjurés?
Pour qui ces ignobles entraves,
|: Ces fers dès longtemps préparés? :|
Français! pour nous, ah! quel outrage!
Quels transports il doit exciter!
C'est nous qu'on ose méditer
De rendre à I 'antique esclavage!
Quoi! des cohortes étrangères
Feraient la loi dans nos foyers!
Quoi! ces phalanges mercenaires
|: Terrasseraient nos fiers guerriers :|
Grand Dieu! par des mains enchaînées
Nos fronts sous le joug se ploieraient!
De viIs despotes deviendraient
Les maîtres de nos destinées!
Tremblez, tyrans! et vous, perfides,
L'opprobe de tous les partis,
Tremblez! vos projets parricides
|: Vont enfin recevoir leur prix.:|
Tout est soldat pour vous combattre,
S'ils tombent, nos jeunes héros,
La terre en produit de nouveaux
Contre vous tout prêts à se battre.
Français! en guerriers magnanimes
Portez ou retenez vos coups.
Epargnez ces tristes victimes
|: A regret s'armant contre nous. :|
Mais le despote sanguinaire,
Mais les complices de Bouillé,
Tous ces tigres qui sans pitié
Déchirent le sein de leur mère.
Nous entrerons dans la carrière,
Quand nos aînés n'y seront plus
Nous y trouverons leur poussière
|: Et les traces de leurs vertus. :|
Bien moins jaloux de leur survivre
Que de partager leur cercueil,
Nous aurons le sublime orgueil
De les venger ou de les suivre.
Amour sacré de la Patrie
Conduis, soutiens nos bras vengeurs!
Liberté, Liberté chérie!
|: Combats avec tes défenseurs. :|
Sous nos drapeaux, que la victoire
Accoure à tes mâles accents,
Que tes ennemis expirant
Voient ton triomphe et notre gloire!