Dado que nunca será suficiente para su ambición de dinero, decidieron extender sus dominios hasta los territorios del Deme una migaja y llévese lo que guste. Conocedores de que toda invasión debe iniciarse con una "familiarización" nominal, bautizaron su estrategia con el irónico nombre de Tratado de Libre Comercio y se dedicaron al saqueo y al pillaje de las riquezas del subsuelo y los recursos de la biodiversidad ajenos. Obviamente, los criollos que les vendieron su patente les encimaron una pátina de "respetabilidad" certificada con el miserable apodo de inversión "extranjera" y hasta llegaron a darles cruces, llaves y toda esa clase de bisutería que suelen otorgar los derrotados. En sus nuevas colonias todo les marchaba viento en popa... hasta cuando descubrieron que los desesperados se les estaban metiendo en su guarida y entonces decidieron pelar el cobre: promulgaron leyes antiemigrantes, reforzaron fronteras y azuzaron su jauría. Las imágenes que anexo son tomadas de un correo que me llegó, vale la pena difundirlas y tratar de apoyar la propuesta de saboteo a sus mercancías.
sábado, 29 de mayo de 2010
miércoles, 26 de mayo de 2010
No hay por quien
En medio de tanta respuesta "politicamente correcta", tanta encuestitis estratégica y tanta obviedad en los análisis, por fin aparece un comentario desde una perspectiva refrescante y enriquecedora, que, por lo menos, exige un mínimo de capacidad lectora y un toque de autoanálisis. No es lo mejor que le he leído a esta periodista (de hecho, ella misma insinúa el reconocimiento de sus falencias), pero sí es de lo más novedoso y propositivo que se ha publicado en Colombia sobre el análisis del comportamiento social ante la pantomima electorera. Por supuesto que, para quienes conocen algunos textos de crítica psicoanalítica o de la Escuela de Fráncfort, el texto puede parecerles algo "trasnochado", pero, para este aciago momento de la inteligencia colombiana, no me negarán el derecho a maravillarse. Una vez más, como ya lo he hecho otras muchas, copio de El Espectador, el único diario colombiano que se permite el lujo de tener un selecto cartel de intelectuales columnistas. De Carolina Sanín, recomiendo todos sus escritos. Consulténlos y sabrán por qué.
Los pretendientes
Por: Carolina Sanín
A veces me intriga que en Colombia la publicidad política negativa no se meta con la vida sexual de los aspirantes a presidente, a diferencia de lo que sucede entre los estadounidenses Me pregunto si nuestro desinterés indica que nuestro catolicismo es menos hipócrita que el puritanismo del norte, o si indica lo contrario, y si en nuestro recato influye el hecho de que diariamente vivamos escándalos más vitales que la vida privada, patrimonio del Primer Mundo. Por un lado, supongo que los candidatos se protegen unos a otros porque todos tienen “rabo de paja” —excusando la turbiedad de esa expresión cuando es sexual su referente— y por otro, me parece que lo que nos disuade de escudriñar la libido de nuestros aspirantes atañe a la manera como manejamos nuestros celos. Allí donde los electores estadounidenses asumen con vigilancia su posición de cortejados, nosotros la asumimos con la vista gorda. Para asegurar la exclusividad de la espléndida cópula democrática con nuestro candidato —de esa esperada noche de los escrutinios electorales— no cuidamos la castidad del pretendiente, sino que optamos por presumirla: por ver al novio como alguien que no desea nada distinto de nuestros votos. Pero no es de esta teoría —que ve cualquier voto como un voto matrimonial e interpreta la campaña presidencial como el cortejo entre unos pretendientes individuales y masculinos, o masculinizados, y una masa política amorfa y feminizada— que quisiera hablar (pues está pobremente formulada y no me la creo del todo), sino de cómo cada cuatro años, durante la campaña presidencial, los nacionales nos unimos para comerciar en grande con el deseo. El candidato a presidente está determinado por la aspiración desvergonzada de prevalecer sobre sus iguales. Si este deseo es satisfecho, entonces su nombre se inscribe en una especie de lista genealógica que sirve como índice de la historia nacional. Para ello no importa lo que él efectivamente haga una vez haya obtenido el poder de ejecutar; sólo importa que ha sido elegido: que ha sido el más amado. El deseo del candidato es, pues, el de ser amado para entrar en la historia y no ser olvidado como nosotros los amantes, sus electores, que aseguramos con nuestro voto su pervivencia. A diferencia de lo que sucede con el príncipe, que ha nacido para ser rey y cuya coronación connota el sometimiento al tiempo pasado y a un principio sobrehumano, la figura del candidato presidencial es la del ansioso. Para despertar el deseo capaz de hacer que el suyo sea satisfecho, el candidato promete; se convierte él mismo en promesa. Es fraudulento, pues obra un engaño que hace pasar por poder real el simple anhelo de poder, y se inviste de un poder inexistente: el de controlar el tiempo futuro. En cuanto pueden hacer que la pretensión del pretendiente se realice, la masa electoral y la opinión pública entablan con él una relación erótica. Despliegan entonces la rutina de la seducción: las pruebas, los cuestionamientos, las reticencias, los mensajes dobles de las encuestas y finalmente el voto, que, por definición, es otra promesa: otra extralimitación. A mí me indispone el ímpetu conquistador de los candidatos; ese deseo afanoso que sienten por usted y por mí. Y me descorazona presentir que el elegido será el que enarbole el deseo más aplastante. Pero puesta a satisfacer con mi promesa a alguno, elegiría al candidato Pardo, seducida por la parquedad —por la pardez— de su ambición. Rechazaría de plano al candidato Santos —de tan casto apellido— quien, confundiendo su deseo con un derecho y pasando por príncipe en una democracia, es tirano aun antes de poder serlo.
Carolina Sanín, 22 Mayo 2010 - 11:59 pm
jueves, 20 de mayo de 2010
La pared y la muralla son el lienzo del artista
Mis excusas previas por la pauta comercial que no pude omitir por ser un video robado. Si tiene alguna dificultad para verlo, es que está clicando sobre la imagen. Vuelva a clicar (que verbito tan sugerente) pero en la flecha de la linea inferior del recuadro.
martes, 18 de mayo de 2010
Parecía imitar a los demonios, pero sólo los dioses cantan así
Ronnie James Dio, el poderoso vocalista de los grupos Rainbow y Black Sabbath, cuyo nombre de pila era Ronald James Padavona, nacido en Portsmouth, New Hampshire 1943, falleció en Los Angeles, California el pasado 16 de mayo a las 7:45 am. A mediados de los '70, Ritchie Blackmore, el guitarrista de la banda inglesa Deeep Purple, lo contrató para cantar en Rainbow, su nueva banda, en la cual permaneció hasta 1979 cuando reemplazó al conflictivo Ozzy Osborne en Black Sabbath. Dentro de los clásicos fundamentales de su discografía figuran, de su etapa en Rainbow: Ritchie Blackmore's Rainbow (1975), Rising (1976) y Long Live Rock & Roll (1978) ; con Black Sabbath Heaven and Hell (1980), Mob Rules (1981) y Dehumanizer (1992); y con su propia banda DIO Holy Diver (1983) y The Last in Line (1984). Dio era conocido por sus agudos y su pose de hombre oscuro, así como por popularizar el gesto del "cuerno del diablo", sin embargo era un amigo leal y un esposo amoroso, respetado por sus compañeros, admirado por sus fans, amado por su esposa y muy apreciado por sus amigos. Démosle un hastaluego con las sentidas palabras de su compañero de banda, el guitarrista Tony Iommi.
"Ayer 16 de mayo, mi queridísimo amigo Ronnie James Dio falleció a las 7.45 AM en Los Angeles. He estado en shock desde entonces; no puedo creerme que haya muerto. Ronnie fue una de las personas más amables que puedas conocer. Pasamos momentos fantásticos juntos. A Ronnie le encantaba lo que hacía, hacer música y tocar en el escenario. Quería tanto a sus fans. Era la clase de hombre que ayudaba a los otros. Sinceramente digo que ha sido un honor tocar a su lado durante todos estos años. Su música vivirá siempre. Nuestros pensamientos están con Wendy Dio (la esposa de Dio) que estuvo con Ronnie hasta el final. Lo amó muchísimo. El hombre con la voz mágica es una estrella entre estrellas, un verdadero profesional.
Te echo tanto de menos, mi querido amigo".
Chao, viejo men, ya escucharemos tus cantos desde la Valhalla acompañado por Thor el heavy metal mayor.
Te echo tanto de menos, mi querido amigo".
Chao, viejo men, ya escucharemos tus cantos desde la Valhalla acompañado por Thor el heavy metal mayor.
martes, 11 de mayo de 2010
Co-incidencias afortunadas
Más que pretender elaborar un documento o material informativo que pudiese aportar alguna hipótesis sobre los temas de la teoría del caos, la física kantiana, la fenomenología de Merleau Ponty; o hacer acotaciones a la tradición rimadora colombiana, quiero aprovechar esta oportunidad para alimentar mi ego con la satisfacción que me dio el coincidencial reportaje de La W radio el jueves 6 de mayo, al día siguiente de mi entrada de homenaje a Raúl Gómez Jattín en la cual aludía a la proverbial capacidad verseadora de los colombianos. El acontecimiento en cuestión fue la solicitud de traslado que Wilfrido Rodelo de Oro (nombre auténtico que ya de por sí suscita reminiscencias medioevales), profesor del colegio Diógenes (¡!) Arrieta, elevó ante la Secretaría de Educación de Bolívar y la respuesta de aceptación que por ésta le hizo llegar Nerlides (¡!) Hernández, jefa del cargo. Si bien la métrica de la segunda no tiene la redondez de las décimas del profesor Wilfrido, esta correspondencia merece ser utilizada por algún profesor de español que quiera introducir a sus alumnos en una aventura creativa más exigente que las letras del reguetón o del merengue, destacando el “milagro” de encontrar, en pleno siglo 21, a un soñador que se expresa en redondillas y una empleada oficial con la suficiente inteligencia y sensibilidad para respetarlo y cumplirle.
Carta de Wilfrido Rodelo de Oro
Doctora Vilma Vergara
cordial saludo reciba
le redacto esta misiva
con mi décima bien clara.
Hoy mi musa le declara
algo de mi situación:
trabajo en la Institución
del gran Diógenes Arrieta
soy secretario y poeta,
para más información.
II
Yo tengo veintitrés años
de estar trabajando en ella
de mí no tienen querella
porque a nadie le he hecho daño.
No he recibido un regaño
de parte del superior,
él destaca mi labor
y he ganado su confianza,
pero mi mente se lanza
a pedirle un gran favor.
III
Existe una Institución
sin planta administrativa,
es algo que me motiva
a pedir reubicación.
Es la misma población
y el transporte no me cuesta,
hago esta humilde propuesta
pues la razón me lo pide
y si usted bien lo decide
trabajaré en La Floresta.
IV
Una certificación
del rector de esa entidad,
dice la necesidad
que tiene la Institución.
Aprovecho la ocasión
de anexarla a la presente,
deduzco que es conveniente
el respectivo traslado,
pues donde estoy ubicado,
hay personal suficiente.
Necesito un nuevo ambiente,
buscar un nuevo escenario,
considero necesario
trabajar con otra gente.
Así, respetuosamente,
recurro a su dependencia,
porque es de su competencia,
reubicar al personal,
para que en lo laboral,
haya mejor eficiencia.
VI
Considere mi propuesta,
estoy a su disposición
y confío en su decisión
de mandarme a La Floresta.
Esperaré su respuesta
con un fervoroso anhelo
desde mi glorioso suelo
me despido amablemente.
De usted, muy atentamente,
De usted, muy atentamente,
firma Wilfrido Rodelo.
Respuesta a la solicitud
Peticiones en poesía
Respuesta a la solicitud
Peticiones en poesía
no llegan aquí a menudo.
Reciba un cordial saludo
de nuestra Secretaría.
Han pasado varios días
desde su presentación
y por su radicación
Quizás estuvo secreta
en espera de un poeta
que diera contestación.
Por donde quiera que ande
la Secretaría le aclara
que ya no es Vilma Vergara
sino Nerlides Hernández.
sino Nerlides Hernández.
Pendiente a lo que demande
el servicio educativo
por eso veo positivo
para bien de La Floresta,
si con personal no cuenta,
tenga un administrativo.
Si está la plaza dispuesta,
el traslado se concreta,
de la Diógenes Arrieta
pasarás a La Floresta.
Con esta se da respuesta,
de manera comedida
a la cuestión referida
mediante el presente oficio
y en razón del buen servicio,
justifico la medida.
Peticiones inusuales
como la que se responde,
decidirla corresponde
en estrofas decimales
Y siendo discrecionales
las cuestiones de traslado,
con un acto motivado
del señor Gobernador,
se responde a su favor
eso que ha solicitado.
Atendiendo lo diverso
de su escrito con talento
se abordó el conocimiento
de su petición en verso.
Considerando el anexo,
mi respuesta estaba en mora
pero ahora, ya, sin demora,
se puede ir a La Floresta,
en virtud de la respuesta
de esta humilde servidora.
jueves, 6 de mayo de 2010
Blanco es, gallina lo pone...
¡Es impactante! ¡Suena terrible! Si hasta parece que, ciertamente, el editorilista estuviese "indignado". Pero, veamos: Juan Gossain, director de noticias de RCN radio, es un periodista con más de treinta años de ejercicio profesional; desde hace unos 8 años, RCN junto con Caracol detentan el monopolio de la información y la redirigen hacia la defensa de las politicas de Estado desde los frentes de la propaganda institucional y el posicionamiento social de las campañas militares. ¿Cómo es posible que lo que aqui denuncia le parezca "asombroso", "sorprendente" o "increible", cuando desde sus comienzos ha sido conocido y denunciado a gritos por el pueblo raso? En fin... este audio puede ser un indicio de lo que le espera al salgareño.
miércoles, 5 de mayo de 2010
Raúl Gómez Jattín. A su memoria
Colombia es un país de verseadores. Unos en trova, otros en copla, todos exponemos nuestra glosolalia macondiana en redondillas, en retahílas, en letanías, calambures, retruécanos, refranes, adivinanzas… en fin, que de tanto juguetear con las palabras nos tocó albergar bajo este mismo cielo a un trío de SEÑORES POETAS que, si hubiesen tenido la fortuna de haber nacido en Argentina, Chile, España o Francia, hoy compartirían el prestigio glorioso de Borges, Neruda, Hernández, Lorca o Baudelaire. Digo trío, a sabiendas de mi injustificable “olvido” de todos los magníficos verseadores de la Gruta Simbólica, Piedra y Cielo y algunos irreductibles como Juan Manuel Roca y Darío Jaramillo (vivos, para nuestro goce), de quienes un día de estos hablaremos como toca. Porfirio Barbajacob, León de Greiff y Raúl Gómez Jattín más que soles de nuestro firmamento poético son crisoles luminosos que funden en un caldo de sentimientos el ímpetu entre dionisiaco y fáustico de su visión filosófica de la vida, su dominio filológico de la lengua española y la limpidez prístina de su infantil alma de poetas. Pero, al que hoy quiero rendirle mi modesto homenaje, es a Raúl Gómez Jattín (Cereté 1945, Cartagena mayo de 1997), el más sublime y bello de los poetas en el mundo habidos. Murió de carro en Cartagena, Colombia, hace 13 años y se llevó consigo la locura, el amor y la poesía que tanta falta nos están haciendo para sobrevivir en este circo de obviedades, auto-controles y pragmatismo utilitarista. Con su vida y su poesía (que son una sola) cualquier elogio es de Perogrullo. Tal vez sea simple la definición; pero se me ocurre que un buen poeta es aquel cuyos versos nos humedecen los ojos y nos aprietan el pecho. . Júzguelo usted, amable lector.Siéntelos tú, amada (y melodiosa) lectora
CONJURO
Los habitantes de mi aldeaCONJURO
dicen que soy un hombre despreciable y peligroso
Y no andan muy equivocados
Despreciable y Peligroso
Eso ha hecho de mí la poesía y el amor
Señores habitantes tranquilos
Que sólo a mí suelo hacer daño.
CASI OBSCENO
Si quisieras oír
lo que me digo en la almohada
el rubor de tu rostro sería la recompensa
Son palabras tan íntimas como mi propia carne
que padece el dolor de tu implacable recuerdo
Te cuento ¿Sí? ¿No te vengarás un día?
Me digo: Besaría esa boca lentamente hasta volverla roja
y en tu sexo el milagro de una mano que baja
en el momento más inesperado y como por azar lo toca
con ese fervor que inspira lo sagrado
No soy malvado Trato de enamorarte
Intento ser sincero con lo enfermo que estoy
y entrar en el maleficio de tu cuerpo
como un rio que teme al mar
pero muere en él.
INTENTAS SONREIR
Y un soplo amargo asoma
Quieres decir amor
y dices lejos
Ternura y aparecen dientes
Cansancio y saltan los tendones
Alguien dentro del pecho erige soledades
Clavos
Engaños
Fosos
Alguien hermano de tu muerte
te arrebata te apresa te desquicia
Y tú indefenso estas cartas le escribes.
PEQUEÑA ELEGÍA
Ya para qué seguir siendo árbol
si el verano de los dos me arrancó las hojas y las flores
Ya para qué seguir siendo árbol
si el viento no canta en mi follaje
si mis pájaros migraron a otros lugares
Ya para qué seguir siendo árbol
sin habitantes
A no ser esos ahorcados que penden de mis ramas
como frutas podridas en otoño.
lunes, 26 de abril de 2010
Paradolia
Hoy, lunes 26 de abril de 2010, volví a escuchar (a medias, porque estaba en un lugar público) la noticia televisada de la "aparición de una imagen de cristo en las nubes de no sé donde. Comprendiendo la importancia que para la iglesia católica constituye la "aparición" de íconos religiosos y su difusión mediática para tratar de apaciguar los ímpetus anticlericales, pero sintiéndome incapaz de sofrenar mi desconfianza ante todo tipo de evento de dudosa explicación, aprovecho la coyuntura para "reciclar" un texto que publiqué el 2 de mayo de 2009 como parte final de mi Mesita de Noche. La imagen es de Octavio Ocampo, artista mejicano.
¡Ay! Ese cuentico de las "apariciones" mágicas, místicas, fantasmagóricas o extraplanetarias. Hay quienes juran que se les ha "revelado" una imagen etérea (que, por extrañas coincidencias, se asemeja en los detalles más notables a algún muñeco, o muñeca, vaciado en yeso por algún artesano de tiempos no muy lejanos). A otros los han "raptado" en naves extraterrestres y hasta hay quienes han conversado con el Jinete sin cabeza. Todo es posible. ¿Quien soy yo para negarlo? Por mi parte, porque también tengo mi corazoncito, debo confesar que soy uno más de los pocos que han tenido el privilegio de contemplar algunas manifestaciones de una posible "realidad alterna".
¡Ay! Ese cuentico de las "apariciones" mágicas, místicas, fantasmagóricas o extraplanetarias. Hay quienes juran que se les ha "revelado" una imagen etérea (que, por extrañas coincidencias, se asemeja en los detalles más notables a algún muñeco, o muñeca, vaciado en yeso por algún artesano de tiempos no muy lejanos). A otros los han "raptado" en naves extraterrestres y hasta hay quienes han conversado con el Jinete sin cabeza. Todo es posible. ¿Quien soy yo para negarlo? Por mi parte, porque también tengo mi corazoncito, debo confesar que soy uno más de los pocos que han tenido el privilegio de contemplar algunas manifestaciones de una posible "realidad alterna".
No hay truco ni edición:fue lo que vi con mis ojitos y confirmé con la camarita de mi celular. Pero, ojo. Porque es posible que allí donde yo vi el rostro de un indígena usted pueda percibir otra criatura (hay quien ha visto un clavel blanco o un trozo de papel higiénico arrugado -que lo es-). En otra foto, tomada desde la cafetería de la Biblioteca Luis Angel Arango (Bogotá), el 2 de mayo a las 4 de la tarde, porque creí ver en las nubes un gigante goloso que quería devorar las montañas, son visibles (ángulo superior izquierdo) 3 espacios blancos con formas icónicas de esas que ya comienzan a ser clásicas. No sé que sean. No las ví cuando tomé la foto, ni había luces incidentes que proyectaran algún reflejo. En la foto del paisaje (Mirador de La Mesa, Cundinamarca), que no tiene nada de extraordinario (la foto, digo, porque el paisaje es del putas), me sorprendió la forma casi poética como quedó centrado el vuelo de un ave solitaria; en la nocturna, simplemente me gustó que la luna se viera más abajo, pequeña y radiante que la farola del ángulo superior derecho.La carne...bueno, es eso. Como dijo don Ramón, en este mundo traidor nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira. En fin, que cada quien se merece las imágenes que"le llegan".
lunes, 19 de abril de 2010
Sobre las necesarias confrontaciones a los discursos moralistas
Ayer, la decadencia de los imperios (Egipto, Persia, Grecia, Roma, Japón, Alemania, Rusia...); hoy, la ruina de los sistemas sociales (monarquías, teocracias, comunismo, socialismo...). Es la consecuente evolución de todo lo que tiene un comienzo (nacimiento - desarrollo - apogeo - cenit ). Pero, la inteligencia humana (o el mal entendimiento de ella), que no está hecha para admitir el fín de los procesos, elaboró una red de explicaciones, raciocinios y justificaciones mediante los cuales intentó postergar el momento final recurriendo al relato mítico de sacrificios y rituales impuestos por los cambios anímicos de divinidades emocionalmente inestables, y esos argumentos se convirtieron en códigos de comportamiento que, en su tiempo, resultaron de gran utilidad para la convivencia y la interacción social. Después de la religión, el instrumento más empleado para imponer manuales conductuales, quizá porque parecería emanar de aquella, ha sido el discurso moral., un conjunto de tabús, ordenamientos y restricciones cuya propagación deontológica para la aplicación colectiva terminará convirtiendo en norma ancestral el cuerpo de costumbres que todos los individuos de una comunidad, pueblo o nación deben incluir en su modelo tradicional de comportamiento para asegurar su supervivencia individual y colectiva. Del planteamiento anterior (para los efectos de lo que aquí quiero exponer) se puede derivar que toda normatización moralista tiene un trasfondo político y que, por lo tanto, es sostenible la hipótesis de que la pérdida de los valores morales establecidos es uno de los factores determinantes del declive de un sistema social. Al hacer la arqueología de la manera en que una "primitiva" escala de valores evoluciona hacia abstracciones metafísicas, espiritualistas, legalistas o corporativistas, cobra importacia tratar de descifrar los diversos factores y la forma en que éstos entran en crísis al ser confrontados por las fuerzas sociales nacientes. Es una dinámica en la que el bagaje axiológico tradicional es estremecido por nuevas reclamaciones consideradas herejías de loquitos, snobs, desadaptados o antisociales por los poderes en cuestión. Ha corrido bastante agua bajo el puente desde la época en que las divinidades hablaban por boca de profetas y arúspices para imponer su decálogo de "buenas maneras" y, qué vaina, nos toca reconocer que el mundo que actualmente disfrutamos hubiese sido imposible sin "herejes" como Akhenaton, Sócrates, Descartes, Copérnico, Darwin, Marx, Bretón, Dalí y una extensa lista de artistas, filósofos, poetas proscritos, malditos, que cumplieron la función catalítica de depurar los tósigos de la cultura imperante poniendo en entredicho sus creencias y rituales. Lo que resulta irónico es ver cómo los modernos voceros aarónicos de las adaptaciones comportamentales que imponen las condiciones de la banca mundial y las industrias armamentista, química y farmacéutica, incapaces de ver la íntima relación entre cada una de las fichas del dominó capitalista, pregonan a los cuatro vientos las desgracias venideras: Explosión demográfica, crecimiento asintótico de la pobreza, hambrunas, esclerosis de mercado, caída de la Bolsa, escasez de hidrocarburos, despidos masivos, avalanchas migratorias, crac bursátil, recesión, crísis energética, calentamiento global, deshielo polar... y esgrimen su recetario del "buen ciudadano", una sumatoria de noes ( No fume, no haga sexo sin condón, no se relacione con menores, no aborte, no se drogue, no critique, no, no, no...) y su reglamento de alcabala pague impuestos, exija la factura, venere a los políticos, admire a los militares y financie la guerra (pero deteste el nazismo y cualquier forma de expresión de rebeldía o violencia de perdedores, aunque no tenga ni idea de qué fenómenos los originan {sería interesante hacer un test sicológico y de conocimientos de historia a toda esa parvada de bienpensados que creen detestar el nazismo porque "es racista"}) De mandato sagrado a precepto moral, y hoy a norma de mercado ... Las campañas, otrora pedagógicas, hoy mediáticas, se concentran en mantener a toda costa el bastión economicista del poder que las sustenta (sacerdotal, monárquico, de sistema político); sin embargo, es urgente preguntarnos si al ceder el poder formativo de la pauta moral a los publicistas y managers empresariales no estamos debilitando a tal grado la función auto-reguladora de la norma moral que acabaremos escindiendo nuestra mirada entre el recelo o la excesiva admiración a los politiqueros y burócratas que enarbolen las banderas de una ética ciudadana basada en un "respeto" retórico a la vida, ("por la vida hasta la vida misma" ¡!), un culto desmedido a la propiedad privada (todo el concepto occidental de democracia está sustentado en él) y una discriminación mezquina, vanal y superflua de las normas de convivencia (no hables con adultos, no sonrias a extraños, no cuelgues crucifijos en las paredes de tu escuela, no uses burka...) No pierdo la esperanza de ver llegar el dia en que abramos los ojos y seamos capaces de desglosar la carga de sandeces que se oculta tras el discurso sensiblero de los falsos vitalistas ... Cuando eso ocurra, se activarán nuestras suceptibilidades y acabaremos optando por un comportamiento opuesto a las admoniciones de los predicadores para explorar otros horizontes de los que emergerán saludables y fuertes expresiones culturales generadoras de nuevas formas sociales más generosas y fraternales.
jueves, 8 de abril de 2010
En el clímax del oximoron
Como si se tratara del más democrático y civilizado de los Estados modernos, este cultivadero de palma con su cebadero de corruptos y su solar de desplazados, presenta para las elecciones presidenciales de 2010 un catálogo de ¡nueve! "candidatos": Un tal Jaime Araujo (no tengo ni idea quién es, ni a qué fuerza social representa; pero, a juzgar por su apellido, es posible que sea costeño emparentado con lo que esa familia ha representado en el sur de Bolivar durante el desastrozo "gobierno" de uribe). Robinson Devia (un fulano al que sólo conocen sus familiares), Jairo Calderón (otro zutano aparecido). Tres vivos-bobos que acabarán negociando su manotadita de votos con uno de los candidatos uriberos, que son casi todos. Realmente, los olés del show se los disputan los otros seis candidatos: Rafael Pardo, Antanas Mockus, Gustavo Petro, Germán Vargas Lleras, Noemí Sanín y Juan Manuel Santos, quién, evidentemente, resultará "vencedor en la contienda". A Germán Vargas Lleras, cuyo lema de partido propone un cambio "radical" (de 360º para seguir igual) le tocará esperar cuatro años (siendo bastante posible que llene parte del plazo como vice de Santos), hasta cuando el greench haya consolidado las tensiones que nos deja el salgareño (corrupción institucionalizada, banqueros transados, periodistas adocenados, militares desbocados, ganaderos empoderados, narcos politizados y mercaderes foráneos nacionalizados) camufladas bajo los eufemismos "inversión extranjera" y "seguridad democrática" y, no sólo se le haga fácil, sino que sea indispensable para acabar de convertir las oposiciones semánticas (minorías mayoritarias, justicia venal, ley ilegal, dictadura democrática, falsos positivos, verdades mentirosas, Estado empresarial) en "razones de Estado", abriendo el pais a una política exterior de neoliberalismo tardío que concentrará sus intereses sociales en dar privilegios a los palmicultores, las EPS, los banqueros testaferros, los politiqueros de bancada, los traficantes de servicios públicos y los oficiales superiores de las fuerzas armadas (legales y "de inteligencia")... Con el fin de poner al greench en el solio, la maquinaria uribera inflará ante la opinión pública la ilusión de que la pobre Noemí será el contendiente más fuerte, para desinflarla en la segunda vuelta. Agotados esos tres recursos de la ultra derecha conservadora (no hay nadie más liberalmente conservador que Vargas Lleras), quedaría Rafael Pardo como un muy buen candidato que, como exministro de defensa podría moderar la sed de sangre y el hambre de poder de la bestia militar y, por lo menos, tratar de volver a sus cauces la avalancha de desinstucionalización de poderes, pero la deslealtad de su partido y la furia desatada de la jauría uribera le harían imposible su gestión de gobierno. Al pobre Gustavo Petro lo están utilizando como ariete de tramoya para estocar con humillación el sueño participativo de lo que alguna vez tuviera credencial de Izquierda. Quedan los candidazos motivo de este escrito. No hay ningún lugar a dudas de que con todo y su precaria definición identitaria en cuestiones de política, los académicos matemáticos Antanas Mockus y Sergio Fajardo serían la más envidiable de las mancornas presidenciales de cualquier país; si hasta podría pensarse que estamos por ver cumplirse por partida doble el sueño platónico del filósofo gobernante. Lo serían... si a este moridero de parias no lo explotara una piara de vividores que ha hecho de la farsa electoral un entremés con mal reparto actoral, decorado de reciclaje y libretos de comparsa. Pero, la lógica ingenua de las buenas intenciones se estrella contra el absurdo coherente de la tradición explotadora. Porque, desde que a los narco ganaderos colombianos se les dió por mal leer a Nicolás Maquiavelo, cursar estudios con Jair Klein y poner en práctica lo aprendido en las capacitaciones de la Escuela de las Américas, desterraron de este país toda posibilidad de un gobierno civilista, decente y justo. Mockus y Fajardo acabarán siendo los geniales idiotas útiles de un inútil show mediático cuyo objetivo oculto es hacernos entender que cualquier acción sociopolítica que pretenda desalinearse de la perversa maquinaria uribera está condenada al fracaso. Al final perderemos todos, porque quemado este espejismo, no querremos saber de ningún otro oasis.
jueves, 1 de abril de 2010
viernes, 26 de marzo de 2010
El paredón del blog 9- Sería un momento histórico si tuviésemos memoria
Lo que hoy somos los colombianos (y lo que nos viene pierna arriba, como dice el saber popular) es el producto de una, no por vulgar y obvia, poco elaborada estratagema orientada a hacernos llevadera la enfermedad del sueño de la que no hemos podido despertar durante los 200 años de esta caricatura de república próximos a ser celebrados. Por eso es tan importante tratar de multiplicar y difundir los escasísimos textos periodísticos que denuncian en su momento las dosis de narcótico que nos administran los alquimistas del feudo. Los que siguen, (tomados de El Espectador del 21 de marzo) tienen a su favor el ser un magistral texto literario ¡de colección! el primero y un preciso y valiente registro de lo acontecido este 14 de marzo, el segundo, al cual, por esas arbitrariedades que nos abrogamos los piratas, le eliminé el punto nueve.
Pin-pan-pun
Por Alfredo Molano Bravo
Seamos francos: el país de los Carlos, Ricardos, Robertos ya no existe. Inclusive, añado, ni siquiera el de los John Jairos o Dandenis. Hoy el reino es de los Yuserlys, Aryeys, Darlenys. Un país llamado desde hace ocho años patria. Fue saliendo a flote poco a poco y coronó contra viento y marea. No hubo prólogos ni presentaciones. No salió de la nada. El milagro se fue sembrando en las sierras, en los valles, en las cordilleras, de abajo arriba, tumbando la selva, desplazando el café, asociándose a las vacas. Fue dominando juntas de vecinos, alcaldías, concejos, parroquias, cuarteles, hospitales, escuelas, directorios. Fue avanzando hacia el centro, hacia el hueso. Compró jueces, aduaneros, curas, sargentos, generales, gerentes. Inatajable, inapelable. Nadie pudo atajarlo. Se fue enraizando, trepando, sustituyendo, dominando. Ni el cáncer ni el pecado ni el mismo patas han sido tan avasalladores. Fue corrompiendo todo lo que tocaba, todo lo que se le oponía, todo lo que se le cruzaba. Hasta que enterró el país. Costó. Costó mucho. No se ha hecho el arqueo de lo que costó porque a nadie le importa. Sólo en el Catatumbo cobró 9.000 vidas. Pero habría que sumar y sumar y sumar: La Negra, Honduras, Mejor Esquina, Trojas de Cataca, Guachicono, La María, Mapiripán, El Naya, Macayepo, El Salado. Y los otros muertos, los asesinados a mansalva, los tiro a tiro. Coronaron. Sus héroes fueron promovidos, exaltados, condecorados, entronizados. Verdaderos patriotas de la nueva patria. Administradores ejemplares de votos y balas y plata. Fundaron una patria donde sólo valen los negocios. Los buenos para los ricos; los malos para los otros, para nosotros, para los electores. Todo debidamente garantizado por las armas, las oficiales y las otras, las asociadas. Todas bien pagadas. El país ha optado. No nos quejemos ¿Podríamos quejarnos? ¿Quién oye? ¿A quién le importa? Echaron mano de una borrachera para justificarse. Se optó por la sangre, la corrupción, el gamonalismo, el favoritismo, la unanimidad. Los cooperantes, las recompensas, las chuzadas, hacen su agosto y llevan ocho. Una vez más, hemos elegido a la misma perra cambiándole la guasca. ¡Qué más da! La suerte está echada y ellos han pasado el Rubicón. Nada los detendrá. No retrocederán. No hay vuelta de hoja. La hoja la tienen —y afilada— sobre nuestra nuca. Al que se mueva lo decapitan. Mientras los negocios prosperen; mientras la bolsa se hinche; mientras se lleven carbón, petróleo, agua, oro, no habrá paz ni en los sepulcros y esa será la patria que hereden nuestros hijos. Uno no puede creer —pero ya es hora— que sean ellos los que han sacado las pistolas, los que ahora dicten la ley, interpreten los códigos, cuenten los votos y se les siga creyendo, votando por ellos, eligiéndolos para que haya más negocios turbios o no; para que reporten más falsos positivos —al fin vienen desde el 84; para que cuenten más desaparecidos que nunca aparecerán porque están enterrados, desmembrados y —lo peor— olvidados. Las repartijas y las rebatiñas están a la orden, son el orden. ¿A quién se le ha ocurrido la idea del Estado? ¿A quién le importan los derechos? ¿Quién los defiende si al fin y al cabo son “pura politiquería”? Hemos llegado a la fase superior de la barbarie, el estado de derecho de las chequeras. Los intereses creados han creado su propio Derecho, lo imponen a su manera y para su provecho exclusivo. ¿Qué más esperamos? Inclinémonos ante la realidad: el país que quisimos está muerto. Nos han derrotado. Nos quedarán ojos para mirar, pero ¿quién hablará en voz alta? ¿Los verdes? ¿Los grises? ¿Los tornasolados? Y entonces: ¿quién los oirá? Apaguemos y vámonos. Pero ¿para dónde? ¿En qué lugar del mundo se desgajan aguaceros como los nuestros? ¿En qué lugar del mundo se taburetea sin ton ni son a la sombra de un almendro? ¿En qué lugar se descuera del prójimo con tanta gana y con tanta inocencia? ¡No, ni modo! Puerto Leguízamo, 18 de marzo de 2010.
Novena de la derrota Por Héctor Abad Faciolince
1- Así ha sido siempre: Al que recomiendo, pierde. No importa: “de derrota en derrota hasta la victoria final”. Yo también sueño, como Martin Luther King, “en el día en que el bien derrotado vencerá al mal triunfante”. 2- Valiente triunfo el del mal. Ya Rasguño les aguó la fiesta a dos triunfadores del pasado domingo: Dilian Francisca Toro y Sammy Merheg. En las elecciones de 2006 —declaró el mafioso— les financió sus campañas políticas. Si hubiera algo de dignidad en este país, la justicia no debería permitir siquiera que se posesionaran. 3- Si “el arte de vencer se aprende en las derrotas”, según Bolívar; si “la derrota tiene una dignidad que la victoria no conoce”, como dijo Borges, entonces es posible, en este momento de amargura, no hundirse en la desesperanza. 4- Los liberales acusan al PIN de fraude en el Valle; Cambio Radical acusa a los liberales de fraude en la Costa; el Polo acusa a los conservadores de fraude en Bello y en Medellín; el Partido de la U acusa al Polo de clientelismo en Bogotá; el Polo acusa al Partido de la U de tener candidatos untados de paramilitarismo; los liberales acusan a Cambio Radical de clientelismo en Barranquilla. Todos tienen razón. Despejen uno por uno los elementos de este fuego cruzado: no queda títere con cabeza, todos hacen trampa. 5- Sesenta congresistas de la anterior legislatura están en la cárcel por parapolítica o nexos con el narcotráfico. Antes de entrar la nueva camada de senadores y representantes, ya hay unos 30 cuestionados en su ética pública. Compran votos, usan coacción contra los electores. La Fiscalía tendría que intervenir incluso antes de que se posesionen, para evitar que estos traficantes de la democracia adquieran inmunidad parlamentaria y alarguen sus procesos. Cuando los condenen, será tarde: robando, habrán recuperado la inversión. 6- El mismo Partido Verde de Mockus, supuesto triunfador de los independientes, ya tiene un senador que no se puede posesionar. Cometió actos indebidos en Boyacá y está inhabilitado. El que lo reemplaza, Romero, dicen en Santander, es mucho peor. Y la senadora que más votos sacó, de los Verdes, es una fanática: ganó gracias a una campaña absurda por la cadena perpetua de violadores. Tocó la fibra de los niños, una fibra fácil, teñida de populismo. 7- Lo bueno de la derrota —dice Saramago— es que no es definitiva. Y lo malo de la victoria —añade— es que tampoco lo es. Vean: Uribito celebraba hace ocho días; hoy llora. 8- En el escenario más sucio de la política, el de las elecciones parlamentarias, perdieron los que juegan limpio y ganaron los que se mueven con habilidad en la suciedad. Ganaron, sí, pero ¿qué ganaron? Ganaron otras elecciones teñidas de compra de votos. No hay nada que celebrar.
Por Alfredo Molano Bravo
Seamos francos: el país de los Carlos, Ricardos, Robertos ya no existe. Inclusive, añado, ni siquiera el de los John Jairos o Dandenis. Hoy el reino es de los Yuserlys, Aryeys, Darlenys. Un país llamado desde hace ocho años patria. Fue saliendo a flote poco a poco y coronó contra viento y marea. No hubo prólogos ni presentaciones. No salió de la nada. El milagro se fue sembrando en las sierras, en los valles, en las cordilleras, de abajo arriba, tumbando la selva, desplazando el café, asociándose a las vacas. Fue dominando juntas de vecinos, alcaldías, concejos, parroquias, cuarteles, hospitales, escuelas, directorios. Fue avanzando hacia el centro, hacia el hueso. Compró jueces, aduaneros, curas, sargentos, generales, gerentes. Inatajable, inapelable. Nadie pudo atajarlo. Se fue enraizando, trepando, sustituyendo, dominando. Ni el cáncer ni el pecado ni el mismo patas han sido tan avasalladores. Fue corrompiendo todo lo que tocaba, todo lo que se le oponía, todo lo que se le cruzaba. Hasta que enterró el país. Costó. Costó mucho. No se ha hecho el arqueo de lo que costó porque a nadie le importa. Sólo en el Catatumbo cobró 9.000 vidas. Pero habría que sumar y sumar y sumar: La Negra, Honduras, Mejor Esquina, Trojas de Cataca, Guachicono, La María, Mapiripán, El Naya, Macayepo, El Salado. Y los otros muertos, los asesinados a mansalva, los tiro a tiro. Coronaron. Sus héroes fueron promovidos, exaltados, condecorados, entronizados. Verdaderos patriotas de la nueva patria. Administradores ejemplares de votos y balas y plata. Fundaron una patria donde sólo valen los negocios. Los buenos para los ricos; los malos para los otros, para nosotros, para los electores. Todo debidamente garantizado por las armas, las oficiales y las otras, las asociadas. Todas bien pagadas. El país ha optado. No nos quejemos ¿Podríamos quejarnos? ¿Quién oye? ¿A quién le importa? Echaron mano de una borrachera para justificarse. Se optó por la sangre, la corrupción, el gamonalismo, el favoritismo, la unanimidad. Los cooperantes, las recompensas, las chuzadas, hacen su agosto y llevan ocho. Una vez más, hemos elegido a la misma perra cambiándole la guasca. ¡Qué más da! La suerte está echada y ellos han pasado el Rubicón. Nada los detendrá. No retrocederán. No hay vuelta de hoja. La hoja la tienen —y afilada— sobre nuestra nuca. Al que se mueva lo decapitan. Mientras los negocios prosperen; mientras la bolsa se hinche; mientras se lleven carbón, petróleo, agua, oro, no habrá paz ni en los sepulcros y esa será la patria que hereden nuestros hijos. Uno no puede creer —pero ya es hora— que sean ellos los que han sacado las pistolas, los que ahora dicten la ley, interpreten los códigos, cuenten los votos y se les siga creyendo, votando por ellos, eligiéndolos para que haya más negocios turbios o no; para que reporten más falsos positivos —al fin vienen desde el 84; para que cuenten más desaparecidos que nunca aparecerán porque están enterrados, desmembrados y —lo peor— olvidados. Las repartijas y las rebatiñas están a la orden, son el orden. ¿A quién se le ha ocurrido la idea del Estado? ¿A quién le importan los derechos? ¿Quién los defiende si al fin y al cabo son “pura politiquería”? Hemos llegado a la fase superior de la barbarie, el estado de derecho de las chequeras. Los intereses creados han creado su propio Derecho, lo imponen a su manera y para su provecho exclusivo. ¿Qué más esperamos? Inclinémonos ante la realidad: el país que quisimos está muerto. Nos han derrotado. Nos quedarán ojos para mirar, pero ¿quién hablará en voz alta? ¿Los verdes? ¿Los grises? ¿Los tornasolados? Y entonces: ¿quién los oirá? Apaguemos y vámonos. Pero ¿para dónde? ¿En qué lugar del mundo se desgajan aguaceros como los nuestros? ¿En qué lugar del mundo se taburetea sin ton ni son a la sombra de un almendro? ¿En qué lugar se descuera del prójimo con tanta gana y con tanta inocencia? ¡No, ni modo! Puerto Leguízamo, 18 de marzo de 2010.
Novena de la derrota Por Héctor Abad Faciolince
1- Así ha sido siempre: Al que recomiendo, pierde. No importa: “de derrota en derrota hasta la victoria final”. Yo también sueño, como Martin Luther King, “en el día en que el bien derrotado vencerá al mal triunfante”. 2- Valiente triunfo el del mal. Ya Rasguño les aguó la fiesta a dos triunfadores del pasado domingo: Dilian Francisca Toro y Sammy Merheg. En las elecciones de 2006 —declaró el mafioso— les financió sus campañas políticas. Si hubiera algo de dignidad en este país, la justicia no debería permitir siquiera que se posesionaran. 3- Si “el arte de vencer se aprende en las derrotas”, según Bolívar; si “la derrota tiene una dignidad que la victoria no conoce”, como dijo Borges, entonces es posible, en este momento de amargura, no hundirse en la desesperanza. 4- Los liberales acusan al PIN de fraude en el Valle; Cambio Radical acusa a los liberales de fraude en la Costa; el Polo acusa a los conservadores de fraude en Bello y en Medellín; el Partido de la U acusa al Polo de clientelismo en Bogotá; el Polo acusa al Partido de la U de tener candidatos untados de paramilitarismo; los liberales acusan a Cambio Radical de clientelismo en Barranquilla. Todos tienen razón. Despejen uno por uno los elementos de este fuego cruzado: no queda títere con cabeza, todos hacen trampa. 5- Sesenta congresistas de la anterior legislatura están en la cárcel por parapolítica o nexos con el narcotráfico. Antes de entrar la nueva camada de senadores y representantes, ya hay unos 30 cuestionados en su ética pública. Compran votos, usan coacción contra los electores. La Fiscalía tendría que intervenir incluso antes de que se posesionen, para evitar que estos traficantes de la democracia adquieran inmunidad parlamentaria y alarguen sus procesos. Cuando los condenen, será tarde: robando, habrán recuperado la inversión. 6- El mismo Partido Verde de Mockus, supuesto triunfador de los independientes, ya tiene un senador que no se puede posesionar. Cometió actos indebidos en Boyacá y está inhabilitado. El que lo reemplaza, Romero, dicen en Santander, es mucho peor. Y la senadora que más votos sacó, de los Verdes, es una fanática: ganó gracias a una campaña absurda por la cadena perpetua de violadores. Tocó la fibra de los niños, una fibra fácil, teñida de populismo. 7- Lo bueno de la derrota —dice Saramago— es que no es definitiva. Y lo malo de la victoria —añade— es que tampoco lo es. Vean: Uribito celebraba hace ocho días; hoy llora. 8- En el escenario más sucio de la política, el de las elecciones parlamentarias, perdieron los que juegan limpio y ganaron los que se mueven con habilidad en la suciedad. Ganaron, sí, pero ¿qué ganaron? Ganaron otras elecciones teñidas de compra de votos. No hay nada que celebrar.
martes, 23 de marzo de 2010
Bernardo Jaramillo Ossa. Estos hijueputas nos lo mataron
Si existe un momento esencial en la historia de un pais en el que la frase lapidaria de una de sus ofrendas oficiales al demonio de la muerte es el corolario que mejor define el talante de los agentes del poder institucional y más profeticamente admoniza sobre la venidera negrura del futuro político nacional desde la conciencia plena de su presente agónico, ése es, indudablemente, el del 22 de marzo de 1990 a las 8,05 de la mañana en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, cuando Bernardo Jaramillo Ossa le dijo a su compañera “Mi amor, no siento las piernas. Estos hijueputas me mataron, me voy a morir. Abrázame y protégeme”. Un sicarito de 17 años acababa de descargarle las 33 balas de su mini ingram 380 frente a una "escolta" de 11 agentes del DAS, 2 policías y 2 acompañantes de la UP. Era el epílogo de una estrategia de poder a largo plazoque habían iniciado los narco ganaderos del Magdalena Medio desde la época del gobierno de Julio César Turbay Ayala, cuando acomodaron a alvaro uribe vélez en la dirección de la Aeronáutica Civil Colombiana (1980-1982); para luego instalarlo en la alcaldía de Medellín por un corto período (1982-83) como paso transitorio hacia el Concejo de la ciudad (1984-86) que lo llevaría al Congreso de la república (1986-94), cuya dieta "sacrificaría" para asumir la gobernación de Antioquia (1995-97) en la que fortalecería las bases político-militares que, finalmente, lo atornillarían a la presidencia de la república (2002-10), con las consecuencias que ahora comenzamos a padecer. No hay que ser suspicaz ni paranoico para notar las "coincidencias" entre esa meteórica carrera pública y el surgimiento del ejército paramilitar como estrategia de Estado y el aún impune exterminio de la Unión Patriótica que dejó como saldo el asesinato de dos candidatos presidenciales, nueve congresistas, 70 concejales y decenas de diputados, alcaldes y líderes políticos. Se habla de más de 4 mil víctimas, muchas de ellas desaparecidas (eso, apenas intuyendo el terrible período de desangre que otra vez volveremos a tener sin que ninguna autoridad "sepa" de dónde provienen las motoserradas).
Ha pasado el tiempo y hoy esa cadena de odio, dolor y muerte es leída con escepticismo e incredulidad por las nuevas generaciones, cuya información sobre la realidad contemporánea de los colombianos ha sido unidireccionalmente canalizada por los escasos medios de información que, obviamente, pertenecen al régimen. Ése es un fenómeno reciente, producto del éxito de aquélla estrategia; pero, en los años 80 y 90 la opinión pública, sobre todo, la del ámbito académico, tenía pleno discernimiento de la barahúnda que dejaba oir sus ecos tras las paredes del Congreso nacional. Fue gracias (o, más bien, por culpa) de todo ese caudal informativo, que Bernardo acertó ¡hace 20 años! en denunciar lo que sería la degradación del conflicto armado colombiano; pero, al advertir el fortalecimiento del narcotráfico mediante la legalización de las estructuras paramilitares y su complicidad con el Estado, estaba cavando concientemente su tumba. Él, tan inteligente; Él, tan culto; Él, tan curtido en la tragedia campesina del Urabá antioqueño, cometió la ingenuidad ineludible de pretender desarticular el andamiaje paramilitar desde la atalaya de su candidatura presidencial con el arsenal de sus ideas y el cañón de su oratoria: “No se puede ser consecuente con la paz ni hablar de paz mientras no se combate efectivamente a los grupos paramilitares ni se castiga ejemplarmente a los miembros del Estado comprometidos en la violencia contra la población civil”. Días antes del asesinato, Carlos Lemos Simonds, ministro de gobierno del presidenteVirgilio Barco soltó esta perla en una entrevista con Colprensa: "el país ya está cansado y una prueba de ese cansancio es que en estas elecciones votó contra la violencia y derrotó al brazo político de las Farc que es la Unión Patriótica. Se van a enojar porque les estoy diciendo esto, pero ellos saben que es así” . Tenían que asesinarlo. Este país de mierda no puede darse el lujo de tener como presidente a un hombre íntegro, inteligente y claro. Pero, con su asesinato no eliminaron a un hombre: nos desplazaron la esperanza a punta de mentiras cínicas y fragor de motosierras.
viernes, 19 de marzo de 2010
Cuando la rebeldía y la dignidad nos quedan grandes...
Dejémonos de pendejadas, las sociedades humanas se dividen en dos partes desiguales: la de los que mangonean y la de los que "padecen con paciencia las adversidades y flaquezas de nuestro prójimo en este valle de lágrimas" (Gabo habría dicho que entre los que cagan y los que comen mierda [no estamos muy lejos de ello -algunas de estas imágenes son del último grito en la moda de los restaurantes chinos-]). Toda la historiografía de nuestra permanencia en este planeta ha sido tejida en la rueca de la selección anecdótica de unos acontecimientos míticos en los que se legitima el empoderamiento de una casta de "superhumanos bendecidos por los dioses" sobre una gleba de perdedores, siervos, esclavos y masas sin atributos. Los hilos del bordado no han sido muy variados, ni la urdimbre ha requerido mayores destrezas. Sólo han bastado la represión violenta disfrazada de Civilización y el adoctrinamiento camuflado en la Evangelización de religiones apócrifas para someter y explotar a individuos, etnias, comunidades, pueblos y naciones.
Detrás de los conceptos de Civilización y Barbarie subyace el más determinante de los rasgos de la "naturaleza humana" (el castigo de Sisifo): la sed insaciable de control y dominio, el hambre insatisfecha de riquezas. Una "pulsión" de poder que no agota su latido en la patada al perro, la zurra a la compañera, el desafío al vecino, el escamoteo al dormido, la humillación al subordinado o el insulto al adversario, sino que se legaliza en la institucionalización de sus métodos mediante el proceso enajenador de una "educación" emuladora que solapa la agresividad de las reacciones viscerales bajo la fórmula incomunicante de los "buenos modales", la "diplomacia", el "don de gentes", la "decencia" y todo el retretado de mierda con que los vasallos aspirantes a ser distinguidos como "gente de bien" contaminan a diario nuestro lebensraum e intoxican el área de la convivencia social. Acabaron creando un nuevo lenguaje con palabritas andróginas, cuyo valor connotativo absorve al denotativo y somatiza su intención comunicante en un carcinoma que corroe la mirada, tapona los ventrículos, constriñe los esfínteres y esteriliza los genitales. Así, tenemos que compartir a diario con unos maniquís "bien puestos" que nos churretean la porquería de su existencia con la mirada perruna del que tiene miedo, el murmullo lastimero del que aprendió a sobrevivir y la alambicada eufemística de los "bien hablados". No me jodan, estoy mamado de la mediocridad autodefensiva de lo "politicamente correcto", que sofistica su incapacidad de compromiso en un hipócrita "me-muero-de-la-pena", que consagra las limitaciones displacenteras del sexo en una única eterna posición, que determina la edad de la mujer que se puede amar, que soterra el potencial liberador de un sonoro madrazo en un miserable "con-todo-respeto"... ¡Hijueputa! Por el derecho a nuestra salud mental, aprendamos a llamar a las cosas por su nombre. Reivindiquemos el valor de uso de las palabras y, sobre todo, atrevámonos a decirles ¡NO! cuando no se nos da la gana y hagámosles sentir que sabemos hacernos respetar. Hombre, que por lo menos, si nos van a seguir cagando, no salpiquen más las paredes.
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