viernes, 4 de septiembre de 2009

Fernando de Szyszlo y su "encuentro visible de lo sagrado con la materia"

A sus 84 años recién cumplidos (5 de julio) el artista plástico limeño Fernando de Szyszlo Valdelomar retorna este 8 de septiembre al Museo de Arte Moderno de Bogotá (donde ha estado en 1964 y 1972) con una generosa muestra retrospectiva de 48 de sus obras en gran formato. Su presencia en los salones latinoamericanos ha quedado registrada en: Museu de Arte Moderna, Sao Paulo (1957), Museo de Arte Moderno, Bogotá (1964 y 1972), Museo de Bellas Artes, Caracas (1964), Casa de Las Américas, La Habana (1968), Center for Inter-American Relations, Nueva York (1972), Museo de Arte Moderno, México DF (1973), Museo de Arte Contemporáneo, Montevideo (1984), Museo de Arte Contemporáneo de América Latina, Washington (1985), IV y V Bienal de Sao Paulo (Menciones Honrosas), Venecia (1958) y Coltejer, Medellín (1970). Hijo de un físico polaco, sobrino materno de un escritor, "ex" de una poetisa y padre del arquitecto Vicente de Szyszlo Valera, el maestro Fernando de Szyszlo es dueño de una muy profunda e interesante capacidad reflexiva sobre el arte y la vida. Para la prueba, reproduzco a continuación un fragmento de la entrevista que la muy bien documentada periodista Liliana López Sorsano acaba de hacerle para el diario El Espectador, de Bogotá, Colombia (de donde tomé su foto).

LLS- Cuando ve su arte en retrospectiva, ¿qué ve, qué cambia?

FSV- Cambia todo. Lo que veo es una pelea infatigable, constante, de 60 años por tratar de hacer el cuadro que siempre soñé. Me imagino que todos los pintores llevan adentro un cuadro ideal que no podemos definir y que tratamos a lo largo de toda la vida de sacarlo. La suma de todos los otros cuadros no son sino derrotas.

LLS- ¿Cuando termina un cuadro siente la satisfacción de haberlo acabado?

FSV- Como decía el poeta Paul Valéry, no hay poemas terminados, sólo abandonados. Uno abandona cuando siente que ya no puede más, que no hay nada más que añadirle y, sin embargo, no es así. Hay un desfase entre la ilusión que uno tenía y lo que en realidad ha podido hacer. Es un proceso que es milagroso, convertir experiencias en colores y en materia pintada aplicadas con pelos amarrados a un palito.

LLS- Un maestro consagrado del teatro japonés Kabuki decía que con el tiempo sabía menos de su arte ¿Qué opina de esta paradoja?

FSV- Es verdad. Uno sabe menos porque seguramente la experiencia amplía más el horizonte, lo cual amplía la conciencia y el conocimiento, y uno se da cuenta de que es más lejos de lo que creía. Yo siempre he dicho que los cuadros que hago ahora, seguramente hubieran satisfecho al joven pintor que yo era cuando tenía 24 años, pero que las metas se han mejorado, se han ampliado y se han alejado. Si uno camina hacia el horizonte, el horizonte no se acerca, se aleja.

LLS- Ha visto las modas pasar, los artistas surgir ¿Qué piensa del arte contemporáneo y qué significa hoy en día?

FSV- Yo le diré que el arte se ha vuelto menos profundo, más light y busca menos su esencia, es decir, su propio lenguaje. El lenguaje de la pintura son los colores, las líneas, las. formas. El de la música son los sonidos. Si uno hace cosas distintas a eso, puede ser que haga gestos muy importantes, interesantes, valiosos o alegres, pero no tienen nada que ver con el arte. El arte es una cosa que no necesita explicación y esos gestos, todos, necesitan un párrafo que diga qué es lo que el artista ha tratado de hacer al poner esa escoba de cabeza o la bacinilla al costado.

El arte se ha vuelto un espectáculo en el que hay un montón de dinero metido y eso es tóxico siempre. Yo creo mucho en una frase de Dalí que dice “moda es lo que pasa de moda”, y eso desgraciadamente ya lo hemos visto. Hay exceso y obscenidad de dinero, pues la gente por estar a la moda compra cualquier cosa por miles y millones. El tiburón en formol de Damien Hirst es un ejemplo, ¡cuando con tanta plata se pueden comprar varios cuadros renacentistas! ¡Valores seguros! Ahora lo que queda es un remedo, es ligero, fácil, divertido, es una broma, hace reír, sorprende o repugna porque ponen caca de elefante solidificada al lado de la Virgen María. Pero en realidad no dice nada.

Mario Vargas Llosa escribió en una revista mexicana, Letras libres, un artículo formidable que se llama “La civilización como espectáculo”. Todo ha perdido peso, la novela se ha vuelto light, todo ha perdido gravedad, la gente le tiene miedo al drama, a sentir, y al mismo tiempo ese sentimiento se ha perdido. Hacer el amor en el año 30 no era lo mismo que hacerlo ahora. En ese entonces significaba mucho, una relación grave, amorosa, con gran tragedia... Ahora es como tomarse una coca-cola… todo esto le ha quitado piso a la vida. Y el arte no ha estado exento de esto.

LLS- ¿En esa época parisina cuál fue el mayor encuentro?

FSV- Ahí descubrí el mundo, no sólo la pintura. Descubrí el amor, lo descubrí todo. Tenía 24 años, era un provinciano de Lima que miraba todo con la boca abierta y con hambre (no tenía ni un centavo). Esos seis años ocupan gran parte del disco duro de mi memoria, fueron años en que me hice, me formé, sufrí y fui feliz. De esta época surgieron todos mis amigos, aunque se me han ido muriendo: Obregón, a quien quería tanto, casi como un hermano; Octavio Paz, Cortázar, Negret, Marta Traba, Alberto Zalamea, Matta, Lam, Toledo, Tamayo, todo el mundo estaba ahí.

El grupo de surrealistas fue el que yo frecuenté, porque como era tan amigo de Octavio Paz, él me los presentó y ahí conocí a Breton. El pensamiento surrealista siempre nos acercaba mucho. Nunca he hecho pintura surrealista, pero la manera que ellos tenían de enfocar el arte me parece la más adecuada. Entendiendo por surrealismo sacar lo más profundo de lo que uno tiene en el inconsciente y ese interior del inconsciente tiene denominadores comunes como el inconsciente de los demás.

Entonces, por más abstrusa que sea la cosa que sale, si es auténtica, otras personas la pueden leer. Bach es la mejor prueba. Escribía cantatas cristianas en alemán los domingos para una iglesia en Lepzig y 400 años después hacen llorar a gente del Japón que no son cristianos ni entienden alemán. Entonces Bach sacó del fondo del ser humano una cosa que es válida para todos. Y eso es lo que locamente buscamos todos los pintores...

lunes, 31 de agosto de 2009

Receta de mujer 2

Que en la "batalla de los sexos" nosotros, los miembros del débil sexo (que aún no del sexo débil) tenemos todas las de perder, es una realidad que sólo podrían desconocer los varones adolescentes, los vendedores de desodorantes y demás menjurges "masculinos" y los (o las) de la tercera opción. Es una condición natural que el bello sexo fuerte nos apabulle en la cama, en la pista de baile y en la tolerancia al dolor; pero, que nuestra estúpidez nos lleve a convertir en abierta competencia toda actividad compartida con ellas para demostrar que somos "más fuertes", "más veloces", "más inteligentes" o "más decentes", sólo puede producir el lamentable espectáculo del desahogo de nuestra frustración mediante el chisme, la calumnia y la descalificación rastrera. Es lo que hemos tenido que soportar, sin que nadie reaccione, cuando algunos explotadores del morbo vuelven "noticia" mundial los reclamos personales de Lindsay Lohan por el derecho a su privacidad, desvirtúan los méritos deportivos de Caster Semenya, dictan cátedra moral sobre el comportamiento de Naomi Campbell o ponen en entredicho la feminidad de Lady Gaga (las piernas más bellas que hasta hoy han visto mis ojitos. Míre esas rodillas ¿verdad que son perfectas?). Por supuesto que yo también soy "morboso" y que, por tanto, disfruto no sólo de las fantasías que me suscita la vista de unos buenos tobillos, muslos, nalgas, ombligo, senos, hombros, espalda, cuello y etcétera femeninos, sino del placer de compartir esas imágenes con un amigo cómplice; pero en silencio, para disfrutar el rítmico crescendo de los latidos del corazón:

 

miércoles, 26 de agosto de 2009

El paredón del blog 4- Arturo Pérez-Reverte

Jaime López es un periodista español venido a bloguero quién sabe cuantos años hará, a quien ojeé en una de sus entradas en Punto Hispano. Esa entrada me remitió a su magnífico blog Las Fronteras de Babia, el cual me atrapó, no sólo por sus más de una coincidencia formal con esta página, sino, y sobre todo, por el esmerado trabajo de documentación literaria. Continuando en el terreno de las coincidencias, tropecé allí con esta entrada del académico y escritor español Arturo Pérez-Reverte quien, en cumplimiento de su deber como intelectual, expresa unas opiniones críticas sobre los funcionarios encargados de la educación en España. Para entender mi reiteración en aquello de las "coincidencias", propongo a los lectores colombianos que al leer el texto sustituyan los nombres de los lugares y sus actores. Yo por mi parte, para facilitarles el camello, he reemplazado las imágenes de sendas ministras y he prescindido de la foto presidencial. El hombre de barba (que se me parece a Miguel Bosé) es Pérez-Reverte y está tal cual en la versión original.

Permitidme tutearos, imbéciles

Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros -aquí matizaré ministros y ministras- de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera. No quiero que acabe el mes sin mentaros -el tuteo es deliberado- a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía.. De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.
Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa d
e nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana -que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural-, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña. Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico» .. O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad» , entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms» . Con dos cojones.
Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente -recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española-. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres» , aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos».
Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p'alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.
Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil, que un malvado.

Artículo de Arturo Pérez-Reverte
Miembro de la Real Academia de la Lengua Española


Publicado en XL-Semanal: Nº 1125 del 17 al 23 de Mayo 2009

sábado, 22 de agosto de 2009

Reflexiones sobre la agonía y la muerte de las palabras

La que voy a afirmar aquí es una verdad de perogrullo para lingüistas y semiólogos; pero, a veces es bueno sacar de las academias y los laboratorios algunos temas que puedan enriquecer nuestro diálogo cotidiano. Digo, para no seguir hablando de fútbol rentado, sexo mentido, política vulgar y chismes de vecinos. El caso es que ahora que estoy aprendiendo a conversar con las yemas de los dedos, me está quedando cerebro para pensamientos "transversales" (como se están acostumbrando a llamar los burócratas de la educación a lo que antes era la multidisciplinariedad de la escuela). Y se me ha ocurrido escarbar en la biografía de las palabras. ¿Cómo así que biografía? Muy sencillo: las palabras son seres orgánicos y, como tales, son paridas, crecen, se reproducen y mueren. Cuando están recién paridas las llamamos Neologismos, las hemos visto crecer mediante el proceso de derivaciones y reproducirse en glosarios y diccionarios; pero de su proceso de descomposición y muerte casi nadie parece darse cuenta, a pesar del hedor que dejan algunos latinajos y de la insistencia de muchas de ellas en dejar entrever sus fantasmales sombras entre los estrados judiciales, las poetizas de costurero, los himnos patrios, los periódicos de provincia y los manuales de urbanidad. ¿A quién no se le ha aparecido a la vuelta de una página el fantasma del "ominoso" crímen, o de la "inmarcesible" gloria? ¿ y quién no ha observado ascender por el lado derecho de cualquier político las silueticas trémulas y evanescentes de las palabras honestidad, lealtad, honor, verdad, honradez y dignidad? En lo particular, a mi me ha visitado con insistencia, como deshaciendo los pasos la palabra COMPAÑERO, a la que conociera de la mano de amigos que ahora están muertos o desaparecidos y de novias que me dejaron para seguir al pie de la letra los manuales de autoayuda para alcanzar el éxito. Desde la tarde de fogata en que la escuché por vez primera en un poema de Benedetti, compañera, usted sabe que puede contar conmigo... hasta las noches de tertulia y las jornadas de apoyo, protesta o solidaridad, la palabra compañero repercutía como un mantram de sentimiento y adhesión que me hacía olvidar el cansancio y creer, ilusamente, que era posible construir un mundo mejor. En fin...para no volverme sensiblero, les cuento cómo ví morir de muerte aleve a esta tierna e indefensa palabra: El primer golpe fue a la cadera y la partió en dos (compa y ñero) luego los broder le cascaron en la cabeza, los parceros la desfiguraron y los panas la sepultaron. Qué le vamos a hacer, así es la vida: siempre tiene a la muerte como su complemento. Yo ya la estoy olvidando y comienzo a tratar a los otros de usted, señor, señora, señorita, doctor, don o cualquier otro recurso formal que me permita establecer una barrera de seguridad y protección para mi pobre y débil persona.